Alemania prepara el fin de la 'generaci¨®n del 68'
Los democristianos les culpan de los males del pa¨ªs y los j¨®venes de izquierda buscan su turno
En las elecciones alemanas del 18 de septiembre no s¨®lo est¨¢ en juego el futuro del canciller federal socialdem¨®crata, Gerhard Schr?der (SPD), de 61 a?os, y su Gobierno de centro-izquierda entre el SPD y Los Verdes, sino tambi¨¦n el relevo generacional. Al socaire del enfrentamiento entre candidatos y partidos, se ha abierto en Alemania el debate sobre el papel de la llamada generaci¨®n del 68. Pol¨ªticos democristianos (CDU/CSU) consideran a los que de una forma u otra se vincularon a la rebeli¨®n estudiantil de 1968 culpables de los males actuales de Alemania y hacen campa?a para echarlos.
En una contienda electoral dominada por los temas de intendencia que afectan a la econom¨ªa de los alemanes, la discusi¨®n sobre la generaci¨®n del 68 es casi el ¨²nico punto en el que se esboza un m¨ªnimo debate intelectual sobre valores y concepciones de vida.
El primer ministro de Baviera y l¨ªder de la Uni¨®n Socialcristiana (CSU), Edmund Stoiber, lo expresa de la forma m¨¢s contundente en todas sus intervenciones de los ¨²ltimos d¨ªas. El pasado s¨¢bado, en el congreso de la CSU en N¨²remberg, Stoiber grit¨®: "No tenemos que dejarnos llevar por el esp¨ªritu de los tiempos, sino por nuestros principios b¨¢sicos. Precisamente en la actual situaci¨®n de crisis se manifiesta con claridad: Alemania paga amargamente por la ideolog¨ªa de los izquierdistas del 68".
Stoiber prosigui¨®: "En vez de fomentar el sentido de la responsabilidad, la disposici¨®n para el trabajo, la diligencia y la disciplina, los izquierdistas del 68 han despreciado esos valores. Con esas virtudes secundarias se puede manejar un campo de concentraci¨®n, as¨ª polemizaba al frente de ellos Lafontaine". Se refer¨ªa Stoiber a una frase que el actual l¨ªder del Partido de la Izquierda, Oskar Lafontaine, lanz¨® contra el entonces canciller socialdem¨®crata, Helmut Schmidt. Concluy¨® Stoiber su acoso contra los del 68: "Se desacredit¨® la productividad, ¨¦lite, aprendizaje, responsabilidad, autoridad. Esto debilit¨® a nuestro pa¨ªs y ahora tenemos que superar los da?os causados por esa ideolog¨ªa mal entendida".
A estas alturas del partido resulta complicado definir qu¨¦ queda en Alemania de la famosa generaci¨®n del 68, que, a principios de los setenta, estall¨® y se fragment¨® entre los que eligieron el camino de la lucha armada en la llamada Fracci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo (RAF) o Banda Baader-Meinhof, los mao¨ªstas que pasaron engrosar la sopa de letras de grup¨²sculos con K de comunistas o los que optaron por la llamada larga marcha a trav¨¦s de las instituciones.
De esta larga marcha se puede se?alar al partido ecopacifista Los Verdes como expresi¨®n m¨¢s exitosa. En el Gobierno SPD-Los Verdes se puede considerar como un aut¨¦ntico representante de la generaci¨®n del 68 al ministro de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, de 57 a?os, que realiz¨® la larga marcha desde luchador callejero con contactos con elementos terroristas hasta dirigir el ministerio m¨¢s elitista de la Administraci¨®n alemana. Al comienzo de la campa?a electoral no tuvo Fischer el menor empacho en definirse como heredero de la tradici¨®n del 68.
Entre los socialdem¨®cratas en el Gabinete de Schr?der tal vez podr¨ªa incluirse al ministro del Interior, Otto Schily, como hombre del 68, m¨¢s por su actividad de entonces como abogado de terroristas de la RAF que por su edad (73 a?os), que le convert¨ªa entonces en alguien un poco mayor que el resto de la generaci¨®n. Schily no es un socialdem¨®crata t¨ªpico, sino que lleg¨® al SPD procedente de las filas de Los Verdes. Al propio canciller Schr?der, que presidi¨® las Juventudes Socialistas, y dem¨¢s socialdem¨®cratas de su generaci¨®n s¨®lo se puede incluir con mucha manga ancha entre los sesentayochistas.
En el SPD se considera como parte de esta generaci¨®n en sentido amplio a la actual c¨²pula dirigente del partido, a Schr?der y la mayor¨ªa de sus ministros. A ¨¦stos les puede llegar su San Mart¨ªn pronto, incluso a mediados de noviembre, en el congreso del partido en Karlsruhe, si se cumplen las previsiones demosc¨®picas y el SPD sufre una derrota que le aleje del poder.
A la espera del recambio
Toda una generaci¨®n de socialdem¨®cratas de 40 a?os se encuentra a la espera del recambio. Wolfgang Nowak, que asesor¨® a Schr?der durante su primer mandato en la elaboraci¨®n de documentos ideol¨®gicos, se?al¨® en una entrevista con el diario Die Welt que el pasado 22 de mayo, a las 18.30, cuando el presidente del SPD, Franz M¨¹ntefering, tras la derrota electoral en Renania del Norte-Westfalia, anunci¨® el plan de convocar elecciones anticipadas, "sentenci¨® el fin de 1969. Los del 68, que hab¨ªan sido sobreestimados, entregaron el bast¨®n de mando".
El polit¨®logo Wolfgang Kraushaar, en una entrevista con el servicio de noticias Spiegel Online, ha salido al paso contra una interpretaci¨®n extensiva de la vinculaci¨®n al 68. Sostiene Kraushaar que la coalici¨®n SPD-Los Verdes no es un resultado tard¨ªo de la rebeli¨®n de aquellos a?os: "Una media docena de miembros del Gabinete ha quedado impregnada en su biograf¨ªa por el movimiento del 68 o sus consecuencias en los a?os setenta, pero en conjunto veo una diferencia considerable entre los objetivos de la oposici¨®n extraparlamentaria de entonces y los rojiverdes". Para Kraushaar, la identificaci¨®n que hizo Fischer con la tradici¨®n del 68 constituye "una simplificaci¨®n problem¨¢tica realizada con la evidente intenci¨®n de construir una oposici¨®n provocadora contra los conservadores".
Si se presta atenci¨®n a las palabras del socialcristiano Stoiber no cabe la menor duda de que Fischer ha tenido ¨¦xito en su intento de introducir ese elemento de lucha de valores en la campa?a electoral. Para el historiador Paul Nolte, autor de un libro sobre la nueva generaci¨®n reformista, no cabe duda de que Alemania vive un cambio generacional tras la del 68, y m¨¢s a¨²n: "Quiz¨¢s somos ya testigos de un cambio de ¨¦poca", declar¨® al semanario suizo Weltwoche.
Un destacado miembro de la generaci¨®n del 68, Daniel Cohn-Bendit, sali¨® d¨ªas atr¨¢s en defensa de la misma contra los ataques de la derecha conservadora. En un reportaje de la segunda cadena de la televisi¨®n p¨²blica alemana (ZDF), Cohn-Bendit afirm¨®: "La transformaci¨®n cultural en Alemania consiste en que una mujer llegue a canciller federal y un marica asuma una cartera importante. Esto ha sido posible gracias al movimiento del 68". Se refer¨ªa el l¨ªder estudiantil de mayo del 68 en Francia a la candidata democristiana (CDU) a canciller, Angela Merkel, mujer, protestante y divorciada, y a su potencial socio de coalici¨®n, el presidente del partido liberal, Guido Westerwelle (FDP). El 17 de julio del a?o pasado, Westerwelle, cuya homosexualidad era un secreto, a voces se present¨® con su novio en la fiesta de cumplea?os de Merkel.
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