Las arrugas de estas mujeres
?Qu¨¦ deben de estar mirando estas mujeres? ?Miran lo mismo? ?No miran nada en concreto y s¨®lo dejan pasar el tiempo? ?Saben que Guerrero les est¨¢ haciendo una foto? Supongo que s¨ª.
Guerrero les habr¨¢ dicho: "Les voy a hacer una foto, se?oras". Y les habr¨¢ dicho tambi¨¦n: "Ustedes olv¨ªdense de m¨ª". Y habr¨¢ gastado muchos carretes hasta conseguir que s¨ª, que se olviden de ¨¦l, como me parece que pasa en esta foto. Que el fot¨®grafo no est¨¢, y, al no estar, es cuando m¨¢s est¨¢. Claro que tambi¨¦n podr¨ªa ser que Guerrero no les hubiera dicho nada, que simplemente les hubiera hecho la foto sin que ellas se dieran cuenta. En todo caso, me gustar¨ªa saber qu¨¦ est¨¢n mirando y en qu¨¦ piensan. Parecen muy tristes. Pero creo que es una falsa idea que me hago al observarlas.
Guerrero les habr¨¢ dicho: "Les voy a hacer una foto, se?oras". Y les habr¨¢ dicho tambi¨¦n: "Ustedes olv¨ªdense de m¨ª". Y habr¨¢ gastado muchos carretes hasta conseguirlo
Perfectamente podr¨ªa ser que su expresi¨®n siempre fuese esta. Una expresi¨®n a primera vista triste, despu¨¦s concentrada. Tal vez aburrida. Nuestros abuelos en blanco y negro -por lo menos los m¨ªos- siempre han tenido una expresi¨®n neutra muy triste. Parec¨ªan tristes cuando su cara estaba sin expresi¨®n. Se hace dif¨ªcil imaginar a estas dos mujeres riendo por algo. Pero sucede siempre que las caras que son tristes se transforman de una manera brutal al re¨ªr. Aunque, ya les digo, me cuesta imaginar a estas dos mujeres riendo. Seguro que es por la ropa que llevan y por sus arrugas, unas arrugas que es como si pertenecieran al pasado, como si ya no existiesen arrugas as¨ª.
Dir¨ªa que son madre e hija. Y que la hija, claro, es la mujer de nuestra derecha. Lleva anillo de casada, pero ninguna otra joya. La ropa parece la de los d¨ªas laborables, la de trabajo, elegida al azar. Arriba una blusa floreada. Abajo una falda (?o un delantal?) a cuadros. Es curioso ver a una mujer que combina cuadros y flores. No es habitual. Las leyes de la combinaci¨®n de colores son precisas. A veces, creo que son tontas. Y la madre -supongo que es la madre, pero podr¨ªa ser una vecina o la suegra- viste de luto. Me gusta su manera de gui?ar uno de los dos ojos para concentrar la vista, y la expresi¨®n es de una cierta mala leche. Me gusta la mano, con los dos dedos tocando la comisura de la boca.
No sabemos sus nombres, pero me imagino nombres de los de antes. Esos nombres que ya no existen y que s¨®lo usan los humoristas malos para hacer chistes de paletos. Robustiana, Justina, Casimira, Pura... El nombre del santo del d¨ªa, que es lo que se estilaba antes para bautizar a los cr¨ªos, sobre todo en los pueblos. No me imagino ning¨²n nombre bonito. No me imagino el tipo de nombre con el que se bautiza a los personajes de las teleseries. Me refiero a nombres como Julia. Pero todo podr¨ªa ser.
Pienso -pero lo que pienso no es demostrable, s¨®lo son conjeturas, especulaciones...- que la foto ha sido tomada despu¨¦s de comer, a media tarde, tal vez. Lo pienso porque me parecer¨ªa extra?o que estas dos mujeres estuviesen sentadas, descansando, durante la ma?ana.
No me cuadra que estas mujeres hagan eso que te anuncian en la tele de "tener tiempo para ti misma". Y eso me lleva a preguntarme si habr¨¢n visto anuncios sobre productos como las compresas para las p¨¦rdidas de orina, los yogures con b¨ªfidus o las cremas antiarrugas. Supongo que s¨ª, claro. Y si me pregunto qu¨¦ es lo que deben pensar ellas de todo esto, me contesto que seguramente nada de nada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.