"El dinero de Galicia no le tiene miedo a la izquierda"
Jos¨¦ Luis M¨¦ndez, un ejecutivo brillante, un personaje clave en la vida econ¨®mica y social de Galicia, es un gallego que apuesta con rotundidad por su tierra. Vive el cambio pol¨ªtico poniendo a prueba dos de sus cualidades caracter¨ªsticas: serenidad y prudencia. Es tan pragm¨¢tico como lo es el dinero.
Pregunta. Es usted, se?or M¨¦ndez, uno de los poderes m¨¢s f¨¢cticos y m¨¢s reales de Galicia. Pero no s¨¦ c¨®mo habr¨¢ vivido que ese otro poder, el de las urnas, pudiera, esta vez, m¨¢s que su poder...
Respuesta. Realmente no sent¨ª la m¨¢s m¨ªnima preocupaci¨®n, porque siempre he pensado que los planteamientos pol¨ªticos y econ¨®micos no tienen por qu¨¦ ser antag¨®nicos, y menos en una comunidad como la nuestra, en donde la complementariedad es una de las tareas obligadas para seguir trabajando en la convergencia en la vida espa?ola. Pero no niego que en estos momentos nosotros estamos en una actitud expectante.
"Apuesto por Galicia, creo en su futuro, pero es el Gobierno el que tiene que acertar para crear riqueza"
"El Gobierno aut¨®nomo debe transitar con enorme cuidado en el tema fiscal. No queremos un modelo vasco"
P. No s¨¦ si, tras 16 a?os de poder de la derecha, el dinero gallego le tiene miedo a la izquierda.
R. Le aseguro que el dinero gallego no le tiene miedo a la izquierda. Es m¨¢s que evidente que Espa?a y, por tanto Galicia, est¨¢ inmersa en un sistema en el que la palabra miedo debe desaparecer. Otra cosa es que el poder pol¨ªtico utilice el poder de una forma u otra para alcanzar objetivos que estime convenientes. Pero miedo... El dinero fluye perfect¨ªsimamente con las reglas del mercado.
P. ?De verdad, no hay entre los empresarios gallegos quienes teman que el cambio pol¨ªtico ponga a Galicia patas arriba? ?Estar¨ªa dispuesto a tranquilizarles?
R. No, no... No es necesario que yo haga ese papel de tranquilizador. Aunque no le negar¨¦ que, como es l¨®gico, los empresarios gallegos expresen alguna incertidumbre respecto al futuro. Pero, sinceramente, no conozco a ning¨²n empresario que piense que, porque han llegado los socialistas, Galicia se vaya a poner patas arriba. Tenemos en nuestra econom¨ªa contundentes amortiguadores sociales que evitar¨ªan situaciones de ese tipo.
P. Y... "de ese tipo de situaciones", ?cu¨¢les son las que, a su juicio, debe evitar el Gobierno?
R. Le dir¨¦, sinceramente, que por donde se debe transitar con enorme cuidado es el tema fiscal.
P. Pues parece que ¨¦se ser¨¢ uno de los objetivos del sector nacionalista del nuevo Ejecutivo. Han advertido de que le van a "meter mano" al tema fiscal precisamente.
R. Si ellos entienden que "meter mano" al tema fiscal es ir a una soberan¨ªa fiscal, creo que ser¨ªa enormemente preocupante, ser¨ªa muy grave. Le dir¨¦, con rotundidad si quiere, que a m¨ª, a nosotros los empresarios gallegos, no nos cabr¨ªa en la cabeza que alguien en el Gobierno de Galicia estuviera pensando en un modelo vasco, por ejemplo. Los empresarios somos claramente partidarios de mantener el sistema fiscal actual, o bien aumentando el cupo de participaci¨®n en los impuestos que recauda el Estado, pero siempre subordinado a un concepto claro, la solidaridad territorial que mantiene la cohesi¨®n del Estado espa?ol.
P. ?Cree que Touri?o est¨¢ en condiciones de frenar las tentaciones, las ambiciones mim¨¦ticas, de los nacionalistas gallegos en el ¨¢mbito fiscal?
R. Creo que el presidente de la Xunta est¨¢ en perfectas condiciones para imponer su criterio en el tema fiscal. Pero adem¨¢s creo que esa pretensi¨®n de los nacionalistas no se ajusta de ning¨²n modo a las necesidades de la econom¨ªa gallega.
P. Por razones obvias, muchos sectores de esa econom¨ªa gallega se est¨¢n sumando al carro del "cambio necesario"... ?Y usted? ?Piensa que el PP, que Fraga, merec¨ªa todav¨ªa otra oportunidad tras 15 a?os de Gobierno?
R. Con toda franqueza, soy de los que piensan que el acontecer de los ¨²ltimos a?os en Galicia ha sido una de las etapas hist¨®ricas m¨¢s florecientes y que, precisamente por eso, se ha generado el cambio en esa cultura de la modernidad, de progreso. No por la necesidad de un cambio pol¨ªtico significativo como el que se ha producido con la conjunci¨®n estrat¨¦gica de dos fuerzas pol¨ªticas.
P. No se me escape... ?cree que la derecha ya estaba amortizada, o no?
R. Mire, las opiniones personales en pol¨ªtica tienen la dimensi¨®n que tienen que tener ante la realidad de los hechos. Pero nadie puede negar que el presidente Fraga ha hecho una labor de Estado en Galicia, sinceramente.
P. Sigo sin saber qu¨¦ es lo que espera, y lo que pueda temer, del cambio pol¨ªtico, usted, que es el due?o, o uno de los due?os del dinero de Galicia.
R. Yo no soy el due?o del dinero gallego, tan s¨®lo soy el leal administrador de una parte... Pero le dir¨¦ sin rodeos que personalmente espero que se intensifique una pol¨ªtica de crecimiento del PIB que permita una convergencia mucho m¨¢s r¨¢pida con la media espa?ola, que el Gobierno fomente pol¨ªticas de generaci¨®n de empleo permanente y continuo. El presupuesto debe concentrarse en actividades que generen riqueza en un corto tiempo.
P. O sea, que le van a exigir al nuevo Gobierno que logre el salto milagroso a esa ansiada modernidad respecto a la que Galicia sigue estando a la cola.
R. Galicia necesita un nivel de desarrollo m¨¢s intenso para poder alcanzar una media nacional que consiga equilibrar la situaci¨®n de cierta debilidad de la Galicia interior respecto de la Galicia costera, donde el desarrollo es notable. Es evidente que, si se hace abstracci¨®n del conjunto de la econom¨ªa gallega y se eligen ¨¢reas como A Coru?a o Vigo, esos niveles de comparaci¨®n no se alejan tanto de cualquier otra zona de Espa?a.
P. El atraso de la Galicia rural, de la que prefiere olvidarse, ha sido la asignatura pendiente de la derecha. Usted debe de conocer las causas de ese atraso que ya parece end¨¦mico, ?no?
R. Probablemente la ra¨ªz de esa situaci¨®n haya que buscarla en la ausencia de infraestructuras. Pero tambi¨¦n hay pautas de comportamientos sociales que nos permiten ver c¨®mo las dos Galicias funcionan en muchas cosas como si fueran dos sociedades diferentes. Es verdad que en estos momentos la Galicia interior necesita de un apoyo mucho m¨¢s intenso, sobre todo de sectores que tengan verdadera capacidad para generar riqueza.
P. Dicho claramente, que el dinero ir¨¢ donde haya dinero. ?No cree que el dinero, las caixas, su Caixa, tiene alguna responsabilidad en la ausencia de pol¨ªticas de inversi¨®n en la Galicia del interior?
R. Le aseguro que las cajas, y en concreto la nuestra, han tenido y seguir¨¢n teniendo una actuaci¨®n importante en el desarrollo del interior. Pero lo importante es que el Gobierno, y espero que lo haga, tiene que abordar de una vez por todas el reordenamiento del territorio, de la poblaci¨®n y una pol¨ªtica de inversiones que busque tambi¨¦n la rentabilidad de las apuestas que se hagan.
P. Reconozca que no es razonable esperar que un cambio pol¨ªtico acabe de un plumazo con una estructura que conserva unas formas arcaicas que han favorecido una suerte de caciquismo, con perd¨®n.
R. Creo sinceramente que ese dibujo que hace no responde a la realidad de Galicia, sino que parece una caricatura. Galicia tiene hoy una clase empresarial emergente con valor y peso real en nuestra econom¨ªa, que es ya su aut¨¦ntico motor de desarrollo, y que adem¨¢s est¨¢ dando lugar a la irrupci¨®n de una Galicia social y econ¨®mica que se diferencia de la Galicia que ven los algunos pol¨ªticos. Y ese poder econ¨®mico, en el que nosotros confiamos, en nada se parece a ese otro poder... antiguo, que ya no existe. La clase empresarial gallega, en la que creo y por la que nosotros -eso que usted ha identificado como "el dinero gallego"- apostamos, es una realidad que ha logrado abrir mercados exteriores donde nuestros productos son capaces de competir en campo abierto, algo impensable hace 20 a?os. As¨ª que comprender¨¢ que yo no crea en esa Galicia anterior, que no significa ignorar la debilidad relativa de la Galicia del interior
P. Usted ha dado muestras de un singular instinto para apostar por el futuro de Galicia cuando a¨²n era s¨®lo futuro. ?Qu¨¦ le llev¨® a hacer esa apuesta?
R. Mire, es que... La necesidad nos oblig¨® a los gallegos a apostar por nuestra tierra, una tierra dif¨ªcil y en algunos momentos carente de esperanzas. Durante mucho tiempo, Galicia tuvo que buscar una v¨¢lvula de salida a sus problemas sociales: la emigraci¨®n. Esa opci¨®n, obligada, nos debilit¨® enormemente, pero hoy estamos demostrando que somos capaces de hacer las cosas por lo menos igual que el de enfrente, y en algunos casos, mejor. La clave est¨¢ en que yo siempre he cre¨ªdo en mi tierra, no me he dejado desmoralizar por los t¨®picos. La sociedad gallega est¨¢ dando una respuesta de madurez a ese reto que a usted le gusta llamar modernidad y que yo prefiero identificar como desarrollo. En los ¨²ltimos a?os Galicia est¨¢ reverdeciendo. (...) Manejo con orgullo y realismo las cifras de nuestro crecimiento universitario: 80.000 estudiantes en Galicia. La m¨¢quina del conocimiento va a transformar Galicia de manera irreversible. Y la responsabilidad del mundo del dinero y de la empresa es hacerla funcionar a toda velocidad.
P. D¨ªgame, ?qu¨¦ le quita m¨¢s el sue?o: la "advertencia" del Bloque de "ordenar" el funcionamiento de las caixas o la posibilidad de que llegue a imponerse un proceso estatutario similar al de Catalu?a.
R. Si la intenci¨®n del sector nacionalista del Gobierno aut¨®nomo es interferir en las cajas, me preocupar¨ªa, l¨®gicamente. Mire, hoy no se puede entender nuestra econom¨ªa sin el peso, tan determinante, que tienen sus dos caixas. Creo que no hace falta ninguna modificaci¨®n de ning¨²n tipo, dada su eficaz presencia en todos los procesos del desarrollo econ¨®mico de Galicia. Pero como buen banquero que soy, dicho sin modestia, prefiero esperar y pronunciarme sobre los hechos cuando se produzcan. En cuanto al riesgo de una aventura a la catalana para Galicia, la verdad es que me preocupar¨ªa, y mucho.
P. ?Quiere decir que al dinero gallego no le gustar¨ªa una deriva auton¨®mica a la catalana en Galicia?
R. Al m¨ªo, al dinero de Caixa Galicia, no.
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