Polonia conmemora dividida los 25 a?os de Solidaridad
El presidente Kwasniewski reconoce el papel de Lech Walesa en la democratizaci¨®n del pa¨ªs
El 25? aniversario de la firma de los acuerdos de Gdansk, que desencadenaron el proceso que acab¨® con el comunismo en Europa, se celebra en Polonia con actos festivos, una elevada dosis de desencanto e intercambio de acusaciones entre los protagonistas de la fundaci¨®n del primer sindicato independiente en un pa¨ªs comunista. El l¨ªder de la huelga del legendario astillero de Gdansk y primer presidente poscomunista, Lech Walesa, anunci¨® su baja de Solidaridad.
El actual presidente de Polonia, el ex comunista Alexander Kwasniewski, reconoce tras a?os de enemistad el papel de pionero de Walesa y afirma: "La experiencia de Solidaridad nos ense?a que en la historia no hay nada imposible".
El astillero de Gdansk, escenario de la huelga que pari¨® el sindicato "libre e independiente del partido", puede considerarse el s¨ªmbolo palpable de la decadencia y el desencanto de un movimiento obrero que fue capaz de poner en marcha el proceso que acab¨® con el comunismo en Europa. En los d¨ªas de mayor pujanza llegaron a trabajar hasta 17.000 obreros en el astillero, pero el a?o 1996 quebr¨® y qued¨® absorbido por el de la vecina Gdynia. Hoy la plantilla del astillero de Gdansk apenas llega a 2.500 asalariados. Los d¨ªas ¨¦picos de la huelga del B¨¢ltico son patrimonio de una historia que los j¨®venes polacos casi no conocen y que muchos viejos evocan con un poso de amargura. El veterano corresponsal de la agencia Efe en Varsovia, que vivi¨® en Polonia todos los avatares de su reciente historia, Jorge Ruiz, lo resume con precisi¨®n: "Veinticinco a?os despu¨¦s del nacimiento del sindicato Solidaridad sus grandes conquistas, la democracia y la libertad se ven empa?adas por la corrupci¨®n, el paro y el ego¨ªsmo de los pol¨ªticos".
Una encuesta del peri¨®dico Rzeczpospolita constata que un 76% de los polacos considera que su vida personal no mejor¨® e incluso empeor¨® con Solidaridad y la democratizaci¨®n del pa¨ªs. Seg¨²n ese sondeo, un 85% considera el paro, que alcanza el 18%, como el mayor fracaso de Solidaridad, un 58% la corrupci¨®n y un 52% la pobreza. Como aspectos positivos, un 52% menciona la libertad de expresi¨®n, un 47% la entrada de Polonia en la Uni¨®n Europea y un 40% la pertenencia a la OTAN.
El antiguo disidente y despu¨¦s consejero del sindicato independiente Adam Michnik, hoy director del diario m¨¢s influyente de Polonia, Gazeta Wyborcza, parece no encontrar explicaci¨®n para el estado an¨ªmico de sus compatriotas en el aniversario de la firma del acuerdo que abri¨® las puertas a Solidaridad: "Veneramos con enorme devoci¨®n la insurrecci¨®n de Varsovia en 1944 contra los nazis, aunque en t¨¦rminos pol¨ªticos no aport¨® nada a los polacos, pero cost¨® la vida a decenas de miles de patriotas y la destrucci¨®n de casi el 80% de la misma. Al mismo tiempo, rechazamos y menospreciamos la transici¨®n a la democracia conseguida por Solidaridad sin derramar una gota de sangre".
Huelga en el B¨¢ltico
La chispa que provoc¨® la huelga del astillero que luego se extendi¨® por la costa del B¨¢ltico y a todo el pa¨ªs fue el despido el 7 de agosto de 1981 de la conductora de gr¨²a Anna Walentynowicz. Walesa, que estaba despedido desde las protestas sociales de 1970, salt¨® la verja, entr¨® por la noche al recinto del astillero y se convirti¨® en el l¨ªder de la huelga que en s¨®lo 18 d¨ªas hizo doblar la rodilla a un r¨¦gimen comunista impuesto en Polonia por el peso de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Como s¨ªmbolo de la discordia y al mismo tiempo de lo heterog¨¦neo de las fuerzas que se agruparon bajo el logotipo de Solidaridad Walentynowicz, vinculada hoy d¨ªa con las fuerzas de la ultraderecha nacionalista, acusa a Walesa de agente de la polic¨ªa pol¨ªtica comunista. Otro de los dirigentes de Solidaridad de la primera hora y desde una posici¨®n de izquierda, Andrzej Gwiazda, incide en la misma denuncia de la traici¨®n de Walesa y acusa a Solidaridad de haber renunciado a sus principios.
Por otra parte, la conmemoraci¨®n del 25? aniversario de la firma de los acuerdos de Gdansk parece haber reconciliado de forma definitiva a Walesa con su sucesor en la presidencia de Polonia Kwasniewski que ya se hab¨ªan estrechado la mano en Roma ante el cad¨¢ver del papa polaco Juan Pablo II. En uno de los actos de estos d¨ªas Kwasniewski, que era ministro de la Juventud en los estertores del r¨¦gimen comunista, reconoci¨® el papel pionero de Walesa: "Hoy d¨ªa no me cabe la menor duda de que su visi¨®n de Polonia iba en la direcci¨®n correcta". Kwasniewski, que dijo que ¨¦l se encontraba en el otro lado de la barricada, a?adi¨® unas palabras que sin duda colmaron de satisfacci¨®n el ego de Walesa: "Vivimos en una Polonia libre y no habr¨ªa una Polonia libre sin usted, se?or presidente Walesa, y sin las numerosas personas aqu¨ª presentes", en alusi¨®n a otros compa?eros de Solidaridad.
Solidaridad lleg¨® a contar con 10 millones de afiliados. Transformado en partido pol¨ªtico, Solidaridad gan¨® las primeras elecciones libres de junio de 1989.
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