"Insisto, el PP ha de multiplicar sus voces"
Sobre la mesa del comedor de la residencia veraniega de Josep Piqu¨¦ en Ur¨²s (Girona), en el Pirineo catal¨¢n, est¨¢n todos los diarios del d¨ªa. Son unas vacaciones con, por lo menos, un ojo puesto sobre los dos grandes asuntos en los que el ex ministro y ex portavoz en los Gobiernos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y actual presidente del Partido Popular (PP) en Catalu?a desempe?a un papel importante: el debate sobre la inclinaci¨®n de su partido como fuerza derechista o centrista y el proceso de reforma del Estatuto catal¨¢n.
Pregunta. Da toda la impresi¨®n de que en la direcci¨®n del PP domina actualmente la idea de que la derecha puede ganar las elecciones con un discurso de estricta derecha, tal como ha logrado el presidente Bush en Estados Unidos. ?Usted qu¨¦ opina?
"Tal como va, creo que no va a haber nuevo Estatuto catal¨¢n. Hay m¨¢s disenso ahora que hace a?o y medio en los documentos iniciales"
"El adelanto de las elecciones s¨®lo lo decide el presidente de la Generalitat, y para ¨¦l ser¨ªa constatar un gran fracaso pol¨ªtico y personal"
"La Constituci¨®n de Irak puede ser m¨¢s f¨¢cil de aprobar que el Estatut, lo que tendr¨ªa su guasa"
Respuesta. Es cierto que los neocons norteamericanos defienden exponer las propias convicciones con firmeza y a trav¨¦s de un liderazgo fuerte. Pero creo que en Espa?a debemos actuar como ya hicimos anteriormente: hacer compatible la defensa de las convicciones y un liderazgo social fuerte con una apelaci¨®n a los ciudadanos que quieren ser gobernados con eficacia y pueden variar su voto en funci¨®n de la confianza que les merezcan unos u otros en cada momento.
P. ?Un retorno de la tecnocracia?
R. No, no. Porque es compatible con la defensa de las convicciones. Y nosotros hemos de seguir siendo el referente de la derecha, al tiempo que combinamos bien los discursos. No hay que hacer un discurso un¨ªvoco ni unidireccional.
P. ?sta es su posici¨®n y es conocida. Pero parece que en su partido ha ganado la posici¨®n neocon, que es la que proyectan figuras como Acebes y Zaplana y el ex presidente Aznar.
R. Creo que mi posici¨®n es compartida por toda la direcci¨®n, incluido su presidente, Acebes y Zaplana, y as¨ª lo han expresado. Conozco muy bien lo que piensa sobre esto el presidente de mi partido y no veo ninguna discrepancia en el fondo ni en la forma.
P. Entonces, ?por qu¨¦ pidi¨® en julio cambios que afectan a esas figuras?
R. Este tema lo hemos dado por cerrado. En lo que yo insisto es en que el partido ha de multiplicar sus voces, ha de presentar alternativas a todas y cada una de las pol¨ªticas del Gobierno y actuar como un gobierno en la sombra. Creo que ¨¦sta es la idea de Mariano Rajoy para la reanudaci¨®n del curso.
P. ?Presentar¨¢ el PP un gobierno en la sombra?
R. No s¨¦ si exactamente. Pero s¨ª existe la voluntad de presentar alternativas en todas las materias y la voluntad de ponerle un rostro a cada una.
P. Su expectativa hace unos meses era que, una vez desalojada del poder, la federaci¨®n de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) se deshar¨ªa como un azucarillo en caf¨¦ caliente. Pero no ha sido as¨ª.
R. Cierto, pero es que estos fen¨®menos no se producen de un d¨ªa para otro. CiU ha sido una fuerza basada en dos pilares: el hiperliderazgo de Jordi Pujol y el disfrute del poder. Estas dos bases ya no existen. Es cierto que sigue teniendo una base electoral fuerte, pero vemos como cada d¨ªa va radicalizando su discurso, va alej¨¢ndose de la transversalidad pol¨ªtica en la que la situ¨® Pujol. Y cada d¨ªa vemos discrepancias entre Uni¨® y Converg¨¨ncia. Yo creo que CiU ha abandonado su voluntad de ser el eje de la pol¨ªtica catalana, lo que Pujol defini¨® como el pal de paller, y est¨¢ en una disputa directa por el electorado estrictamente nacionalista con Esquerra Republicana. Y eso dif¨ªcilmente le permitir¨¢ volver al poder.
P. Pero no se deshace y su discurso actual parece mantenerla galvanizada. ?Err¨® usted en su vaticinio?
R. Esto s¨®lo podr¨¢ saberse despu¨¦s de las pr¨®ximas elecciones. CiU est¨¢ en declive electoral desde hace muchos a?os, tanto a escala municipal como auton¨®mica y espa?ola. Eso abre espacios pol¨ªticos para otras fuerzas, y, como es natural, ah¨ª estamos nosotros.
P. El Estatuto catal¨¢n est¨¢ bloqueado por la cuesti¨®n de los derechos hist¨®ricos. Sin embargo, la reforma del Estatuto valenciano incluye tambi¨¦n el reconocimiento de determinados derechos hist¨®ricos y propuestas como un consejo de justicia ?Qu¨¦ debe hacer el PP en las Cortes, validarlos en el caso de Valencia?
R. Ambos asuntos se plantean en el caso valenciano de forma muy diferente al radicalismo con que se presentan en Catalu?a. Por tanto, creo que las modificaciones en las Cortes pueden ser m¨ªnimas. Pero no enga?emos a los ciudadanos: lo que dice la propuesta valenciana no es lo que dice el borrador catal¨¢n.
P. Tal como est¨¢, ?qu¨¦ elementos de inconstitucionalidad ve el PP en el borrador catal¨¢n?
R. Muchos. Y no lo decimos s¨®lo nosotros. El partido socialista ha planteado m¨¢s de 20. Y ha votado en contra de buena parte del proyecto en el tr¨¢mite en Comisi¨®n.
P. ?Cu¨¢les ser¨ªan?
R. El mecanismo de blindaje de las competencias no encaja en la Constituci¨®n; la financiaci¨®n se plantea, adem¨¢s, al margen de la realidad del estado auton¨®mico actual. Tenemos serias dudas sobre muchos otros puntos, pero en particular sobre la consideraci¨®n de Catalu?a como naci¨®n y su compatibilidad con el art¨ªculo 2 de la Constituci¨®n.
P. Si se le pide una predicci¨®n, ?qu¨¦ dice? ?Habr¨¢ nuevo Estatuto catal¨¢n o no lo habr¨¢?
R. Tal como va, creo que no.
P. ?Por qu¨¦?
R. Hay m¨¢s disenso ahora que hace un a?o y medio en los documentos iniciales. Hemos ido en la direcci¨®n contraria a la que conven¨ªa. Y a estas alturas las posiciones han ido demasiado lejos como para que sea posible rebobinar sin lo que, entre comillas, podemos definir como una bajada de pantalones espectacular por parte de alg¨²n partido.
P. ?Como qu¨¦?
R. El partido socialista ha dicho con suficiente claridad lo que piensa sobre los derechos hist¨®ricos ligados con competencias y no tiene nada que ver con lo que dicen ERC y CiU, que consideran irrenunciable esa vinculaci¨®n. Y tambi¨¦n sobre los l¨ªmites de la financiaci¨®n. CiU plantea una propuesta de financiaci¨®n que sabe perfectamente que es inasumible por el tripartito. Son demasiadas cosas para pensar en un m¨ªnimo consenso. Adem¨¢s, la metodolog¨ªa no ha ayudado.
P. ?Por qu¨¦?
R. El texto ha salido en Comisi¨®n con mayor¨ªas simples, y distintas, en su casi totalidad. Hay mayor¨ªa de dos tercios en muy pocas cosas. Una muestra de que las cosas no se han hecho bien es la afirmaci¨®n, hecha en tono ufanoso pero profundamente irresponsable, de Carod Rovira, diciendo que este Estatut es en un 90% de Esquerra. Otra muestra la da CiU cuando dice que este Estatut es de los nacionalistas porque lo apoyan CiU y ERC. Catalu?a no necesita el Estatuto de los nacionalistas, sino el de todos. Y ahora rebobinar es muy dif¨ªcil.
P. ?Qu¨¦ otra metodolog¨ªa pod¨ªa haberse adoptado?
R. No s¨¦ por qu¨¦ hemos aceptado tan acr¨ªticamente hacer un nuevo Estatuto en vez de adaptar el que ya tenemos, que es bueno. Y que no necesita ser sustituido por otro con m¨¢s de 200 art¨ªculos concebido como la madre de todas las constituciones y como una especie de vadem¨¦cum para dar respuesta a todos los problemas con un detallismo m¨¢s propio de leyes e incluso de reglamentos.
P. El consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, ha propuesto una nueva cumbre de los l¨ªderes de todos los partidos catalanes para abordar los desacuerdos despu¨¦s de que el Consejo Consultivo haya dictaminado sobre la constitucionalidad del borrador. ?Puede ser la ¨²ltima oportunidad?
R. Veo in¨²til esa reuni¨®n. Como lo fue la anterior. No creo que las cosas puedan resolverse en una reuni¨®n de este tipo. No deben crearse unas expectativas que luego se frustrar¨¢n. Ni los principales dirigentes tienen ahora ya capacidad para arbitrar en sus partidos. Cuanto antes reconozcamos que las cosas no se han hecho bien, mejor para todos.
P. Pero esta reforma es el principal objetivo de la legislatura.
R. El balance de la legislatura catalana, salvo cambios en las pr¨®ximas semanas, es que est¨¢ finiquitada. Soy consciente de que el adelanto de elecciones s¨®lo lo decide el presidente de la Generalitat y de que para ¨¦l ser¨ªa constatar un gran fracaso pol¨ªtico y personal. Pero a veces es bueno asumir los fracasos y pensar en los intereses del pa¨ªs.
P. Los portavoces del Gobierno aseguran que usted confunde sus deseos con la realidad y que hay tripartito para mucho tiempo.
R. Que en el asunto m¨¢s importante de la legislatura un partido del Gobierno
vote con el principal partido de la oposici¨®n
es insostenible. Si eso no es un elemento de incertidumbre sobre la cohesi¨®n, solidaridad interna y estabilidad del Gobierno, ya no s¨¦ que m¨¢s puede pasar. En cualquier otro pa¨ªs esto romper¨ªa el Gobierno y provocar¨ªa nuevas elecciones.
P. ?A qu¨¦ atribuye que los otros dos partidos del Gobierno hayan aceptado esa situaci¨®n?
R. La decepci¨®n de los socialistas fue profunda. ERC se ufan¨® de haber aprobado en Comisi¨®n un texto que nos aleja del consenso, como si esto fuera un m¨¦rito. La viabilidad del tripartito despu¨¦s de estas deslealtades es imposible.
P. Vayamos a otros asuntos de los que usted se ocup¨® siendo ministro: ?qu¨¦ salida ve a la crisis europea?
R. Yo soy un europe¨ªsta convencido y practicante, y lamentablemente debo decir que soy cada vez m¨¢s esc¨¦ptico sobre el papel de Europa en el mundo. Europa se est¨¢ periferizando, porque el centro de gravedad del mundo est¨¢ cada vez m¨¢s en el Pac¨ªfico.
P. ?C¨®mo incide esto en el par¨®n que vive la UE?
R. Europa no ha podido digerir su proceso de crecimiento, que ha tropezado con la incomprensi¨®n de las opiniones p¨²blicas. Se ha acabado el consenso pasivo. ?ste es el n¨²cleo de la crisis actual. El proceso de la Constituci¨®n Europea est¨¢ herido de muerte y ahora conviene un periodo de reflexi¨®n, enfriamiento de las expectativas y un cambio en los liderazgos pol¨ªticos de los principales pa¨ªses europeos. Hasta que eso no se produzca no veo que se pueda salir del callej¨®n. La eventual integraci¨®n de Turqu¨ªa, por ejemplo, no se puede decidir sin que sea absolutamente comprendida por la gran mayor¨ªa de los ciudadanos. O se convertir¨ªa en un gran problema.
P. Tal como est¨¢ la situaci¨®n en Irak, ?mantiene ahora que fue acertada la decisi¨®n de ocuparlo?
R. Hay que ver c¨®mo evoluciona. Si al final se consigue una democratizaci¨®n y estabilizaci¨®n pol¨ªtica de la zona, pues la historia dir¨¢ que la decisi¨®n fue correcta. En cualquier caso, es una decisi¨®n que ya no se discute. Hay una resoluci¨®n de la ONU que apoya la institucionalizaci¨®n pol¨ªtica y la presencia de tropas multinacionales en el pa¨ªs.
P. O sea, que se remite al final del proceso, que puede ser en calendas graecas, al paso que va.
R. No, no. Ya se ver¨¢. Ya ha habido unas primeras elecciones, se est¨¢ elaborando una constituci¨®n, que tiene graves problemas, pero que al final puede ser m¨¢s f¨¢cil de aprobar que el Estatut de Catalu?a. Lo que tendr¨ªa su guasa...
P. En Irak van a bombazo limpio...
R. Las cosas van avanzando y no se pueden evaluar en su totalidad hasta dentro de un tiempo.
P. ?Deja la evaluaci¨®n en suspenso?
R. Digo lo que digo.
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