Lo de Pat
Zeppo anunciaba: "Pap¨¢, el hombre de la basura est¨¢ aqu¨ª". Y Groucho respond¨ªa: "Dile que no la queremos". Era una de las r¨¦plicas preferidas de los hermanos Marx y no estar¨ªa mal adoptarla como lema internacional. Eso pens¨¦, "el hombre de la basura est¨¢ aqu¨ª", cuando el predicador Pat Robertson, una de las voces cantantes de la plaga neocon, expuso la pasada semana en p¨²blico, en su programa televisivo, la conveniencia de que Estados Unidos, su Gobierno, tomara la iniciativa de deshacerse del presidente de Venezuela. He tenido que releer las informaciones. Quiz¨¢s Robertson y yo hab¨ªamos bebido m¨¢s de la cuenta ese d¨ªa. Adem¨¢s, consult¨¦ el ¨ªndice onom¨¢stico de la Biblia y no encontr¨¦ ninguna referencia a Hugo Ch¨¢vez. Tampoco a Pat, lo que me sorprendi¨®: cre¨ªa que ten¨ªa m¨¢s influencia. No, la noticia no era una alucinaci¨®n. Lo que dijo Robertson con precisi¨®n fue lo siguiente: "Si ¨¦l [Ch¨¢vez] cree que estamos intentando asesinarle, creo que deber¨ªamos tomar la iniciativa y hacerlo". Ignoro si alg¨²n espectador llam¨® al programa para decirle que no quer¨ªa esa carga extra de basura. Cuando se propone un crimen de forma tan consciente, hay que preguntarse a qui¨¦n beneficia. Hugo Ch¨¢vez lleva puesto como protector el escapulario de Maisanta, conocido en Venezuela como el ¨²ltimo hombre a caballo. Tal vez lo que anhela Pat no es el hombre, sino el escapulario. Como estamos hablando en confianza, entre cristianos, debo decir que me conmovi¨® sinceramente la reacci¨®n del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. Para restar importancia a la propuesta criminal del c¨¦lebre predicador, Donald declar¨® que los ciudadanos privados "dicen ese tipo de cosas todo el tiempo". ??sa es la opini¨®n que tiene Rumsfeld de su propio pa¨ªs? ?Est¨¢n el d¨ªa entero entregados a un chismorreo cainita o preocupados por los desastres en que los est¨¢n metiendo estos repartidores de basura? El efecto de la extrema derecha transg¨¦nica es similar al del ma¨ªz de la misma clase: acaba usurpando todo el paisaje pol¨ªtico y vampirizando la sociedad de la que se nutre. No hablemos ya de Dios. Si en los ¨²ltimos dos mil a?os ha habido problemas para localizarlo, ahora por lo menos tenemos una pista. Debe estar congelado, y aterrado, dentro de un pavo en la nevera del telepredicador.
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