"De haberlo sabido, Lula habr¨ªa impedido la corrupci¨®n"
Tarso Genro, de 58 a?os, afronta un tremendo desaf¨ªo por encargo del presidente brasile?o, Luiz In¨¢cio Lula da Silva. Como presidente provisional del Partido de los Trabajadores (PT) desde comienzos de julio, tiene que limpiar la imagen de un partido seriamente golpeado por la corrupci¨®n. Hay que refundar el PT, dice Genro, que fue ministro de Educaci¨®n y adquiri¨® notoriedad como alcalde de la ciudad de Porto Alegre, capital del Estado de Rio Grande do Sul, a lo largo de las distintas ediciones del Foro Mundial Social.
Pregunta. El prestigio del PT est¨¢ seriamente cuestionado. ?Y el del presidente de la Rep¨²blica?
Respuesta. El prestigio del presidente contin¨²a alto. Hasta ahora no se ha visto afectado.
"Estamos abatidos en nuestra autoestima y nuestro ¨¢nimo. Cada d¨ªa se produce una nueva denuncia y cada d¨ªa m¨¢s grave"
"El PT no es un partido corrupto. Tiene, como todas las comunidades organizadas, lo bueno y lo malo de la sociedad"
P. ?Deber¨ªa presentarse a la reelecci¨®n en las presidenciales de 2004?
R. Creo que tiene que esperar a discutir esta cuesti¨®n a final del a?o.
P. Si Lula no es el candidato, el PT lo tendr¨¢ muy dif¨ªcil en las pr¨®ximas presidenciales.
R. Ser¨¢ extremadamente dif¨ªcil, pero nunca tuvimos una situaci¨®n tan dif¨ªcil como ¨¦sta.
P. En su condici¨®n de presidente del PT, ?c¨®mo explica al mundo que su partido no es un partido corrupto?
R. El PT no es un partido corrupto. Es un partido que tiene, como todas las comunidades organizadas, lo bueno y lo malo de la sociedad. Tiene que mostrar de cara al futuro que tendr¨¢ controles m¨¢s duros ante comportamientos como ¨¦stos. As¨ª demostrar¨¢ que no es un partido corrupto. Esto no est¨¢ en nuestro origen ni pertenece a nuestra cultura.
P. Ha dicho usted que ha llegado la hora de cambiar la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno.
R. Mi posici¨®n es que la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno ya cumpli¨® un ciclo virtuoso de estabilidad, y que ahora tenemos que trabajar por una cierta transici¨®n para bajar los tipos de inter¨¦s y para conseguir que el super¨¢vit primario no sea tan exagerado. Se trata de iniciar un proceso de transici¨®n de manera no espectacular, para adecuar la pol¨ªtica econ¨®mica a una situaci¨®n en la que ya se conquist¨® la estabilidad.
P. ?Ser¨¢ eso posible con el presidente Lula y el ministro de Econom¨ªa, Antonio Palocci, defensores a ultranza de la ortodoxia econ¨®mica?
R. Creo que en medio de una crisis pol¨ªtica esta cuesti¨®n no debe tratarse de una manera apresurada. Tiene que ser un proceso pensado, para que no se entienda cualquier cambio como una respuesta demag¨®gica a la crisis.
P. Pero la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno de Lula es valorada como una garant¨ªa de estabilidad de Brasil.
R. La estabilidad ya se conquist¨®, se trata ahora de que no se convierta en un elemento de paralizaci¨®n.
P. ?Cu¨¢ntos candidatos habr¨¢ en las elecciones a presidente del PT del 18 de septiembre?
R. Por ahora hay inscritos seis o siete candidatos.
P. ?Qu¨¦ pasar¨¢ con el ex ministro y ex presidente del PT Jos¨¦ Dirceu?
R. No se sabe. Hasta ahora no hay ni una sola prueba material contra Jos¨¦ Dirceu.
P. Me refiero a la controvertida presencia de Dirceu en las elecciones internas del PT.
R. Dirceu est¨¢ integrando una candidatura que yo mismo encabezo. Mi opini¨®n es que ser¨ªa oportuno que Dirceu y otros compa?eros que est¨¢n siendo acusados no formaran parte de una candidatura, para impedir cualquier juicio anticipado. Dirceu es un pol¨ªtico respetable, pero ser¨ªa bueno demostrar que la candidatura que lleva mi nombre para presidente est¨¢ dispuesta a constituir un n¨²cleo dirigente totalmente renovado.
P. ?Por qu¨¦ tard¨® tanto la ejecutiva del PT en hacer una autocr¨ªtica?
R. Porque era necesario conocer el alcance de los da?os provocados por esta situaci¨®n originada por la estructura de poder anterior. Todav¨ªa no est¨¢ todo esclarecido. Fue un conjunto de hechos que se aceleraron que nos dejaron bastante at¨®nitos. Los miembros de la direcci¨®n provisional que actualmente coordina el partido no ten¨ªamos la m¨¢s m¨ªnima idea de los esc¨¢ndalos que fueron revelados por la prensa.
P. Cuesta creer que ni el presidente de la Rep¨²blica ni los dirigentes del partido supieran nada de la corrupci¨®n.
R. Yo no integraba la comisi¨®n ejecutiva del partido. Los miembros que eran de esta comisi¨®n y que siguen en ella juran que no sab¨ªan nada. Que se form¨® una estructura de financiaci¨®n paralela, con el se?or Del¨²bio Soares que asumi¨® y reconoci¨® esta responsabilidad.
P. ?Usted cree que el se?or Soares actu¨® solo, sin respaldo ni conocimiento de ning¨²n miembro de la anterior comisi¨®n ejecutiva?
R. No me gustar¨ªa dar una opini¨®n, pero creo que solo jam¨¢s habr¨ªa podido montar una estructura como aquella.
P. ?Por qu¨¦ Del¨²bio Soares, el ex tesorero del PT sobre quien recaen las acusaciones m¨¢s graves, no ha sido expulsado del partido todav¨ªa?
R. Porque se est¨¢ llevando a cabo un proceso regular de investigaci¨®n, determinado por los estatutos, y porque tenemos que garantizar su derecho a defenderse. Un sector de la prensa pide ejecuciones sumarias tipo estalinista, que resolver¨ªan el problema entregando varias cabezas para su exposici¨®n p¨²blica, pero no resolver¨ªan los problemas reales del partido.
P. ?Habr¨¢ expulsiones?
R. Probablemente s¨ª, varias.
P. ?Es posible creer que el presidente de la Rep¨²blica no sab¨ªa nada?
R. El presidente no sab¨ªa de esa estructura paralela de financiaci¨®n. De haberlo sabido, lo habr¨ªa impedido. En mi opini¨®n, no sab¨ªa.
P. Cada d¨ªa surgen nuevas acusaciones contra dirigentes del PT y miembros del Gobierno, como la ¨²ltima que implica al ministro de Econom¨ªa, Ant¨®nio Palocci.
R. Esto se ha convertido en un concurso de delaciones absolutamente irracional. Hoy los medios de prensa compiten para ver qui¨¦n lanza la acusaci¨®n m¨¢s fuerte. Hay presos que quieren conseguir rebajas de condena a cambio de delaci¨®n, hay personas sorprendidas en situaciones de flagrante corrupci¨®n que se dedican a calumniar. Las instituciones brasile?as no se pueden subordinar a un proceso de este tipo, porque nos puede llevar a la m¨¢s absoluta irracionalidad y no servir¨¢ para esclarecer nada. No le doy ninguna credibilidad a este tipo de denuncias, como las efectuadas contra el ministro Palocci.
P. Desde fuera se percibe que tanto el presidente Lula como el PT han mostrado una gran pasividad y falta de reacci¨®n ante la avalancha de denuncias y acusaciones.
R. El partido demuestra seguramente una gran pasividad. No es f¨¢cil superar esa pasividad, porque la militancia y los cuadros intermedios, las personas que no ten¨ªan relaci¨®n con las estructuras de financiaci¨®n, est¨¢n perplejas. Estamos profundamente abatidos en nuestra autoestima y nuestro ¨¢nimo. Cada d¨ªa se produce una nueva denuncia y cada d¨ªa m¨¢s grave. Y cada vez es divulgada de manera m¨¢s agresiva. Esto tiene un efecto sobre nuestra moral.
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