Incineraci¨®n sin debate
Dentro del proceso que estamos viviendo desde hace dos a?os los ciudadanos de la comarca de Txingudi [Ir¨²n, Hondarribia y Hendaya] ente la instalaci¨®n de una incineradora de basuras, quisiera resaltar un tema que nos preocupa seriamente, como es la participaci¨®n ciudadana en la toma de decisiones. En Txingudi tenemos un plan de gesti¨®n de residuos (PIRUAT) elaborado en el a?o 2001 que contempla la incineraci¨®n del 60% de nuestras basuras para el a?o 2016 y que fue aprobado en la Mancomunidad de Servicios de la comarca. Durante la elaboraci¨®n y aprobaci¨®n de dicho plan no hubo ning¨²n mecanismo de participaci¨®n ciudadana: ni vecinal, ni de grupos ecologistas, expertos independientes, universidades o consumidores. El plan fue encargado a un grupo empresarial pro-incinerador (DPA-Desarrollo Protecci¨®n Ambiental) que solo pod¨ªa, entre las muchas alternativas que existen para gestionar los residuos, decidirse por la incineraci¨®n. El PIRUAT no analiza ni contempla otras soluciones m¨¢s respetuosas con la salud y el medio ambiente.
Sin la participaci¨®n y el apoyo de los ciudadanos, ning¨²n plan de estas caracter¨ªsticas puede tener ¨¦xito
Siendo la incineradora la obra m¨¢s ambiciosa que tienen los alcaldes de Txingudi, no se incluy¨® en los programas electorales
Un plan de gesti¨®n de residuos para 14 a?os, que prev¨¦ instalar una industria incineradora para cerca de 90.000 habitantes con un coste de inversi¨®n de 60 millones de euros (el PIRUAT en el a?o 2001 hablaba de un coste de inversi¨®n de 22,8 millones), que hemos de pagar exclusivamente la ciudadan¨ªa de Irun y Hondarribia durante m¨¢s de 22 a?os, no puede ser aprobado sin la participaci¨®n de ning¨²n grupo social de la comarca. El periodo de exposici¨®n p¨²blica de este plan coincidi¨® con el verano y as¨ª ocurri¨® tambi¨¦n con el anuncio en el Bolet¨ªn Oficial de Gipuzkoa del proyecto de la planta incineradora en el a?o 2003, bajo el nombre de "Estaci¨®n de tratamiento de residuos s¨®lidos urbanos". Estamos ante un plan que dice inspirarse en los principios y directivas europeas pero que no tiene presupuesto para medidas de reducci¨®n y reutilizaci¨®n de residuos. Se permiten el lujo de enga?arnos primero y luego ocultarnos la informaci¨®n, haci¨¦ndola p¨²blica de forma camuflada.
La creaci¨®n de una plataforma ciudadana, Txingudi Bizirik y una plataforma de m¨¦dicos a principios del a?o 2004 que reivindican toda una serie de derechos de la poblaci¨®n, no es una casualidad. Estamos ante un problema social que demuestra, entre otras cosas, la ausencia total de mecanismos de participaci¨®n ciudadana y de transparencia informativa desde el inicio de este proyecto. Un problema social que est¨¢ demandando de nuestros alcaldes y dem¨¢s poderes p¨²blicos la puesta en marcha de un debate entre todos y del estudio de diferentes soluciones a la gesti¨®n de los residuos.
El derecho a la implicaci¨®n temprana de la ciudadan¨ªa de Txingudi en la toma de decisiones ha sido y est¨¢ siendo continuamente vulnerado. El silencio de los promotores de la incineradora es la respuesta continua a propuestas de estudio de alternativas. La exclusi¨®n no puede seguir siendo el m¨¦todo de planificaci¨®n de nuestros alcaldes. ?Con qu¨¦ legitimidad y talante van a afrontar el proceso de implantaci¨®n de la Agenda 21 Local en nuestra comarca, que ya se ha iniciado y que exige la plena participaci¨®n de la ciudadan¨ªa en la toma de decisiones?
Sin la participaci¨®n y el apoyo de los ciudadanos, ning¨²n plan puede tener ¨¦xito. No s¨®lo tenemos derecho a decidir sobre aspectos que inciden sobre nuestro medio ambiente y salud, sino que, al ser los actores del proceso, nuestra implicaci¨®n es absolutamente necesaria para llevar a cabo cualquier proyecto.
Siendo la incineradora la obra m¨¢s ambiciosa y relevante que tienen los alcaldes de Txingudi de cara a los pr¨®ximos a?os, ¨¦sta no fue incluida en los programas electorales de sus partidos en las ¨²ltimas elecciones locales. Han evitado en todo momento la transparencia y la implicaci¨®n social y de esta manera nos encontramos ante un problema de ausencia de derechos sociales y democr¨¢ticos en la comarca de Txingudi. La participaci¨®n p¨²blica es una cuesti¨®n de orden democr¨¢tico: los ciudadanos tenemos el derecho y la responsabilidad de influir en las decisiones que pueden afectar nuestra calidad de vida y disponemos de ideas y de un conocimiento local que son vitales para que se tomen las mejores decisiones pol¨ªticas.
Cualquier asociaci¨®n o grupo que defienda los derechos de los ciudadanos en cualquier ¨¢mbito, deber¨ªa estar en este momento seriamente preocupado por lo que est¨¢ pasando en la comarca de Txingudi. Hoy es el tema de la incineraci¨®n de residuos, pero ma?ana puede ser cualquier otra cuesti¨®n tambi¨¦n decisiva e importante. Los dem¨¢s poderes p¨²blicos, tanto la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa como el Gobierno vasco, no pueden abandonar a esta comarca a merced de unos gestores que practican un despotismo aplastante y descarado, deber¨ªan tomar medidas y no cerrar los ojos ante la vulneraci¨®n continua de los derechos ciudadanos en Txingudi respecto al tema de la gesti¨®n de residuos.
Pilar Barqu¨ªn Corral es licenciada en Ciencias Biol¨®gicas y miembro de GEIS (Grupo de Estudios Incineraci¨®n y Salud).
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