Cansada de morir y resucitar

Este verso de uno de los poemas de la escritora rusa Anna Ajm¨¢tova: "Estoy cansada de resucitar, y morir, y vivir", bien podr¨ªa considerarse la s¨ªntesis de su vida, que se movi¨® entre la comodidad de su cuna, el sufrimiento al que estuvo sometida por la tiran¨ªa de Stalin y luego -a la muerte de ¨¦ste-, la reivindicaci¨®n de su figura, poco antes de su fallecimiento.

La poeta naci¨® en 1889 en el seno de una familia adinerada, por lo que desde peque?a tuvo el privilegio de estudiar. Primero en un instituto de ni?as aristocr¨¢ticas; luego, en la facultad de Derecho de Kiev y en la de Filosof¨ªa y Letras de la Universidad de San Petesburgo. A los 23 a?os comienza a escribir sus primeros poemas, que publica en 1912, ya casada con el poeta Gumiliov y con quien conoci¨® Europa. Se ha dicho que sus viajes inspiraron su literatura: intimista, amorosa, de fondo religioso, que choc¨® con los postulados del realismo socialista.

Despu¨¦s llegaron los agobios de la tiran¨ªa de Stalin, que le impidi¨® seguir publicando. Pero no se call¨®: en esos a?os apareci¨® su obra maestra, Requiem, que vio la luz en 1963 en M¨²nich, Alemania. Padeci¨® el encarcelamiento de sus amigos, de su ex esposo y de su ¨²nico hijo. Ella fue sometida a arresto domiciliario en uno de los edificios reservados al servicio del Palacio Sheremetev, que estaba dividido en t¨ªpicos pisos comunales. Fue expulsada de la Uni¨®n de Escritores Sovi¨¦ticos en 1946.

Su revalorizaci¨®n lleg¨® en los a?os sesenta, siendo Nikita Kruschev secretario del Partido Comunista. La poeta asumi¨® la presidencia de la Sociedad de Escritores, al mismo tiempo que le devolvieron a su hijo en 1964. Un a?o despu¨¦s recibi¨® el doctorado Honoris Causa de la Universidad de Oxford. Muri¨® a los 77 a?os de un ataque cardiaco.