Eduardo Mendoza considera que las lecturas son "el faro" de la escritura

El escritor Eduardo Mendoza (Barcelona, 1942) defendi¨® ayer la importancia de la lectura, "es una forma barata y agradable de abstraerse". Mendoza apunt¨® que "las lecturas bien hechas" se convierten en "el faro" de la escritura. El autor catal¨¢n inaugur¨® ayer el curso El autor y su obra, organizado por la UIMP, que se prolongar¨¢ hasta el pr¨®ximo viernes. El "bagaje" como lector de un escritor es la llave para entender su propia obra.

El novelista catal¨¢n defendi¨® la figura del lector antes de calificarlo como "un ente colectivo sin personalidad". A su juicio, esa "masa" queda sometida a la tiran¨ªa del mercado. Mendoza destac¨® la figura del lector an¨®nimo frente a la relevancia de los escritores. "El lector es una figura maltratada", pero por s¨ª mismo, aclar¨®. Son individuos que admiran a "¨ªdolos con pies de barro", aunque tienen un m¨¦rito extraordinario, apostill¨®. El autor de La verdad sobre el caso Savolta (1975) rechaz¨® la idea de que el lector adopte una actitud pasiva con el escritor. "El libro se hace a medias entre ambos, en un proceso de codificaci¨®n y descodificaci¨®n por medio de un c¨®digo concreto".

Mendoza subray¨® la importancia de "una lectura bien hecha" y tach¨® a sus alumnos de analfabetos, aunque se apresur¨® a destacar su inteligencia. El problema es que "hoy no se sabe leer ni escribir", aclar¨®. Destac¨® la importancia de las lecturas bien hechas que permiten crear todo un mundo literario con alusiones.

'Don huevo pelado'

El escritor, que cuestiona la vigencia de la novela, revel¨® que el libro que m¨¢s le ha influido fue un libro infantil, Don huevo pelado, el primer libro que ley¨®. Por eso destac¨® la importancia de todas las lecturas de un escritor, al que consider¨® como "un lector pasado de vueltas". El autor de Sin noticias de Gurb (1991) reconoci¨® que el escritor comienza imitando lo que admira y poco a poco va adquiriendo su propia voz.

Mendoza explic¨® que los lectores deben leer para buscar "ciertas dosis de enriquecimiento". Cada persona lee en funci¨®n de sus necesidades, combinando "un esfuerzo intelectual" y el entretenimiento, aunque, matiz¨®, nunca deben llegar a atormentarse en ese esfuerzo. El subt¨ªtulo del curso es Lecturas formativas o el arte de subir y bajar una escalera, en clara alusi¨®n al relato de Julio Cort¨¢zar (Bruselas, 1914) del mismo nombre. El escritor catal¨¢n explic¨® que esta obra es "clave en la interpretaci¨®n de la posmodernidad".

El autor catal¨¢n repasar¨¢ durante el curso su experiencia personal y analizar¨¢ c¨®mo ha construido su obra. El curso est¨¢ estructurado en seis partes que se corresponden a las diferentes etapas como escritor: el mundo adulto en el imaginario juvenil; lecturas de adolescencia; lecturas juveniles; el hecho de escribir; el desarrollo de la carrera literaria y el canon personal de lecturas.