Eficacia antiterrorista

La eficacia de la lucha policial y judicial, as¨ª como la acertada acci¨®n legislativa, han debilitado a ETA hasta el punto de hacer veros¨ªmil el pronto final de la banda, seg¨²n el fiscal general del Estado, C¨¢ndido Conde-Pumpido. Es la condici¨®n institucional de quien as¨ª opina lo que otorga plausibilidad a ese juicio, incluido en la Memoria de la Fiscal¨ªa correspondiente a 2004, presentada ayer con motivo de la apertura del a?o judicial.

Con independencia de la valoraci¨®n que merezcan las efervescentes sugerencias cruzadas estos d¨ªas sobre la mejor forma de acelerar el final definitivo de ETA, lo determinante en el debilitamiento de la banda ha sido la acci¨®n del Estado de derecho. En 2004 hubo 32 atentados de ETA y ninguna v¨ªctima mortal ni herido grave, cifras que no se registraban desde 1972. A la vez, hubo 120 detenidos de la banda, en Espa?a y Francia, dos tercios de los cuales fueron procesados. Complementariamente, la ilegalizaci¨®n de Batasuna en 2002, en aplicaci¨®n de la Ley de Partidos, y la puesta fuera de la ley de otros instrumentos del entramado montado en torno a ETA debilitaron su capacidad intimidatoria.

Es muy probable que la ausencia de atentados mortales sea un efecto derivado de la presi¨®n de Batasuna, cuya aspiraci¨®n de ser relegalizada depende de su capacidad para convencer a ETA de que se retire. Se trata de un efecto no previsto de la Ley de Partidos, derivaci¨®n a su vez del Pacto Antiterrorista. La valoraci¨®n de Conde-Pumpido implica, por tanto, un reconocimiento de la pol¨ªtica antiterrorista iniciada por el PP y secundada por el PSOE. Est¨¢ fuera de lugar, por ello, la contraposici¨®n por parte del PP entre derrota de ETA y abandono de la violencia por parte de la banda: si hoy es posible -s¨®lo posible- acercar el fin de ETA desde la pol¨ªtica es porque iniciativas legislativas como la Ley de Partidos, unidas a la eficacia policial y judicial, han llevado al mundo etarra (en sentido amplio) a plantearse la posibilidad de renunciar a la estrategia pol¨ªtico-militar y pasar a defender sus ideas pac¨ªficamente. En eso consiste la derrota de ETA.

Por lo mismo, tampoco tiene sentido la pretensi¨®n de los partidos nacionalistas de aliviar la presi¨®n sobre Batasuna derogando la Ley de Partidos y haciendo concesiones en pol¨ªtica penitenciaria. Tales cosas ser¨¢n en su caso el efecto del abandono de la violencia, y no su condici¨®n previa, seg¨²n establece la resoluci¨®n aprobada por el Congreso el 17 de mayo con su voto favorable.