'Luz que agoniza'
EL PA?S ofrece, por 8,95 euros, una obra maestra del terror psicol¨®gico, de George Cukor
Luz que agoniza se estren¨® en 1944. George Cukor, su director, hab¨ªa filmado ya pel¨ªculas tan conocidas como Mujercitas (1933) e Historias de Filadelfia (1940), y ser¨ªa el autor en el futuro de otras no menos c¨¦lebres, como La costilla de Ad¨¢n (1949) o My Fair Lady (1964). George Cukor est¨¢ considerado como uno de los m¨¢s grandes exploradores del alma femenina que ha dado el cine norteamericano. Proced¨ªa del mundo del teatro y sab¨ªa arrancar a sus int¨¦rpretes, sobre todo a las actrices, sus m¨¢s delicados registros. Para Luz que agoniza cont¨® con tres actores excepcionales: Charles Boyer, en el papel de un seductor turbio y calculador, que le iba como anillo al dedo; Joseph Cotten, del que supo explotar su lado m¨¢s c¨¢lido y perspicaz, e Ingrid Bergman, que obtendr¨ªa el Oscar por su interpretaci¨®n de Paula, la joven esposa v¨ªctima del enga?o de un hombre sin escr¨²pulos.
Luz que agoniza conmovi¨® al mundo entero, sobre todo al p¨²blico femenino. Eran tiempos de cambio. Las mujeres se empezaban a incorporar masivamente al trabajo y luchaban por conquistar su definitiva autonom¨ªa laboral y personal. Y esa pel¨ªcula habla de los temores y las incertidumbres que acarreaba esa lucha, sobre todo en el terreno afectivo. Las mujeres hab¨ªan conquistado, en gran parte gracias al cine, su sagrado derecho a enamorarse libremente, y ahora ten¨ªan que v¨¦rselas con los riesgos que asum¨ªan al seguir las llamadas imprevisibles de su coraz¨®n. En realidad siempre nos enamoramos de un extra?o. Es una de las condiciones del amor, que siempre tiene que ver con lo que desconocemos tanto de nosotros mismos como de los dem¨¢s.
Luz que agoniza es, en el fondo, una variante del cuento de Barba Azul, donde una ingenua muchacha se casa con un hombre poderoso dotado de un terrible secreto. Es una historia a la que el cine no ha dejado de volver una y otra vez. Rebeca, Jane Eyre, Sospecha, Secreto tras la puerta y, m¨¢s recientemente, Durmiendo con mi enemigo, son pel¨ªculas que reflejan esta fijaci¨®n del imaginario femenino por los riesgos imprevisibles que corren al entregar su coraz¨®n a un extra?o. Y, sin embargo, puede que la clave de la superioridad de las mujeres en el amor sea que no lo puedan evitar. Isak Dinesen afirm¨® que una mujer prefiere tener un diez por ciento de un hombre excepcional que un cien por cien de un hombre corriente. Y ¨¦ste parece ser el destino de estos desdichados personajes femeninos, a los que el atractivo de la excepcionalidad misteriosa de sus parejas les hace rendirse m¨¢s all¨¢ de toda raz¨®n a esa seducci¨®n de lo desconocido.
Pero volvamos a nuestra pel¨ªcula. Paula, su protagonista, se enamora de Gregory, un m¨²sico, y se casa con ¨¦l sin sospechar que es un asesino obsesionado por unas joyas ocultas en la casa familiar. Es una pel¨ªcula sobre lo impredecible del amor, pero tambi¨¦n sobre el mal, que no es sino la indiferencia al dolor del otro. Luz que agoniza es una obra maestra del suspense y del terror psicol¨®gico. El calvario que su joven y vulnerable protagonista debe sufrir a causa del amor tiene un extra?o poder de fascinaci¨®n sobre todos nosotros, que siempre estamos dispuestos a ver en este sentimiento el ¨²ltimo refugio de lo sagrado en el mundo. George Cukor lo sabe y por eso nos ofrece al comienzo de la pel¨ªcula las escenas inolvidables del lago Como, en las que una Ingrid Bergman en el momento m¨¢s luminoso de su belleza se entrega sin reservas a su amante. La luz de su rostro, Ingrid Bergman ten¨ªa esa suprema cualidad de desprender luz, gravitar¨¢ sobre el resto de la pel¨ªcula, haciendo m¨¢s incomprensible la obsesi¨®n de aqu¨¦l por el brillo de las joyas perdidas. En cierta forma, toda la pel¨ªcula gira sobre la luz. La luz que tiembla y agoniza, signo de la debilidad de la raz¨®n, pero tambi¨¦n de la p¨¦rdida del amor. Walter Benjam¨ªn escribi¨® que la felicidad era poder percibirse a uno mismo y a los dem¨¢s sin miedo, y ¨¦sta es una pel¨ªcula sobre lo desgraciados que podemos llegar a ser a causa del amor. Sartre dijo que el infierno eran los otros, y sin duda el infierno m¨¢s temido es el que descubrimos al sorprender la presencia del mal en el coraz¨®n de los seres que amamos.
Pero Luz que agoniza tambi¨¦n puede verse como una met¨¢fora del cine, pues al fin y al cabo esa luz que tiembla, que parece a punto de apagarse y que vuelve a encenderse, ?qu¨¦ otra luz puede ser sino la que en la pantalla se transforma en im¨¢genes? Esas im¨¢genes est¨¢n hechas de ese sutil juego entre la luz y la sombra, y acercarse a ellas es percibir el temblor de la vida y de nuestros sue?os, pero tambi¨¦n la amenaza de la oscuridad. Y puede que sea ¨¦sta la principal ense?anza que obtenemos al contemplar el calvario de la joven esposa de este cuento, que la muerte no se contrapone a la vida, sino que est¨¢ impl¨ªcita en ella desde el primer momento. Tambi¨¦n que s¨®lo el juego del amor y del arte pueden salvarnos, haciendo que esas joyas que simbolizan el fuego helado de la muerte puedan transformarse en un detalle encantador cuando forman parte del vestido de una mujer enamorada.
El final de la pel¨ªcula, en el que se insin¨²a la posibilidad de un idilio entre Paula y su protector, no hace sino ilustrar la t¨ªpica solidaridad femenina de la clase media en Estados Unidos. Las buenas chicas se casan enamoradas, pero cuando dejan de estarlo deben recuperar la libertad para amar a otro. Y est¨¢ bien que sea as¨ª.
Este texto se incluye en el libro-DVD de Luz que agoniza que ma?ana ofrece EL PA?S.
De Hedy Lamarr a Ingrid Bergman
Luz que agoniza fue realizada en 1944. Sus int¨¦rpretes fueron Ingrid Bergman, Charles Boyer, Joseph Cotten, Dame May Whitty, Angela Lansbury, Barbara Everest, Emil Rameau, Edmund Breon y Halliwell Hobbes.
Director: George Cukor. Productor: Arthur Hornblow Jr. Gui¨®n: John van Druten, Walter Reisch, John L. Balderston y Patrick Hamilton, autor de la obra de teatro Angel Street, en la que se bas¨® el filme. M¨²sica: Bronislau Kaper. Fotograf¨ªa: Joseph Ruttenberg.
En Espa?a, el t¨ªtulo original, Luz de gas, se cambi¨® por Luz que agoniza, para evitar la confusi¨®n con una versi¨®n anterior. El papel de Paula se ofreci¨® inicialmente a Hedy Lamarr, para despu¨¦s desempe?arlo Ingrid Bergman, quien gan¨® con ¨¦l su primer Oscar. La cinta obtuvo, adem¨¢s, el Oscar a la mejor decoraci¨®n en blanco y negro.
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