El pescador concienciado

Vive en el sur de la isla, en La Restinga, un para¨ªso para los buceadores. Naci¨® en Venezuela; sus padres fueron emigrantes. Vino a la isla con siete meses. Tiene 42 a?os, ojos avispados y manos grandes. Presidente de la cofrad¨ªa de pescadores Nuestra Se?ora de los Reyes. Separado, con dos hijos. Y habla much¨ªsimo. Lleva una camiseta de la revoluci¨®n bolivariana de Hugo Ch¨¢vez. Y no hace falta insistirle para que se lance en plan mitinero a hablar de lo que considera grandes logros del presidente de Venezuela. "Lo que est¨¢ aconteciendo all¨ª es un sue?o, la labor de ese hombre es algo muy grande para la humanidad; lo que pasa es que lo que ha hecho nos ha llegado a los espa?oles manipulado por los intereses imperialistas de Estados Unidos y del Gobierno de Aznar". Ya ha estado siete veces en Venezuela, "apoyando a los compa?eros de la revoluci¨®n". El Hierro tiene una vinculaci¨®n muy especial con ese pa¨ªs, pues en pr¨¢cticamente todas las familias hay alg¨²n miembro que emigr¨® all¨ª.

"Tenemos la suerte de habitar una isla incre¨ªble, pero muy fr¨¢gil. Debemos estar alerta"

Respecto a El Hierro, Fernando Guti¨¦rrez no da rodeos: "Tenemos el privilegio, la suerte, de habitar una isla incre¨ªble, pero muy fr¨¢gil, y se encuentra en un momento muy delicado". Se refiere a la encrucijada "desarrollista". La gente herre?a como Fernando valora lo que tiene y trata de huir de mil amenazas que acechan a la puerta de los acantilados: desde hoteles gigantescos hasta el radar y una lanzadera espacial.

Una lanzadera y un radar en una isla sin ascensores ni sem¨¢foros.

"Los especuladores est¨¢n acechando para marcar el rumbo. El movimiento ecologista debe despertar. Debemos estar alerta. Creo que el d¨ªa que se vaya Tom¨¢s Padr¨®n (actual presidente del Cabildo Insular), que es el que est¨¢ frenando un turismo insostenible como el del resto de las Canarias, a esta isla se la cepillan. Debemos empezar a organizarnos para evitarlo. Vamos a perder la identidad de la isla. Seremos extra?os en nuestra propia tierra, a cambio de que unos pocos, muy pocos, a?adan ceros a su cuenta corriente. Yo voy a Tenerife y digo: 'Pero, Dios m¨ªo, ?c¨®mo pueden vivir aqu¨ª?".

?l es un caso especial. Su concienciada y carism¨¢tica charla seguramente le ayud¨® para sacar adelante en 1996 la Reserva Marina de Punta de La Restinga-Mar de las Calmas (750 hect¨¢reas). "La primera", cuenta orgulloso, "que se cre¨® en Espa?a por iniciativa de los propios pescadores". Por eso, su lugar, su foto para estas p¨¢ginas, es Tacor¨®n, un paraje donde a¨²n se siente la soledad con toda intensidad. Y que representa tambi¨¦n esas garras a las que muchos herre?os temen: en esta zona, la cadena hotelera Riu ha comprado m¨¢s de un mill¨®n de metros cuadrados, y ya ha presentado proyectos hoteleros que, aunque bastante racionales en su sostenibilidad, han sido echados atr¨¢s por el Cabildo Insular porque presentaban unas dimensiones que, hoy por hoy, la isla no desea. En esta zona tambi¨¦n se ha plantado, como una bofetada al paisaje, un enorme invernadero, el de Las Lapillas. Y ah¨ª, en ese estremecedor paisaje, era donde el INTA (Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial) quer¨ªa instalar una lanzadera espacial.

Los planes de Fernando Guti¨¦rrez apuntan hacia otro rumbo: "Ahora nuestro proyecto es hacer una reserva marina en toda la isla, en consonancia con la Reserva de la Biosfera; se trata de poner en orden racional los recursos del mar".

Cuando habla de su trabajo, sorprende tanto al interlocutor no avisado como cuando echa el mitin sobre Venezuela. "Nosotros hemos apostado de verdad por una pesca sostenible; hemos eliminado artes como las nansas, el palangre y la pandorga, por considerarlas esquilmadoras". En su ardiente oratoria no duda en se?alar a la Consejer¨ªa de Pesca del Gobierno aut¨®nomo como "el gran enemigo de los pescadores canarios". "P¨®ngalo, escr¨ªbalo. No les interesamos, los pescadores no les interesamos, s¨®lo piensan en la especulaci¨®n para favorecer un turismo de masas".

Fernando sorprende una vez m¨¢s cuando habla de lo que ahora se trae entre manos: una empresa que retira y compacta los coches de desguace para sacarlos de la isla. "Antes los enterraban, con bater¨ªa y todo. Imag¨ªnense que barbaridad. Con lo contaminante que es eso. Ya hemos sacado 800 veh¨ªculos de la isla, y tenemos almacenados otros 800".