La expansi¨®n del 'b¨²falo rojo' no tiene l¨ªmites
Red Bull tomar¨¢ el control total de Minardi y apostar¨¢ por un piloto estadounidense
La noticia de que la escuder¨ªa Red Bull tomar¨¢ el control del 100% de las acciones de Minardi como filial no dej¨® a nadie indiferente en Spa-Francorchamps. En s¨®lo dos temporadas, la empresa de bebidas energ¨¦ticas m¨¢s popular del mundo ha adquirido dos escuder¨ªas del Campeonato del Mundo. La expansi¨®n que ha llevado a cabo Red Bull desde que inici¨® su andadura en el mercado austriaco a finales de los ochenta ha sido mete¨®rica. El empresario austriaco Dietrich Mateschitz es la cara visible de un imperio dif¨ªcil de delimitar.
Despu¨¦s de un largo viaje en avi¨®n desde Austria, Mateschitz, entonces agente comercial de cepillos de dientes, lleg¨® a Bangkok, la capital tailandesa, exhausto por el trayecto. Su ajetreada agenda le impidi¨® relajarse y subir a descansar a su habitaci¨®n de hotel y opt¨® por pedirle al barman del hotel alg¨²n tipo de reconstituyente. El sabor del brebaje que le sirvieron, elaborado por un personaje tailand¨¦s cuyo nombre traducido es el de b¨²falo rojo, marcar¨ªa a partir de entonces la vida de Mateschitz. El austriaco lo dej¨® todo y se person¨® en casa del fabricante de aquel extra?o elixir para, junto a ¨¦ste, fundar la sociedad Red Bull. La comercializaci¨®n del caldo tuvo su punto de partida en Austria para m¨¢s tarde implantarse en Europa, donde la aceptaci¨®n fue tremenda a excepci¨®n de Francia. En el pa¨ªs galo la venta de este producto a¨²n sigue vetada a d¨ªa de hoy tras un estudio realizado por el Comit¨¦ Cient¨ªfico franc¨¦s sobre la nutrici¨®n humana, que dictamin¨® que el Red Bull ten¨ªa m¨¢s cafe¨ªna de lo deseable.
M¨¢s tarde, Red Bull desembarc¨® en Estados Unidos y se cumpli¨® as¨ª el sue?o del austriaco. "El poder de la publicidad es mucho m¨¢s fuerte que las promociones a largo plazo", esta es la m¨¢xima de Mateschitz quien, con las agresivas campa?as de publicidad que caracterizan a su bebida energ¨¦tica se ha ganado al p¨²blico joven. El deporte y los j¨®venes son los dos elementos que eligi¨® el toro rojo para promocionarse. El departamento de mercadotecnia de la marca decidi¨® centrarse en los deportes extremos y de riesgo debido al auge que han tenido en los ¨²ltimos a?os este tipo de pr¨¢cticas. Fieles a su estilo agresivo, los comunicados de prensa del equipo de f-1 que form¨® la empresa tras comprar la escuder¨ªa Jaguar a finales de 2004, son los m¨¢s llamativos y exuberantes del paddock.
El a?o pr¨®ximo, Mateschitz ver¨¢ cumplido su en¨¦simo sue?o, el de ver a un piloto estadounidense al volante de un monoplaza de la competici¨®n automovil¨ªstica m¨¢s famosa del mundo. Ser¨¢ Scott Speed, actualmente piloto del equipo que la marca tiene en la GP2, la antesala de la f-1, quien se sentar¨¢ en un Minardi. No se debe a motivos sentimentales, ni mucho menos. Los intereses que Mateschitz tiene en el mercado americano le catapultar¨¢n m¨¢s arriba del puesto 427 en la lista de empresarios m¨¢s ricos del mundo, lugar que actualmente ocupa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.