Tal para cual

Vamos a dejarnos de milongas. El p¨²blico de Bilbao no entiende de toros nada y es adocenado como pocos. El presidente de Vista Alegre tiene menos sensibilidad, en t¨¦rminos toreros, que una lata de cerveza vac¨ªa. Ese "p¨²blico municipal y espeso", como Rub¨¦n Dar¨ªo sol¨ªa cifrar al llamado p¨²blico generalizado, no supo acoger como se merec¨ªa al paisano que tom¨® la alternativa ayer. La labor del toricantano Iv¨¢n Fandi?o en el toro de su alternativa -de manos de El Juli, con Salvador Vega como testigo- fue muy meritoria. Lo recibi¨® con lances rodilla en tierra. Inici¨® la faena con doblones muy toreros. Luego realiz¨® una faena por ambas manos con cierto gusto. Algunos pases le salieron algo atropellados y en ocasiones hubo carencia de temple. Mat¨® muy bien. Y el p¨²blico no reaccion¨®. Le pidieron la oreja con extremada timidez...

Pero donde el p¨²blico y presidente libraron una batalla por ver qui¨¦n era m¨¢s incompetente fue en el toro segundo de la tarde, primero de El Juli. El joven diestro madrile?o se marc¨® una faena de antolog¨ªa. Reparti¨® temple -muy en especial-, mando, lig¨® las pases magistralmente, estuvo variado. La mayor¨ªa de los derechazos y naturales estaban cargados de sentimiento. Se percib¨ªa que el interior del torero estaba lleno de gozo y felicidad. Daba ajustados muletazos salvando el c¨¢lido roce de la muerte. La encastada frente del toro se embeb¨ªa en la muleta del torero. Una vez el toro muerto, ese p¨²blico que regal¨® orejas a Padilla d¨ªas antes no sac¨® los suficientes pa?uelos para El Juli.

Sin embargo, en una faena de menos hondura, como fue la de su segundo toro, cuarto de la tarde, ah¨ª se entreg¨® y le concedi¨® una oreja...

Alguien se preguntar¨¢: ?qu¨¦ pinta el presidente en todo esto? Pinta que el presidente debi¨® inventarse m¨¢s pa?uelos de los que salieron al viento. Pudo pensar que como llov¨ªa y la gente ten¨ªa los impermeables puestos, les costaba encontrar los correspondientes pa?uelos. Todo eso y m¨¢s pod¨ªa haberse imaginado como disculpa. Hizo lo contrario a otras veces. Eso es, hacer caso de un p¨²blico que se abullanga sin ton ni son; el presidente sigue el ritmo de la bullanga y concede orejas a tutipl¨¦n. Ayer le falt¨® al presidente coraje y sensibilidad. La mancha para Bilbao y para ¨¦l puede quedar reflejada en que ambos se tornaron metaf¨®ricamente en una pandereta cuadrada.

Iv¨¢n Fandi?o en su segundo demostr¨® que tiene valor y ganas de ser torero. Salvador Vega, con el peor lote, estuvo lamentable.