El t¨¦trico brillo de la invalidez
Corrida largu¨ªsima, m¨¢s de dos horas y media, con la poca historia de los peores diagn¨®sticos traumatol¨®gicos que podr¨ªan haberse hecho con un manojo de toros inservibles, reum¨¢ticos perdidos o qui¨¦n sabe qu¨¦. De esos que hocican, pierden las manos, pierden los cuartos traseros y en esa postura quedan sin importarles un bledo lo que se pueda decir de ellos. La exhibici¨®n taurina de ayer no tuvo desperdicio y hay que buscarle urgente soluci¨®n a este rid¨ªculo problema de los toros que se caen, porque ya no indigna, sencillamente da risa. Se me ocurre que les doten de angarillas y los correspondientes angarilleros, para que salgan as¨ª a la plaza, todo el mundo pueda verlos, se cachondee del acontecimiento y en eso quede todo.
Montalvo / L¨®pez Chaves, Juan Diego, Jim¨¦nez
Toros de Montalvo: inv¨¢lidos y descastados. 4?, de Los Bayones: rajado, y 6? de Aguirre Cobaleda: rajado tambi¨¦n. L¨®pez Chaves: saludos y oreja. Juan Diego: silencio y palmas. C¨¦sar Jim¨¦nez: aplausos y silencio. Plaza La Glorieta, 12 de septiembre. 2? de feria. Media entrada.
L¨®pez Chaves se merece contratos a simple vista. Su ardor, su entrega, ese no dar nada por perdido le hacen merecedor de m¨¢s atenci¨®n por parte de las empresas. A su segundo, por el que nadie daba un duro, lo exprimi¨® y lo meti¨® de tal manera en la canasta que en toriles, donde quiso el manso, le hizo tragar carros y carretas. Con Juan Diego ya no cabe dudar de su mala pata con los toros. Su primero, que fue lidiado entre protestas por su invalidez, no le ofreci¨® ni tanto as¨ª para poder lucirse. El quinto, tampoco. C¨¦sar Jim¨¦nez estuvo pulcro, fr¨ªo y sin exponer. Con el de Aguirre Cobaleda medio se enrabiet¨® pero el trasteo result¨® deslavazado y sin entidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.