Palabra nudo
Hay palabras que cuesta pronunciar, palabras devastadoras para quien las pronuncia o las escucha, y que, movidas por la emoci¨®n, forman un nudo en la garganta. Y hay palabras tambi¨¦n que, en s¨ª mismas, constituyen un nudo; palabras que se adelgazan y estiran, para estrangularse despu¨¦s en un sello hecho de sonido y significado.
La palabra nudo se hechiza a s¨ª misma. Tiene el poder de poner a dormir y de despertar, de dar y quitar, de invertir la corriente del r¨ªo. Es una palabra m¨¢gica.
Amarrada su embarcaci¨®n por falta de viento, el marinero finland¨¦s acud¨ªa a pedir la ayuda del brujo. Para que pudiera hacerse a la mar, ¨¦ste entregaba al marinero tres nudos. Si se abr¨ªa el primero, comenzaba a soplar una suave brisa, ese regalo que la sabia tradici¨®n marinera llama "la flor del viento"; si el segundo, un aire que hinchaba con fuerza las velas; de abrir el tercero, el aire se transformaba en viento huracanado. En el nudo estaba apresada la que podr¨ªa llamarse semilla del viento.
En el nudo, recinto cerrado, puede guardarse lo que es peligroso y lo que tiene capacidad de curar
En el nudo, recinto cerrado, puede guardarse lo que es peligroso y lo que tiene la capacidad de curar. Lo que se quiere, se oculta o se teme. Hecho de posibilidades, vida en estado latente, el nudo es un cruce en el tiempo.
Existe una especie de cactus, el peyote, que, junto al ma¨ªz, los ciervos y las ¨¢guilas, la religi¨®n de los indios huicholes mexicanos venera como a una deidad. Antiguamente, para obtener esta planta, de la cual depend¨ªan sus cosechas, la salud y el bienestar de la comunidad, los hombres de la tribu huichol deb¨ªan realizar un largo viaje. Todos los miembros de la tribu participaban en multitud de rituales y de tareas de purificaci¨®n destinadas a colaborar en el ¨¦xito de la empresa. La mujer no s¨®lo deb¨ªa permanecer casta durante ese periodo, sino eliminar toda huella de pecado, cualquier perturbaci¨®n que pudiera alterar el curso de la misi¨®n, en la que en realidad todos estaban embarcados. Pocos d¨ªas despu¨¦s de iniciarse el viaje, cada mujer rastreaba en su memoria el recuerdo de todos los hombres a los que hab¨ªa amado desde su infancia; tomaba una cuerda y por cada uno de sus enamorados, lo que es igual a decir por cada uno de sus deseos, hac¨ªa un nudo. Con la cuerda llena de nudos, la mujer se dirig¨ªa al templo y, tras pronunciar en voz alta los nombres de cada uno de ellos, la arrojaba al fuego del altar. En un alto en el camino, tambi¨¦n los hombres constru¨ªan hogueras, y en lo que equivale a un acto de confesi¨®n, repasaban sus faltas. Para quedar limpios y ser merecedores de esta planta, los hombres nombraban sus pecados y los trasladaban, convertidos en nudos, a una cuerda que despu¨¦s arrojaban al fuego.
Palabra anudada: quiz¨¢ las vocales tiran de un extremo de la cuerda y las consonantes del otro, desgarrando las s¨ªlabas; tiran con fuerza hasta ahogar en el nudo el sonido y el significado que un d¨ªa se encerr¨® en ¨¦l. Un a?o o un siglo m¨¢s tarde, deshecho el nudo de silencio, la palabra puede volver a formarse.
El nudo convoca la idea de tiempo; de pasado tra¨ªdo al presente. Al quemar el nudo, el pasado, el hito del tiempo, desaparece.
Porque habla de un eterno presente el signo matem¨¢tico del infinito es un nudo perfecto; igual que el "nudo sin fin" budista, emblema de longevidad y de alianza con la vida, un nudo que no tiene punto de comienzo ni punto final, "nudo magn¨ªfico" que representa el coraz¨®n de Buda y su conocimiento ilimitado y permanente.
La palabra nudo es tambi¨¦n un gran secreto, y como todos los secretos, al concentrarse, aumenta de forma ilimitada su poder. El nudo se deshace en la ceremonia, en el acto m¨¢gico. Mientras vive en forma de nudo, la palabra se lleva guardada; quiz¨¢ escrita y colgada al cuello como un amuleto bajo la ropa, o incluso escrita en la piel.
La primera referencia a la palabra m¨¢gica "Abracadabra" aparece en un tratado m¨¦dico del reinado del emperador S¨¦ptimo Severo. Es posible que la palabra sea corrupci¨®n de la voz sagrada gn¨®stica "Abraxas", que a su vez derivar¨ªa de otra antigua palabra sagrada, dirigida a Dios y que rogaba: "No me hagas da?o". Otros, remontan el origen de "Abraxas" al pitag¨®rico, Bas¨ªlides de Alejandr¨ªa, para quien esta voz, que nombra la divinidad, estaba dotada de trescientas sesenta y cinco virtudes. Por eso quiz¨¢ "Abracadabra", antes de convertirse en contrase?a de iniciados y sociedades secretas, tuvo poderes curativos, y repetida cierto n¨²mero de veces, curaba las fiebres. "Abraxas", el nombre de Dios, es el nudo por excelencia, que, pronunciado, obra el milagro de la sanaci¨®n.
La poes¨ªa entiende muy bien por qu¨¦ en el recinto cerrado de la palabra nudo, anillo perfecto, se concentra el poder m¨¢gico.
Recordemos el final del Mago Merl¨ªn. Cuando en el bosque de Broceliande, Merl¨ªn conoce a la bella Niniane, se enamora locamente de ella. Niniane hace prometer al mago que ¨¦ste le ense?ar¨¢ la totalidad de su arte. Ens¨¦?ame, le pide, a mantener encadenado a m¨ª a un hombre, sin necesidad de grilletes, ni de levantar muros a su alrededor; ens¨¦?ame a atarlo a m¨ª con palabras m¨¢gicas. A sabiendas de que ¨¦l mismo puede convertirse en v¨ªctima del encantamiento, Merl¨ªn sucumbe al deseo de Niniane y le entrega todo su saber. Podr¨ªa decirse que le ense?a a hacer un nudo, un nudo de amor del que es imposible escapar. Un d¨ªa, Niniane describe nueve c¨ªrculos de pasos alrededor de Merl¨ªn y nueve veces susurra las palabras m¨¢gicas, quedando Merl¨ªn en su interior, eternamente prisionero.
El poeta que indaga con palabras en el poder de la palabra, est¨¢ clavado ante la puerta de su cueva interior y busca su llave sonora. Atento a su respiraci¨®n, cree poseer la mitad de la palabra y espera la llegada de la otra mitad.
Consumada la palabra, aparece el mago, ¨¢lter ego del poeta, y la sella.
El nudo queda formado.
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