Julio D. Wallovits rueda 'La silla', una pel¨ªcula sobre la insatisfacci¨®n
El codirector de 'Smoking room' vuelve a ponerse tras la c¨¢mara para dirigir un filme "sin referentes", con Francesc Garrido y el veterano actor argentino Ulises Dumont en el reparto
Al guionista y director Julio D. Wallovits (Buenos Aires, 1969) le faltan las palabras para definir la historia de La silla, su segundo largometraje tras el ¨¦xito conseguido junto a Roger Gual -codirector de la ¨®pera prima de ambos, Smoking room, filme que les report¨® un premio Goya a la mejor direcci¨®n novel-. Y es que, como el mismo Wallovits se?ala, es ¨¦ste un filme "sin referentes" que supone "una apuesta a muchos niveles". La b¨²squeda "f¨ªsica y mental" y la insatisfacci¨®n por lo que se acaba encontrando conforman el armaz¨®n de la pel¨ªcula, un trabajo muy personal con tintes de cuento y par¨¢bola que rodar¨¢ durante todo el mes de agosto en la poblaci¨®n de Badalona, del extrarradio barcelon¨¦s. Los actores Francesc Garrido -que ya estuvo en el elenco de Smoking room-, el veterano int¨¦rprete argentino Ulises Dumont, Gonzalo Cunill, Francesc Orella, ?lex Brendemh¨¹l y Rachel Lascar son algunos de los integrantes del reparto de La silla.
"He escrito 'La silla' desde el coraz¨®n e intento comprenderla con los actores. Lo bueno de este reparto es que ellos inventan"
"Me siento como si tuviera un mont¨®n de fichas ganadas gracias a 'Smoking room' y ahora volviera a apostarlas todas"
La silla gira en torno a un hombre desencantado, convencido de que, a sus 40 a?os, en realidad no ha conseguido demasiado en la vida, ni en el sentido material ni en el espiritual. Sin haber cometido ning¨²n delito, es vigilado permanentemente por unos polic¨ªas. En medio de su desaz¨®n, el hombre encuentra en un anticuario una silla y siente la necesidad de poseerla, como si al tenerla todo fuera a cambiar y a cobrar sentido. Pero antes de lograr el dinero para comprarla, la silla es vendida a otra persona. As¨ª que decide robarla, y de este modo, finalmente, el acecho de los polic¨ªas cobra sentido porque ya hay delito por el cual culparle.
Julio D. Wallovits, que procede del mundo de la publicidad, asume que ¨¦sta ser¨¢ "una pel¨ªcula m¨¢s dif¨ªcil que Smoking room, de una naturaleza diferente porque es m¨¢s metaf¨ªsica". Se refiere el director a esta cuesti¨®n de un modo muy gr¨¢fico: "Me siento como si tuviera un mont¨®n de fichas ganadas gracias a Smoking room y ahora volviera a apostarlas todas, de modo que puedo doblar el n¨²mero de fichas o perderlas por completo".
Pero, al mismo tiempo, este car¨¢cter de apuesta y experimentaci¨®n estil¨ªstica le hace sentirse ilusionado ante la posibilidad de explorar nuevos caminos dentro del cine espa?ol. Su pretensi¨®n es la de hacer una pel¨ªcula de autor, pero al mismo tiempo considera imprescindible la participaci¨®n de los actores en todo el proceso creativo. "La he escrito desde el coraz¨®n, e intento comprenderla con ellos. Lo bueno de tener un reparto como el de La silla es que los actores inventan", afirma Julio D. Wallovits.
La historia se desarrolla en un pol¨ªgono, en el espacio reducido de unas pocas manzanas. All¨ª los personajes sufrir¨¢n "un desgaste f¨ªsico, ideol¨®gico y psicol¨®gico" que ir¨¢ cuajando a lo largo de toda la pel¨ªcula. La silla forma parte de una trilog¨ªa iniciada con el cortometraje La simetr¨ªa, que se exhibir¨¢ en el pr¨®ximo festival de cine de Sitges. El nexo de uni¨®n entre las distintas partes del tr¨ªptico es la exploraci¨®n de las obsesiones personales del guionista y director, y en cuanto a tem¨¢tica, todas las piezas f¨ªlmicas hablan "del peso de un problema imaginario, de c¨®mo es m¨¢s concreto y espec¨ªfico que si fuera real".
La silla cuenta con un presupuesto de un mill¨®n de euros y est¨¢ producida por Eddie Saeta, una productora barcelonesa dedicada al cine de autor, en cuyo cat¨¢logo figuran t¨ªtulos como Cosas que nunca te dije, de Isabel Coixet, y Las manos vac¨ªas, de Marc Recha. El filme cuenta con la participaci¨®n de Televisi¨®n Espa?ola (TVE) y la colaboraci¨®n del Instituto de las Ciencias y las Artes Cinematogr¨¢ficas (ICAA) y del Instituto Catal¨¢n de las Industrias Culturales (ICIC).
Se da la curiosa circunstancia de que el otro codirector de Smoking room, Roger Gual, tambi¨¦n ultima estos d¨ªas, no demasiado lejos del set de rodaje de La silla, la filmaci¨®n de su segunda pel¨ªcula, Remake, donde reflexiona sobre el fracaso de la utop¨ªa hippy. En este caso, se trata de una coproducci¨®n hispanoargentina, en cuyo cartel aparecen Mario Paolucci, Eusebio Poncela, Juan Diego, ?lex Brendemh¨¹l -quien act¨²a asimismo en La silla, de Wallovits-, Marta Etura, S¨ªlvia Munt y Gustavo Salmer¨®n.
En Remake, rodada mayoritariamente en una mas¨ªa del agreste macizo del Montseny, Roger Gual reflexiona sobre la distancia generacional entre quienes vivieron el Mayo del 68 y sus hijos, a trav¨¦s de los di¨¢logos que se establecen entre los antiguos componentes de una comuna hippy -convocados a una reuni¨®n nost¨¢lgica por uno de ellos-, asentada en ese mismo paraje hace 30 a?os y la prole del anfitri¨®n, que permanece fiel a sus principios revolucionarios de entonces.
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