Sinverg¨¹enzas

Un gigol¨® se dispone a escapar de una gran mansi¨®n ante la llegada del se?or de la casa y se despide de su amante, la hermosa se?ora. "Gracias por lo de anoche", le dice ella. En su huida, se topa con la madura ama de llaves, que tambi¨¦n le confiesa: "Gracias por lo de anoche". Ya en la verja de entrada, su coche tiene que dar un frenazo ante la amenaza de un enorme guardaespaldas armado. Baja la ventanilla y el primer chiste de la pel¨ªcula, el que va a marcar el nivel, se ve venir cinco segundos antes: "Gracias por lo de anoche". A partir de ah¨ª, la gracia de la rastrera, deleznable Deuce Bigalow: Gigol¨® europeo empeora con cada gag. Al segundo chiste el t¨¦rmino menos duro que se le puede adjudicar es el de hom¨®fobo. El tercero, adem¨¢s de ser hom¨®fobo, es altamente peligroso, pues est¨¢ mezclado con la pederastia. El cuarto, en un avi¨®n de pasajeros, est¨¢ copiado de Aterriza como puedas. S¨®lo han pasado cinco minutos y no hay quien aguante el ritmo de comicidad.

La desverg¨¹enza, la zafiedad, la misoginia y la homofobia presiden cada escena de la pel¨ªcula. Hasta que, hacia el minuto 45, se produce la incalificable secuencia que colma el vaso. El protagonista tiene una cita con una chica que lleva una especie de velo que le tapa desde los ojos hasta el cuello.

Seg¨²n confiesa la propia mujer, la gracia reside en que ¨¦sta tiene una malformaci¨®n cong¨¦nita que ha hecho que, en lugar de nariz, tenga un pene debajo de los ojos, que se empalma cuando se excita y que eyacula cuando estornuda, cosa que se demuestra poco m¨¢s tarde. ?Se puede ser m¨¢s sinverg¨¹enza? S¨ª, la mujer naci¨® en Chern¨®bil. Sin palabras.