Un trasvase de juzgado de guardia

El Catedr¨¢tico de Geograf¨ªa e Historia de la Universidad de Alicante, Sr. Rico, considera en su articulo publicado por EL PAIS el d¨ªa 30, "de juzgado de guardia" el fraude metodol¨®gico, denominado por ¨¦l, llevado a cabo por los antitrasvasistas a la hora de impulsar un cambio de trazado en el trasvase J¨²car-Vinalop¨®. D¨¢ndonos por aludidos y vi¨¦ndonos ya a las puertas del juzgado de turno, perm¨ªtannos que antes de que su se?or¨ªa nos tome la oportuna declaraci¨®n salgamos en defensa de las verdades de Perogrullo que no asoman por parte alguna en las l¨ªneas del Sr. Catedr¨¢tico.

Ciertamente, siempre dijimos, desde los inicios en 1999 de nuestra lucha contra una transferencia imposible de agua, como es la de este trasvase en su forma inicialmente proyectada, que el papel era muy sufrido y las estad¨ªsticas pod¨ªan llegar a convertirse en un sarcasmo. El sarcasmo de fundar el trasvase, como hac¨ªa el proyecto inicial, en la serie hist¨®rica de los ¨²ltimos cincuenta a?os de la cuenca del J¨²car. ?Qu¨¦ viabilidad puede tener un trasvase que se basa en la situaci¨®n pasada e irreversiblemente perdida de un r¨ªo J¨²car que s¨®lo en los ¨²ltimos veinticinco a?os ha visto c¨®mo su traves¨ªa por la meseta manchega se convert¨ªa en una sangr¨ªa de caudales en lugar de una recarga de aportes ? Pretender dar peso estad¨ªstico a la situaci¨®n anterior, ya inexistente, es absurdo a la hora de fundamentar una actuaci¨®n de futuro como es un trasvase. ?Tan dif¨ªcil es esto de entender?

Pero s¨ª, s¨ª que hay tergiversaciones en este trasvase que son de juzgado de guardia, pero no somos los que desde un principio hemos visto sus graves carencias los responsables de las mismas. Porque no es de recibo que se haya estado vendiendo a los agricultores del Vinalop¨® la falsa imagen de un J¨²car plet¨®rico, cuasi amaz¨®nico, engatus¨¢ndoles una y otra vez con la quimera de un embalse de Cortes II permanentemente lleno de agua, con sus m¨¢s de 100 Hm3 almacenados, cantidad superior a la cantidad a trasvasar, y recurriendo en la cutrez propagand¨ªstica hasta a la organizaci¨®n de id¨ªlicos y venecianos paseos en barca por sus aguas. ?Acaso no se sab¨ªa que esas aguas no son trasvasables y que deben descontarse del balance de reservas de la cuenca ? Repitamos que Cortes II debe seguir lleno para hacer posible la toma de agua en su cola de las bombas que refrigeran la Central Nuclear de Cofrentes, propiedad de Iberdrola, al igual que el mismo embalse. Todo m3 de agua trasvasado desde Cortes II exigir¨ªa la liberaci¨®n de agua de los embalses de cabecera del J¨²car para seguir manteniendo el lleno t¨¦cnico de este embalse, y de esta forma se mermar¨ªa, de hecho, la garant¨ªa de reservas de los demandantes hist¨®ricos de la ribera valenciana, de la Albufera y del tramo bajo del r¨ªo. M¨¢s que justificados est¨¢n sus temores, que compartimos totalmente. En pocas palabras: con la alternativa inicial del trasvase, los ¨²ltimos en llegar habr¨ªan quedado los primeros en la lista de beneficiarios. A costa de todos los dem¨¢s.

Y no, Sr. Rico, nosotros no podemos negarle que tambi¨¦n sabemos mucho y mucho hemos sufrido con la pol¨ªtica de ocultismo de informaci¨®n realizada por la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del J¨²car. Pero apreciamos que esta situaci¨®n est¨¢ cambiando. Con la anterior administraci¨®n del Sr. Aragon¨¦s jam¨¢s se nos ha proporcionado respuesta a nuestras demandas concretas de datos sobre el estado del r¨ªo. Pese a la existencia de una legislaci¨®n b¨¢sica en materia de acceso a la informaci¨®n medioambiental. Hoy, por contra , se ha dado un paso notable con la creaci¨®n de una Comisi¨®n T¨¦cnica para abordar este trasvase, con amplia representaci¨®n y transparencia, que habr¨ªa sido impensable hace unos meses. ?Tambi¨¦n esto le molesta? ?No le han transmitido los datos que se manejaban en la Comisi¨®n sus amigos de la Junta Central de Usuarios que s¨ª estaban representados?

Pero puede entenderse el malestar del Sr. Rico. Tratando de ampararse en el supuesto rigor acad¨¦mico que debe supon¨¦rsele en virtud del cargo universitario que desempe?a, no duda en entrecomillar los fines "no lucrativos" de la Fundaci¨®n Nueva Cultura del Agua , insinuando no se sabe qu¨¦. Nosotros no tenemos necesidad de introducir entrecomillado alguno cuando afirmamos que su Departamento s¨ª que intent¨® vincularse firmemente con el trazado original del trasvase , cuando pretendi¨® acceder al ejercicio de la auditor¨ªa medioambiental del mismo. Auditor¨ªa remunerada y, por tanto, lucrativa. Contrato y auditor¨ªa que finalmente no llegaron a cuajar.

Como sin duda debe molestarle al Sr. Rico y a los que se obcecan en defender la alternativa original, indefendible, que la necesaria muerte del trazado por el valioso macizo del Caroche, suponga tambi¨¦n el fin de unas especulaciones, tan claramente expresadas por ¨¦l mismo all¨¢ por el a?o 1994, y que giraban en torno a la posibilidad de explotar para este trasvase los acu¨ªferos del Caroche. Nosotros, ?qu¨¦ le vamos a hacer!, no hemos olvidado su trabajo de investigaci¨®n titulado Sobreexplotaci¨®n de aguas subterr¨¢neas y cambios agrarios en el alto y medio Vinalop¨®. S¨®lo basta leer y releer para ver c¨®mo los que hoy siguen defendiendo la inamovilidad del proyecto original, ya sab¨ªan perfectamente que el r¨ªo J¨²car deb¨ªa ser "complementado" con otros aportes de aguas subterr¨¢neas. Ya del Caroche, ya de la Plana de Valencia. Nada de esto dicen hoy en sus argumentos, ni se encontraba en el proyecto aprobado.

Y acabemos con un reconocimiento, a la valent¨ªa de la ministra de Medio Ambiente y del nuevo equipo que en este Ministerio se est¨¢ atreviendo a poner el cascabel a este gato moribundo que es la escu¨¢lida realidad del r¨ªo J¨²car; un r¨ªo que ya nada tiene en com¨²n con el que conocieran los Reyes Cat¨®licos, o m¨¢s recientemente el naturalista Cavanilles, citado por el consejero Garc¨ªa Ant¨®n en el reciente debate extraordinario en las Cortes Valencianas. Y, en efecto cientos de a?os han pasado ya desde entonces y no podemos dejar de percibir un cierto tufillo de ranciedad en unas trasnochadas propuestas que hacen gala de haber permanecido invariables a lo largo de los siglos. ?Fidelidad o absurdo? Juzguen ustedes y ah¨®rrenle la audiencia al Sr. Juez.

Carlos Arribas es miembro de Ecologistas en Acci¨®n