Cruces por una ola perdida

"R.I.P. Mundakako olatua". Una decena de cruces de madera plantadas sobre la duna de Laida simboliza desde ayer la "muerte" de la famosa ola de Mundaka, considerada la m¨¢s larga de Europa y cabalgada hasta 2003 por los mejores surfistas con ocasi¨®n del Campeonato Mundial. Una treintena de aficionados a este deporte recorrieron ayer, remando en sus tablas, los 300 metros que separan la playa de la nueva duna de arena a la que responsabilizan de la desaparici¨®n de su terreno de juego. En su opini¨®n, los dragados de los fondos arenales realizados por el astillero Murueta y la realizaci¨®n de una duna de 10 metros de altura son la causa de la alteraci¨®n de las corrientes que hac¨ªan nacer el tubo izquierdo de fama mundial.

Los surfistas, descontentos por lo que consideran un desastre ecol¨®gico, lucharon con sus armas: tumbados sobre sus tablas, cruzaron la barra donde la famosa ola se levantaba hasta 2003. La mayor¨ªa de los participantes eran j¨®venes, pero esta at¨ªpica manifestaci¨®n de protesta cont¨® tambi¨¦n con la presencia de surfistas con una larga experiencia de su afici¨®n. Francisco, de 50 a?os y de nacionalidad brasile?a, nadaba as¨ª con los dem¨¢s, empujando a su hijo Kai, de tres a?os reci¨¦n cumplidos. Una decena de simpatizantes les acompa?aba desde tres barcos, anim¨¢ndoles con gritos y m¨²sica.

Llegados a la arena, los manifestantes derribaron simb¨®licamente algunos cent¨ªmetros cuadrados de la duna incriminada. Luego, desplegaron un cartel con un dibujo de la ola y un portavoz ley¨® una declaraci¨®n singular dirigida a "la mar", a medio camino entre la oraci¨®n religiosa y la protesta sindical.

Los convocantes, el club de surf de la localidad, la Federaci¨®n de Surf de Euskal Herria y la asociaci¨®n internacional Surfrider Foundation, no tienen nada de m¨ªstico, pero s¨ª muestran una fuerte preocupaci¨®n por el medio ambiente. Guillermo Lekumberri, responsable del club local, acusa sin tapujos al astillero de haber alterado el equilibrio natural de la r¨ªa que desemboca en Mundaka al realizar dragados que no respetaron su cauce natural.

La explicaci¨®n de los surfistas s¨®lo es una teor¨ªa, y el informe que las administraciones han encargado a la Fundaci¨®n Azti, la Universidad del Pa¨ªs Vasco y el patronato de la biosfera de Urdaibai deber¨ªa arrojar luz sobre las causas del cambio. Sin embargo, Lekumberri pone ya en duda la imparcialidad de las conclusiones que se entregar¨¢n en septiembre: "Azti realiz¨® un estudio antes del dragado y dijeron que no iba a pasar nada. Ahora, si concluyen que el astillero es responsable, tendr¨¢n que desmantelar las instalaciones". Una hip¨®tesis poco probable, estima.

Los deportistas no quieren esperar el informe de brazos cruzados. Acabaron su protesta desfilando con sus tablas por las calles del pueblo hasta concluir con una sentada frente al Ayuntamiento. Reclaman que los astilleros resuelvan "lo que han hecho mal". Explican que la perdida de la ola supone la desaparici¨®n del prestigio internacional de la localidad, que atra¨ªa a deportistas de todos los pa¨ªses. Como el estadounidense Mike Dobbos, que explicaba as¨ª su dilema: "Llevo aqu¨ª ocho a?os. Dej¨¦ todo lo que ten¨ªa para hacer surf en Mundaka. Considero este sitio como mi casa, pero tendr¨¦ que viajar para coger olas de calidad. Aqu¨ª ya no hay."