La novela y sus resistencias
Juan Iturralde (Salamanca, 1917-Madrid, 1999) es el seud¨®nimo del abogado del Estado Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez-Prat, escritor escaso, tard¨ªo y profundo, que public¨® dos novelas m¨¢s bien cortas en un solo volumen (El viaje a Atenas y Labios descarnados, Seix Barral, 1975); otra larga que es una obra maestra (D¨ªas de llamas, La Gaya Ciencia, 1979), una de las mejores novelas inspirada en nuestra Guerra Civil, y que no logr¨® publicar Hans y las lluvias de abril por desavenencias con su editor de entonces (Ediciones B de la ¨¦poca), lo que le llev¨® a reescribirla varias veces y a intentar destruirla en su desesperaci¨®n. La salv¨® su hijo Alejandro P¨¦rez-Prat, que la presenta en esta edici¨®n real y virtual a la vez, pues es un adicto a los servicios de Internet, a trav¨¦s de los que nos la ofrece con toda la informaci¨®n en sus manos (y el producto es real y consistente). Tras la peque?a fama alcanzada, Iturralde se coloc¨® como un raro, un riguroso escritor apto para minor¨ªas, se hundi¨® en el marasmo actual del mercado (que es lo que ha sustituido a la "Literatura", seg¨²n B¨¦rtolo) y ya no pudo seguir su carrera, seg¨²n confiesa aqu¨ª su hijo, protagonista de este rescate bastante imposible, pues el producto, aun siendo de calidad, no es suficientemente "practicable".
HANS Y LAS LLUVIAS DE ABRIL
Juan Iturralde
Pr¨®logo de Constantino B¨¦rtolo Edici¨®n de Alejandro P¨¦rez Prat
literaturas.com (Libros)
376 p¨¢ginas. 16,50 euros
(venta a trav¨¦s de Internet)
La literatura de Juan Iturralde se apartaba ya, en los tres libros publicados, de todo lo que se hac¨ªa (y se hace) en las letras espa?olas. Es una literatura densa, profunda (que llam¨® la atenci¨®n de Alberto Oliart, Juan Benet, Juan Garc¨ªa Hortelano, Carmen Mart¨ªn Gaite y algunos otros). El lanzamiento por Internet supone un riesgo bastante aventurado. Se trata de otra exploraci¨®n sobre la muerte, inacabada adem¨¢s -deliberadamente, como en sus tres novelas anteriores-, donde la inminencia de lo fatal queda en suspenso, aunque siempre dentro de una f¨¢bula transparente, que se deja leer con toda claridad, siempre con un grado de misterio, valga la paradoja.
El misterio se acent¨²a y hasta se hace impenetrable en esta p¨®stuma e inacabada Hans y las lluvias de abril, a la que creo que el pr¨®logo de B¨¦rtolo no llega a comprender del todo y se pasa un poco. No se olvide que es una novela inacabada (la colecci¨®n se llama "incompletos", y su propio hijo confiesa que es un montaje de ruinas, pues est¨¢ seleccionado de diversas carpetas dispersas, aunque basado sobre todo en una posible primera versi¨®n, con a?adidos de otras para "hilar" un relato "practicable", como es l¨®gico en la edici¨®n a la que va destinada). Creo que se hubiera podido optar por una edici¨®n m¨¢s completa, reuniendo todas las carpetas por orden de su redacci¨®n, lo que ser¨ªa m¨¢s cient¨ªfico, aunque menos "legible". Es una novela sobre el tema de "la pasi¨®n", basada en el mito de "Fausto", o al menos inspirada en ¨¦l seg¨²n sus declaraciones.
La voz narradora es la de un paciente esquizofr¨¦nico alem¨¢n, en una ¨¦poca situada en M¨²nich, desde los tiempos de Hitler hasta los de la banda Baader-Meinhoff, del orden y el dogma al caos, quien para contar su vida se desdobla en otro espejo, Hans, que se le parece mucho, aunque no del todo, y nos cuenta varias vidas imaginadas, bajo la f¨¦rula de un "Fausto" (el doctor Sabazyus) y de un diablo (Asmodeus), bajo la pasi¨®n hacia una "Margarita" (Frida). Pero las im¨¢genes se multiplican, se confunden y, a pesar del rigor expresivo y la densidad de la prosa, la lectura carece de la necesaria soluci¨®n de continuidad, no acaba de resolverse en un relato m¨¢s o menos congruente. La mitolog¨ªa germ¨¢nica est¨¢ muy presente, y muy bien controlada, los sucesos son apasionantes, las muertes de Gertrude, los amores de Gudrun, las esposas anteriores del narrador, siempre des-construido, las mezclas de ciencia y medicina, y el sanatorio no recuerda al de La monta?a m¨¢gica, ni el Fausto al Doctor Faustus, que es mucho m¨¢s realista. Del m¨¢ximo orden perseguido -el del nazismo y Hitler- se desemboca en el caos del anarquismo, del terrorismo, de la banda Baader-Meinhoff, del triunfo del conservadurismo feroz de Frans-Josef Strauss (que los "suicid¨®" a todos), como el hundimiento de todo en el caos, como el anticipo de George W. Bush en Irak y todos tan contentos. ?sta es una gran novela a trozos, a chispazos, pero que no acaba de cuajar, la mayonesa no ha terminado de ligar del todo. De aqu¨ª queda la literatura como ambici¨®n, como un recuerdo, el de la gran D¨ªas de llamas, que s¨ª llega a su nivel, al de la gran literatura de siempre, que recuerda Constantino B¨¦rtolo en su certero pr¨®logo donde coloca esta novela al nivel de las mejores. Lo dem¨¢s son recuerdos dispersos de esa literatura difunta, a la que el mercado nunca llegar¨¢ a sustituir, ya lo ver¨¢n ustedes y ustedes conmigo, gracias, si puedo y con perd¨®n.
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