Castella cre¨® belleza
La Junta Administrativa tuvo el gran detalle de contratar a El Juli, para que sustituyera a C¨¦sar Rinc¨®n. Se dice gran detalle, porque pod¨ªan haberle sustituido por un torero no demasiado caro, y as¨ª ganaban dinero. Contrataron al torero m¨¢s cotizado de todos. La corrida a priori promet¨ªa mucho, en especial por ver a El Juli frente a El Cid. Ese duelo estaba en la mente de muchos aficionados. La verdad fue otra o algo distinta de lo que se esperaba.
El Juli en su primero realiz¨® un quite por chicuelinas muy ajustadas. La labor de la muleta se encuadra en una faena t¨¦cnica. Tore¨® con ambas manos, y abus¨® del pico. Tom¨® la muleta con la izquierda por el extremo del estaquillador. A contabilizar alg¨²n muletazo bueno. Su segundo toro al parecer hab¨ªa sido engendrado por un semental reci¨¦n salido de un geri¨¢trico bovino y una vaca lechera, de las que pintaba Rousseau, el Aduanero. Le sali¨® a los padres el toro m¨¢s parecido en comportamiento a un gato de Angora. Obviamente cuenta poco lo que gest¨® El Juli con esa clase de gat¨®n desalmado.
Alcurruc¨¦n / Juli, Cid, Castella
Toros de Alcurruc¨¦n, 1? y 3? buenos; manejable el 2?; los tres restantes descastados. El Juli: estocada desprendida y tres descabellos (ovaci¨®n); pinchazo, pinchazo hondo y descabello (vuelta al ruedo). El Cid: estocada corta tendida y descabello (ovaci¨®n); tres pinchazos y cuatro descabellos (silencio). Sebasti¨¢n Castella: pinchazo y estocada ca¨ªda (gran ovaci¨®n); estocada desprendida -aviso- (silencio). Plaza de Vista Alegre, 26 de agosto. 6? de feria. Cerca del lleno.
El Cid no supo acoplarse en su primero. El toro embest¨ªa con la cara alta. Reparti¨® el torero derechazos y naturales, pero sin llegar a calar en los espectadores. Tampoco su segundo toro val¨ªa nada, aunque lo pareciera. Lig¨® alg¨²n derechazo y alg¨²n pase por alto largo y hondo, y nada m¨¢s.
Lo m¨¢s torero de ayer estuvo en las manos del franc¨¦s Sebasti¨¢n Castella. La faena a su primer toro fue extraordinaria. Lo m¨¢s bello y rotundo visto en lo que va de feria. Puso de manifiesto que hay dentro de ¨¦l torero de altos vuelos. Esa faena la pod¨ªa haber firmado cualquiera de los grandes toreros que han pasado por el ruedo de Vista Alegre, desde 1962 a nuestros d¨ªas. Faltar¨ªa espacio para datar cuanto de bueno, hermoso, bello y hondo dibuj¨® el joven franc¨¦s.
Fue un festival de pases largos, ligados, templados, rematados por alto con una lentitud sublime. Cuando se ech¨® la mano a la izquierda brotaron naturales de enorme cadencia y calidad. Si llega a matarlo bien es posible que le hubieran concedido las dos orejas. En su segundo no pudo redondear la tarde, porque el toro no serv¨ªa.
A este torero le han pegado los toros, pero ¨¦l sigue queriendo ser figura del toreo. Y est¨¢ preparado para ello. No importa haber recibido heridas en su carrera, porque es posible que Cervantes hubiera escrito para ¨¦l aquella hermoso sentencia: "Las heridas que se reciben en las batallas antes dan honra que la quita".
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