Boadella revisita 'La torna' desde un geri¨¢trico
El director de Els Joglars reestrena la obra que le cost¨® un consejo de guerra, ahora desde los ojos de un viejo militar
Casi tres d¨¦cadas despu¨¦s del estreno de La torna, el espect¨¢culo que le cost¨® un consejo de guerra, el exilio y c¨¢rcel para varios actores de su compa?¨ªa, el director de Els Joglars, Albert Boadella, considera que aquel espect¨¢culo fue "una mala idea". Desde el doloroso recuerdo "y los c¨®licos nefr¨ªticos" que le sigue provocando aquel lamentable episodio de la transici¨®n, afirma que hubiera preferido no montar la obra y evitarse los problemas. "Fue una insensatez hacerla en aquellos momentos", asegura. Sin embargo, le gratifica pensar que la pieza es un episodio importante de la historia teatral de Espa?a, y le ilusiona dar a las nuevas generaciones la posibilidad de conocer la obra y las penosas circunstancias que la rodearon. Con ese esp¨ªritu encara el estreno de La torna de la torna, una revisitaci¨®n, desde la ¨®ptica de un viejo militar ingresado en un geri¨¢trico, del espect¨¢culo m¨¢s emblem¨¢tico de la compa?¨ªa, "el que me ha retratado de cara a la gente, para bien y para mal", que a partir del viernes recalar¨¢ en el teatro Romea de Barcelona y luego realizar¨¢ una larga gira por Espa?a con temporada en Madrid, Valencia y Sevilla, entre otras ciudades.
El director teatral califica de "grav¨ªsimas" las exigencias de coautor¨ªa de los actores del primer montaje de 'La torna'
A la luz del estreno profesional de La torna de la torna, los actores del primer montaje han exigido a Boadella que reconozca la coautor¨ªa de la pieza, por cuanto consideran que la obra se gest¨® colectivamente y por esta asunci¨®n de responsabilidades fueron a la c¨¢rcel o debieron exiliarse. El director, que respondi¨® con un comunicado lleno de iron¨ªa a estas exigencias, las calific¨® ayer de "grav¨ªsimas", pero evit¨® extender sus argumentos para no restar protagonismo al estreno de la obra, aunque anunci¨® que pr¨®ximamente expondr¨¢ con detalle su opini¨®n al respecto.
Boadella rememor¨® ayer el origen de la obra. Todo empez¨® en 1974 cuando vio en El Caso la noticia de la ejecuci¨®n a garrote vil del anarquista Salvador Puig Antich y de otro reo, presentado por los militares como el delincuente com¨²n Heinz Chez, indigente polaco y sin familia. A Boadella le qued¨® grabado el rostro de Chez, cuya muerte consider¨® una maniobra de despiste de los militares para quitar hierro a la ejecuci¨®n del preso pol¨ªtico Puig Antich, y tres a?os m¨¢s tarde, "cuando cre¨ªa que hab¨ªa llegado la democracia", lo tom¨® de inspiraci¨®n para La torna (en catal¨¢n, lo que se a?ade a una mercanc¨ªa cuando no alcanza el peso solicitado). El resultado fue una s¨¢tira feroz contra los militares, que reaccionaron virulentamente, "quisieron echar un pulso al Gobierno, fue una previa del golpe de Estado del 23-F", afirma.
Visto desde la distancia, Boadella se?ala que al montar la obra cometi¨® un error de c¨¢lculo. En primer lugar, porque iba contra "el consenso general de la clase pol¨ªtica en cuanto a no poner en tela de juicio aquello que hab¨ªa ocurrido antes de 1975. Hice de mosca cojonera", precisa. Y luego, porque no repar¨® en que estaba en vigor una ley por la cual la justicia militar pod¨ªa encausar a civiles por insultos o injurias a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. El tiempo transcurrido ha servido tambi¨¦n para que se aclarara la verdadera identidad de Heinz Chez: una investigaci¨®n del periodista Ra¨²l M. Riebenbauer demostr¨® que en realidad se trataba del ciudadano de Alemania del Este Georg Welzel, casado y con tres hijos, y que los militares pose¨ªan esta informaci¨®n. "Eso me hace concluir que fue un crimen de Estado", dice el director, y especula con la teor¨ªa de que la reacci¨®n brutal de los militares (casi todos los que participaron en el consejo de guerra de Chez lo hicieron en el de Els Joglars) se debi¨® a que "pensaron que sab¨ªamos m¨¢s cosas de las que en realidad sab¨ªamos".
Estos descubrimientos period¨ªsticos, sumados a la convicci¨®n de la necesidad de hacer pedagog¨ªa entre las nuevas generaciones, hicieron nacer en Boadella el deseo de volver a montar la pieza. Plante¨® el montaje como un taller de sus alumnos del Institut del Teatre de Barcelona (de donde proceden los actores de la obra: Elies Barber¨¤, Aina Calpe, Marta Fern¨¢ndez, Josu¨¨ Guasch, Guillem Motos, Llu¨ªs Oliv¨¦ y Pau Sastre), y los responsables del Romea se interesaron por el proyecto. Al reparto se han incorporado dos actores profesionales, Miquel Gelabert y Javier Villena.
La torna de la torna modifica la estructura del montaje original. Boadella ha a?adido personajes para contextualizar los hechos, que ahora se cuentan como la enso?aci¨®n de un militar ingresado en un geri¨¢trico, quien sue?a las escenas fundamentales de La torna, que se representan igual que en 1977. Quiz¨¢ una de las principales diferencias respecto a aquella versi¨®n radica, seg¨²n el director, en que "era una obra de juventud, con toda la ferocidad y el coraje que ten¨ªamos entonces, pero hab¨ªa cosas del teatro que desconoc¨ªa". Boadella ha cambiado soluciones esc¨¦nicas, y si en 1977 los actores actuaban con m¨¢scaras, ahora se alternan las escenas con y sin este elemento heredado de la commedia dell'arte.
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