"Soy un escritor peregrino"
Una nueva novela del escritor brasile?o Paulo Coelho (R¨ªo de Janeiro, 1947) es siempre un acontecimiento mundial. La nueva obra del autor de El alquimista, que sale ahora en Espa?a, tiene un nombre ¨¢rabe, El Zahir (Planeta), derivado de la cultura isl¨¢mica y que puede significar, entre muchas otras cosas, algo que est¨¢ siempre presente, siempre visible. Es la obra m¨¢s autobiogr¨¢fica de Coelho, que se mueve entre la ficci¨®n y la realidad, entre la locura y la santidad.
La obra inici¨® con un rev¨¦s su lanzamiento mundial, que tuvo lugar en Ir¨¢n, donde enseguida fue prohibida su venta. A partir de ah¨ª, El Zahir, que tiene como protagonista a una cronista de guerra conocida por el autor, ya ha conseguido el primer puesto en las listas de los libros m¨¢s vendidos en Brasil, Reino Unido, Francia, Italia, Suiza, India, Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa, Colombia, Argentina, M¨¦xico, Bulgaria, Polonia, Croacia, Estonia, Grecia, Georgia, Lituania, Austria y Ucrania. El Zahir ha sido elegido por Kirkus Reviews como uno de los 20 libros de m¨¢s ¨¦xito del pr¨®ximo oto?o.
"Los verdaderos art¨ªfices del ¨¦xito son los lectores, sobre todo el boca a boca"
"Escribir una obra complicada y oscura es mucho m¨¢s f¨¢cil que escribir con claridad"
Desde su retiro en Tarbes ( Francia), donde vive con su esposa, la artista pl¨¢stica Christina Oiticica, en un molino transformado en habitaci¨®n, aunque sin abandonar su piso de Copacabana, en R¨ªo de Janeiro, Paulo Coelho concedi¨® una entrevista a EL PA?S, expresando lo que siente con la publicaci¨®n de El Zahir y su repercusi¨®n el mundo.
Pregunta. Todos sus libros acaban siendo un ¨¦xito de ventas en todo el mundo. El Zahir lo es tambi¨¦n. ?Lo achaca a una operaci¨®n de marketing o a algo m¨¢s?
Respuesta. Nunca est¨¢ asegurado el ¨¦xito de un libro, porque cada uno es una aventura, un desaf¨ªo. Por eso produce adrenalina. Considero que s¨®lo el marketing no crea el ¨¦xito de un libro. Los verdaderos art¨ªfices del ¨¦xito de una obra son los lectores, sobre todo el boca a boca.
P. El Zahir es enormemente autobiogr¨¢fico. ?No le ha dado un poco de miedo exponerse de ese modo?
R. No. Lo que he sentido ha sido un gran alivio. La verdad es fundamental para un di¨¢logo con los lectores. Es ella la que nos hace libres. De hecho, su respuesta, como ya hab¨ªa ocurrido con Las confesiones de un peregrino, donde abr¨ª mi alma con total sinceridad, sin ocultar las zonas oscuras, est¨¢ siendo esta vez extraordinaria. Me entienden y se muestran m¨¢s cercanos a m¨ª.
P. Siempre se ha dicho que su literatura es m¨¢s fruto de la paradoja que de la l¨®gica, m¨¢s oriental que aristot¨¦lica. En sus libros, como ocurre en los evangelios cristianos, una cosa puede ser a la vez ella y lo contrario. Jes¨²s, que proclamaba la bienaventuranza de los pac¨ªficos, dec¨ªa que hab¨ªa venido a traer la espada. Y lo tacharon de loco.
R. Es que yo soy una paradoja. Por eso lo es tambi¨¦n mi literatura. La paradoja es una tensi¨®n de mi alma, que es la del arco que se tensa y se relaja a la vez. Entiendo que hay que tener valores en la vida, pero al mismo tiempo siempre he abogado por la incoherencia, porque la vida no es est¨¢tica, sino din¨¢mica, en constante flujo y reflujo.
P. La protagonista de El Zahir es una mujer feliz, bien casada, con ¨¦xito, que aparentemente lo tiene todo en la vida. Y, sin embargo, se separa y se va como cronista de guerra. ? Por qu¨¦ cree que tantos matrimonios acaban rotos?
R. Porque generalmente las personas se prometen metas inalcanzables. Quieren ser felices, quieren casarse porque los otros se casan. Quieren tener ¨¦xito, hijos, triunfar. Todo menos la b¨²squeda de un verdadero amor. Lo esperan todo, menos ese gran amor que no siempre tiene que ver ni con el ¨¦xito, ni con el casarse, ni con los hijos.
P. Choca a veces su rechazo de la felicidad en la vida.
R. Es que yo no creo que la felicidad sea un valor. Me preguntan por qu¨¦ r¨ªos discurre mi felicidad. Es que los r¨ªos por los que yo me deslizo no van en busca de la felicidad, sino de la aventura. Para m¨ª la vida es como un gran viaje en el que me encuentro con mis lectores, que tambi¨¦n caminan a la b¨²squeda de su destino. El viaje es la gran met¨¢fora tanto del escritor como de la vida misma.
P. ?Por qu¨¦ le leen tantas mujeres?
R. Eso era m¨¢s al principio. Ahora me leen tambi¨¦n muchos hombres. Es que, adem¨¢s, hoy las mujeres leen m¨¢s que los hombres. Son m¨¢s curiosas y, como a la protagonista de El Zahir, les gusta la aventura.
P. Usted es un luchador, un hombre de espada, pero tambi¨¦n un hombre que no renuncia a una cierta espiritualidad en su vida. ?C¨®mo reza?
R. Rezo con la imagen del arco y la flecha. No soy un contemplativo. Soy un hombre de acci¨®n. Necesito hacer. Suelo practicar el m¨¦todo oriental Kyundo. Rezo caminando, rezo mientras trabajo, a cualquier hora.
P. ?Tiene nombre su dios?
R. Mi dios es el Verbo, la Palabra. El que se revel¨® a Mois¨¦s: "Yo soy el que soy".
P. ?C¨®mo explica que, contrariamente al pasado, los mayores escritores de hoy se apelliden agn¨®sticos o ateos?
R. Porque tienen miedo de que aceptar esa frontera de misterio que existe, nos guste o no, les haga inferiores. Yo no tengo miedo a aceptar que existe algo que a¨²n no sabemos explicar. Y eso no me humilla. Al rev¨¦s, me hace ser m¨¢s curioso.
P. Su novela tiene nombre ¨¢rabe y sale en un momento en el que el mundo isl¨¢mico, aunque injustamente, est¨¢ en entredicho a causa del terrorismo mundial. ?Ha sido una casualidad o un prop¨®sito?
R. Ha sido una casualidad, pero es verdad que yo siempre he sido un enamorado de la cultura isl¨¢mica, cuya literatura ha inspirado tanto mi literatura. Es una cultura que siempre ha lanzado puentes hacia la esperanza.
P. Siempre ha tenido, en sus obras, una especie de obsesi¨®n por la claridad y por la sencillez. ?Le da miedo la complejidad?
R. Es curioso, porque escribir una obra complicada y oscura me llevar¨ªa s¨®lo unas semanas. Es mucho m¨¢s f¨¢cil que escribir con claridad. Lo que ocurre es que se han confundido oscuridad y complejidad con una cierta intelectualidad. Existe una ¨¦lite intelectual a la que le gusta mantener la cultura alejada del pueblo. A veces me dan ganas de hacer una broma, escribir una obra bien enrevesada y compleja y publicarla con seud¨®nimo. Es que eso es muy f¨¢cil.
P. ?Con qu¨¦ tipo de talism¨¢n se defiende contra los que envidian su ¨¦xito literario?
R. Con ninguno. Sencillamente, neg¨¢ndoles un poder que creen tener y no tienen.
P. Le han definido de muchas maneras: mago, escritor, profeta, m¨ªstico, comunicador. ?C¨®mo se define a s¨ª mismo?
R. Soy un escritor peregrino que recorre el mundo en busca de las muchas aventuras que a¨²n nos esconde.
Babelia
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