Veintid¨®s a?os con el tim¨®n de la isla

Tal es la conexi¨®n de este hombre con su gente, que ha ganado las elecciones al Cabildo siempre que se ha presentado con su partido, Agrupaci¨®n Herre?a Independiente (AHI). Es presidente desde 1979, salvo un par¨¦ntesis entre 1991 y 1995. Su trayectoria vital tambi¨¦n refleja bien la de la isla: en los a?os sesenta, cuando ten¨ªa 15 a?os, fue emigrante en Venezuela; a principios de los setenta, su trabajo en la compa?¨ªa Unelco / Endesa consisti¨® en electrificar la isla; en 1979 se enganch¨® a la pol¨ªtica. Y hasta hoy. A este hombre de aspecto (y despacho) espartano, franciscano, es al que muchos se?alan como art¨ªfice de que El Hierro est¨¦ como est¨¢, sin invasiones tur¨ªsticas, manteniendo todav¨ªa cierto equilibrio entre agricultura, ganader¨ªa, pesca y un turismo muy respetuoso, donde el hotel ahora m¨¢s grande es el Parador, con 47 habitaciones, y donde queda el hasta hace poco hotel m¨¢s peque?o del mundo, seg¨²n el Guinness de los R¨¦cords, el Punta Grande, con cuatro peque?as habitaciones, casi flotantes en el mar.

"Aqu¨ª no cabe un hotel de mil camas. Si no, se distorsionar¨ªa nuestra entidad"

?l lo tiene muy claro. Ahora son 10.000 habitantes en la isla, y 2.000 camas. Y quiere que la proporci¨®n sea como m¨ªnimo de tres habitantes por cada plaza hotelera. Calcula que en el a?o 2010 pueden ser 12.000 herre?os; entonces, las matem¨¢ticas no fallan: 4.000 plazas para turistas. "Aqu¨ª no cabe un hotel de mil camas; el modelo que queremos es de instalaciones de hasta cien camas. Pero no se crea que es f¨¢cil encontrar inversiones de ese tipo. Esperemos que lleguen. La idea es que la poblaci¨®n siempre prevalezca; si no, yo creo que se distorsiona nuestra entidad. Y una vez que entras en esa espiral de turismo desmadrado, ya no te puedes salir. Nuestro an¨¢lisis es que las islas que han apostado por ese desarrollismo no cuentan ahora con mayor calidad de vida que nosotros". "S¨ª, claro que hay herre?os que apuestan por un desarrollo m¨¢s r¨¢pido, y no es f¨¢cil contenerles?".

En esos puntos suspensivos caben la incertidumbre y el miedo de la otra parte de los herre?os, m¨¢s tranquilos.

Su posici¨®n sobre el radar tambi¨¦n es clara: "Es como la isla de San Borond¨®n, aparece y desaparece, aparece y desaparece. Nosotros confi¨¢bamos mucho en Bono; d¨¢bamos por hecho que con ¨¦l se terminaba la pesadilla. Pero ¨¦l insiste en que es necesario. La ¨²ltima propuesta del ministro diciendo que ser¨¢ un radar m¨®vil nos ha descolocado. No entendemos qu¨¦ significa eso exactamente, qu¨¦ quieren hacer. Nosotros apostamos por un desarrollo ecol¨®gico y sostenible, y el radar es incompatible con eso. No entendemos las explicaciones de que sea necesario estrat¨¦gicamente para nuestra defensa. El Hierro no quiere ser un objetivo ante un conflicto".

Otra m¨¢s. El radar es otra gran batalla. Tom¨¢s Padr¨®n repasa la historia dif¨ªcil de la isla, y c¨®mo las reivindicaciones de sus habitantes han requerido luchas largas y pacientes. En los a?os sesenta, con la emigraci¨®n a Am¨¦rica, la isla se qued¨® en 3.500 habitantes. "Es que hasta los a?os ochenta aqu¨ª se pod¨ªa morir una persona de una simple apendicitis. Y hasta 2003 no hemos tenido un hospital con garant¨ªas. Y un puerto en condiciones lo acabamos de inaugurar este verano. Aeropuerto no tuvimos hasta 1975. Y hasta los a?os setenta no hab¨ªa electricidad ni agua en las casas".

Cuando habla del radar o del turismo, Padr¨®n deja entrever cierto nerviosismo y preocupaci¨®n. Pero hay un momento en el que se le ilumina la cara; cuando explica lo que es ahora su gran proyecto: el autoabastecimiento de la isla con energ¨ªas renovables, con una mezcla de energ¨ªa e¨®lica-hidr¨¢ulica. "Es un proyecto que nos ilusiona mucho, que ya hemos propuesto a la Comisi¨®n Europea, al Ministerio de Medio Ambiente y al Gobierno de Canarias para buscar financiaci¨®n; pues cuesta entre 18 y 24 millones de euros. Se trata de colocar 11 aerogeneradores en una zona cercana a Valverde para impulsar agua desde el nivel cero hasta una balsa a unos 700 metros de altura; y una vez arriba se produce energ¨ªa al accionar una turbina por el salto de agua".

Hay otro instante en que se le enciende la mirada; cuando elige su sitio de la isla. Con devoci¨®n: la Dehesa, esa tierra de pastos comunales y vacas donde est¨¢ la ermita de la Virgen de los Reyes.