Propuesta tard¨ªa de pacto urban¨ªstico
Cerr¨¢bamos el a?o pol¨ªtico glosando una oferta del Consejero de Territorio y Vivienda, Rafael Blasco, para concordar con los partidos de la oposici¨®n -y especialmente con el PSPV, por mayoritario- un modelo urban¨ªstico a fin de salvaguardarlo de las opciones partidarias y de las codicias predadoras. Ha comenzado el curso con la reiteraci¨®n de la oferta, en esta ocasi¨®n por el mismo presidente de la Generalitat. El asunto, ciertamente, es lo bastante importante como para justificar el consenso sobre lo que es, y sobre todo habr¨ªa debido de ser, una cuesti¨®n de Estado. La respuesta no ha tardado en llegar: calabazas.
No parece que tal respuesta ni su destemplanza hayan sorprendido a nadie. Y menos que a nadie al Gobierno, ya que su gesto tiene todos los visos de haber sido hecho mirando a la galer¨ªa para exprimir medi¨¢ticamente tal rechazo. De sobra sab¨ªan el presidente y su consejero que los socialistas -aun siendo expertos en caer en todas las enceladas- no pod¨ªan bendecir el urbanismo intensivo que se viene desarrollando, ni dar por santos y buenos los proyectos legislativos que est¨¢n a punto de debatirse, como son la ley del golf y la nueva Ley Urban¨ªstica Valenciana.
Si el PP hubiera tenido alg¨²n inter¨¦s cierto en pactar una pol¨ªtica territorial y urban¨ªstica, tan vital para el futuro del Pa¨ªs, ya habr¨ªa formulado su propuesta en tiempo y forma a lo largo de los dos lustros que lleva gobernando. Claro que igual ha cre¨ªdo, como declara, que nunca hasta ahora se hizo un urbanismo tan cabal y bien planificado, y que para ese viaje no necesitaba el concurso o la complicidad de nadie, cuando son obvios los abusos cometidos, tal como revelan las protestas de no pocos municipios ahogados por la saturaci¨®n y los d¨¦ficit de estructuras y servicios, por no hablar de los desmanes que se constatan a poco que se viaje.
La respuesta de los socialistas no ha podido ser otra en estos momentos, sobre todo si la contribuci¨®n que se les pide es que validen las leyes citadas y asuman acr¨ªticamente tanto lo hecho estos a?os como lo que se cuece y que tiene la pinta de condensar todo el esfuerzo en la promoci¨®n del golf -lo que me parece plausible, si hay agua para ello- y la movilizaci¨®n de millones de metros cuadrados de superficies edificables. De alg¨²n modo habr¨¢ que colmar el vac¨ªo que deja la crisis o devastaci¨®n de la industria tradicional. ?Hay acaso otra alternativa, cuando es innegable que nunca ha tenido este pa¨ªs tanto nuevo rico, ni incluso tanta riqueza?
Suelen o solemos no pocos comentaristas poner a caldo a los gobernantes ind¨ªgenas por sus pol¨ªticas urban¨ªsticas, que son las que son y resultan tan dif¨ªcil de diferenciar por su vitola, ya del PP, ya del PSPV. De lo cual colegimos que tampoco el partido hegem¨®nico de la oposici¨®n ha madurado un modelo alternativo al conocido. Y no se le pide un plan detallado, ni siquiera un ejercicio de prospectiva del que al menos se desprenda una idea general del territorio, que habr¨ªan de tener y predicar a fin de que su discurso no se encierre en la mera negaci¨®n o el dicterio, con lo que, tambi¨¦n en este apartado, se homologan con sus antagonistas, los populares.
No nos cabe duda de que un d¨ªa u otro los partidos pol¨ªticos, por su propia iniciativa o por la presi¨®n del empresariado, habr¨¢n de sentarse a decidir qu¨¦ modelo territorial es el que conviene al inter¨¦s general y mayoritario de los valencianos. Ser¨¢ un ejercicio de madurez pol¨ªtica, como ha descrito el secretario de la Federaci¨®n de Promotores Inmobiliarios, Benjam¨ªn Mu?oz, pero es un ejercicio que todav¨ªa est¨¢ verde. Ha funcionado en la reforma del Estatuto, que al vecindario se la ten¨ªa al fresco, pero tambi¨¦n se ha consensuado la eliminaci¨®n de basuras. No es impensable el d¨ªa en que socialistas y populares, como partidos alternativos y asimilados, limen asperezas y sean consecuentes con sus compartidos criterios acerca del modelo urban¨ªstico.
Llegado el d¨ªa, que no ser¨¢ en esta legislatura, deber¨ªa invitarse a la mesa a todas las siglas con presencia parlamentaria o s¨®lo municipal. En tan decisivo asunto nadie debe quedarse al margen ni marginado.
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