?Qu¨¦ es una naci¨®n?

EL CONSEJO CONSULTIVO de la Generalitat hizo p¨²blico el pasado lunes un dictamen no vinculante sobre los 218 art¨ªculos y las 29 disposiciones adicionales (m¨¢s las enmiendas presentadas por los grupos parlamentarios) del proyecto de nuevo Estatuto de Catalu?a aprobado el 29 de julio por la Comisi¨®n de la asamblea auton¨®mica. El m¨¢ximo ¨®rgano de asesoramiento jur¨ªdico del Gobierno catal¨¢n -formado por siete miembros- llega a la conclusi¨®n de que 19 art¨ªculos ofrecen aspectos inconstitucionales y otros 39 presentan problemas s¨®lo solucionables a trav¨¦s de la v¨ªa interpretativa o mediante modificaciones terminol¨®gicas. Los grupos nacionalistas se apresuraron a subrayar que el documento no es una sentencia de cumplimiento obligatorio; mientras el presidente de CiU neg¨® capacidad pol¨ªtica vinculante a todos los cuestionamientos del dictamen que no fueran aprobados por seis votos a uno, el presidente de ERC subvirti¨® la jerarqu¨ªa normativa al exigir imperiosamente la reforma de la Constituci¨®n cuando su texto colisione con el nuevo Estatuto.

El m¨¢ximo ¨®rgano de asesoramiento jur¨ªdico de la Generalitat considera inconstitucionales 19 art¨ªculos del proyecto de Estatuto de Catalu?a y aconseja modificar otros 39

La raz¨®n de que la instituci¨®n asesora de la Generalitat haya advertido irregularidades en un n¨²mero tan elevado de art¨ªculos del proyecto estatutario tal vez responda a una calculada estrategia de sus redactores y enmendantes: la voluntad de tantear la solidez de los muros del sistema constitucional para poner a prueba su resistencia mediante una exploraci¨®n sin demasiados riesgos. En tal caso, los m¨¢s estridentes y abultados p¨¢rrafos inconstitucionales advertidos por el dictamen del Consejo Consultivo habr¨ªan sido el se?uelo o la primera trinchera de una batalla jur¨ªdico-pol¨ªtica de mayor alcance. La tramitaci¨®n del proyecto proseguir¨¢ ahora su curso en el ¨¢mbito auton¨®mico; con la gu¨ªa orientadora del dictamen del Consejo Consultivo, los partidos tratar¨¢n de alcanzar un acuerdo que permita al Pleno del Parlamento a finales de septiembre aprobar con los dos tercios requeridos el nuevo Estatuto.

Llegar¨ªa entonces el turno de las Cortes y -eventualmente- del Tribunal Constitucional. La constitucionalidad del proyecto de Estatuto que el Parlamento catal¨¢n env¨ªe en su d¨ªa al Congreso ser¨ªa una condici¨®n necesaria pero no suficiente para conseguir el refrendo sin enmiendas por las Cortes. Catalu?a es una de las 17 comunidades que componen el Estado de las Autonom¨ªas, vinculadas todas entre s¨ª por nexos multilaterales e implicaciones mutuas. El Consejo Consultivo censura -por razones de inconstitucionalidad- que el proyecto estatutario conceda un tratamiento bilateral a cuestiones relacionadas con la financiaci¨®n auton¨®mica, la asunci¨®n de competencias exclusivas, el r¨¦gimen electoral, la transferencia de facultades correspondientes a materias de titularidad estatal y la modificaci¨®n de leyes org¨¢nicas y ordinarias. Pero el debate jur¨ªdico-constitucional no agota las dimensiones pol¨ªticas relacionadas con la funcionalidad, equidad y multilateralidad del Estado de las Autonom¨ªas.

El organismo asesor de la Generalitat cuestiona la invocaci¨®n de los derechos hist¨®ricos como instancia legitimadora para la adquisici¨®n y blindaje de competencias; en cambio, no ve obst¨¢culos para que la titularidad de tales derechos extralegales sirva de fundamento al "autogobierno del pueblo catal¨¢n". El dictamen tambi¨¦n consagra la definici¨®n de Catalu?a como naci¨®n, a condici¨®n de que el t¨¦rmino no quede asociado al concepto de soberan¨ªa estatal (como hace el art¨ªculo 2 de la Constituci¨®n): los significados de la palabra -culturales, sociol¨®gicos y jur¨ªdicos- var¨ªan de acuerdo con el contexto. Es cierto que la interrogante ?Qu¨¦ es una naci¨®n? ha recibido m¨²ltiples respuestas desde que en 1882 Renan pronunciase su c¨¦lebre conferencia en la Sorbona; un reciente libro de Anthony D. Smith (Nacionalismo, Alianza, 2004) incluye un amplio cat¨¢logo de esas variantes. En este caso, sin embargo, el Consejo Consultivo confunde los t¨¦rminos del problema: aunque pretende que la palabra naci¨®n tiene en el proyecto dos significados diferentes seg¨²n se aplique a Catalu?a o Espa?a, el contexto jur¨ªdico-pol¨ªtico -la Constituci¨®n y el Estatuto de Catalu?a- es el mismo.