Barenboim ejecuta en Ramala su partitura de la reconciliaci¨®n

El genial pianista y director de orquesta Daniel Barenboim (Buenos Aires, 1942), que posee tres nacionalidades: israel¨ª, argentina y espa?ola, lleg¨® el s¨¢bado a la ciudad de Ramala en Cisjordania con la West-Eastern Divan Orchestra dispuesto a "romper los muros de odio que separan a las personas", como dijo en una conferencia de prensa en la sede del Gobierno palestino, acompa?ado por Marian Said, viuda del escritor Edward Said, y del ministro de Educaci¨®n, Abu Hommos. Y lo hizo con "la mejor arma de construcci¨®n masiva", la m¨²sica, para interpretar a Mozart y a Beethoven. Le acompa?aron 70 m¨²sicos de su orquesta "imposible", formada por palestinos, israel¨ªes, egipcios, sirios, libaneses, jordanos y espa?oles, todo un desaf¨ªo a las fronteras f¨ªsicas y mentales que separan a los pueblos de Oriente Pr¨®ximo.

Estaba previsto que anoche 800 personas le esperaran en el nov¨ªsimo Palacio de la Cultura de Ramala para aplaudir su solidaridad con el pueblo palestino y sus esfuerzos de reconciliaci¨®n. Pero las previsiones se desbordaron y decenas de personas acabaron copando hasta las escalerillas y el suelo. Los trajes largos y la omnipresencia de las fuerzas de seguridad dieron la medida de solemnidad del acto. La representaci¨®n de p¨²blico incluy¨® a la clase media y tambi¨¦n a la dirigente de la sociedad palestina, con numerosos funcionarios ministeriales acompa?ados por sus familias. Tambi¨¦n asistieron numerosos miembros de la comunidad diplom¨¢tica, incluidos muchos espa?oles. Todos los espectadores acudieron por invitaci¨®n.

El concierto se dedic¨® al escritor estadounidense de origen palestino Edward Said, fallecido en 2003, gran amigo de Barenboim y padre compartido de la West-Eastern Divan Orchestra. En los laterales del auditorio colgaba un cartel con su fotograf¨ªa junto a la leyenda: "Libertad para Palestina".

El maestro arranc¨® con la Sinfon¨ªa concertante KV 279b, de Mozart. El repertorio no ten¨ªa un simbolismo especial, seg¨²n sus palabras del s¨¢bado, como tampoco lo tuvo la elecci¨®n de la fecha, que ha coincidido de forma fortuita con la evacuaci¨®n de las colonias jud¨ªas de Gaza. Pero el concierto s¨ª tuvo un car¨¢cter pol¨ªtico, con los discursos en el intermedio del viceprimer ministro, Nabil Shaat, quien defini¨® a Barenboim como "un humanista y un hacedor de la paz", y del activista pro derechos humanos y candidato independiente a las pasadas elecciones palestinas, Mustaf¨¢ Barguti, quien pidi¨® el fin de la ocupaci¨®n no s¨®lo en Gaza sino tambi¨¦n en Cisjordania y Jerusal¨¦n.

La notas de exultante vigor de la Sinfon¨ªa n? 5 de Beethoven siguieron a las breves alocuciones nacionalistas. As¨ª comenz¨® el segundo acto la West-Eastern Divan. La exquisita conjunci¨®n con que son¨® su engranaje de nacionalidades enfrentadas fue el gran triunfo de Barenboim.

Hasta la fecha, la West-Eastern Divan Orchestra, bautizada con ese nombre en honor de una colecci¨®n de poemas del escritor alem¨¢n J. W. Goethe, ha actuado en Espa?a y en Palestina, adem¨¢s de Marruecos.

En pocos d¨ªas, Barenboim actuar¨¢ en Jerusal¨¦n, pero lo har¨¢ ya sin su orquesta, concluida la gira mundial de la West-Eastern Divan, iniciada en Sevilla a finales de julio y financiada por la Junta de Andaluc¨ªa casi en su totalidad. En Israel, sus cr¨ªticas a la ocupaci¨®n y al muro, adem¨¢s de su representaci¨®n de la ¨®pera Trist¨¢n e Isolda, de Wagner, en el Festival de Jerusal¨¦n de 2001, lo han convertido cuanto menos en un personaje controvertido. "Siempre que he vuelto despu¨¦s de aquello he llenado y la gente ha respondido de forma muy entusiasta. La idea de que soy un monstruo en Israel, simplemente no es verdad".

El concierto de anoche en Ramala dur¨® unas dos horas y se cerr¨® con una ovaci¨®n prolongada del p¨²blico puesto en pie. Al final, Barenboim realiz¨® una breve intervenci¨®n en la que resalt¨® el valor de los m¨²sicos de la West-Eastern Divan Orchestra por atreverse a tocar en Ramala todos juntos. "Nadie mejor que la gente de Ramala sabe de la valent¨ªa que se ha de tener en estas circunstancias". Y concluy¨®: "Esta orquesta no va a traer nunca la paz pero este esfuerzo es capaz de traer el entendimiento, la posibilidad de escuchar el argumento del otro y, quiz¨¢, con el tiempo, la paz".