Fracaso espa?ol
El "fracaso escolar" que se confirma ahora con una estad¨ªstica de la OCDE termina por ser un fracaso espa?ol. No soy capaz de decir que es de los estudiantes, de los padres, de las instituciones, de los autores de los textos, de las contradicciones entre ciencia-familia-iglesia. No echar¨¦ la culpa a la televisi¨®n, que algunos consideran como una escuela de idiotas; la creaci¨®n espa?ola del idiota es muy anterior, y la programaci¨®n de todas las televisiones est¨¢ conseguida por las capas de edad anteriores. Es verdad que si recuerdo el siglo pasado como glorioso en la cultura y la instrucci¨®n, llegar¨ªa a la conclusi¨®n de que fue el franquismo quien anul¨® el esfuerzo y nos devolvi¨® a las Siete Partidas y en general a todos los sistemas anteriores a la Constituci¨®n de 1812. O peor. Pero el franquismo no fue obra de un solo hombre: a Franco le hicieron los franquistas, los guerreros despechados de Cuba y de ?frica, los despectivos j¨®venes del pu?o y las pistolas, los mitrados y su reba?o de lobos... ?sta es otra historia, en la que lamento diferir de una persona tan atractiva en la pol¨ªtica como la vicepresidenta, que ahora al hablar de la memoria hist¨®rica quiere que sea para los dos bandos: como si muertos y asesinos fueran una sola vez, aunque se mire a casi setenta a?os de distancia. Bueno, no es eso. No hubo dos bandos en Espa?a: hubo una rep¨²blica espa?ola democr¨¢tica y otros m¨¢s fuertes y mejor armados y ayudados que la derribaron.
As¨ª que somos el ¨²ltimo pa¨ªs de Europa en materia de estudios juveniles, con un ¨ªndice muy alto de quienes no los terminan y de quienes no llegan a las carreras. Y yo creo que todo el conjunto de situaciones pol¨ªticas que sucedieron en el siglo XX y en ¨¦ste, las confusiones entre raz¨®n y fe, entre intuici¨®n y saber, entre unas ense?anzas y otras, entre hombre y mujer, entre campo y ciudad y muchas cosas m¨¢s han producido esta derrota. La ha producido la incapacidad de las familias y su c¨®digo autocr¨¢tico de adaptarse a las nuevas libertades que ni siquiera son tales, son apuntes de libertad para la mejor explotaci¨®n del individuo, joven o viejo, var¨®n o hembra. Si Espa?a ha fracasado tantas veces en el siglo XX y el rabo que son estos a?os que le siguen, habr¨¢ que hacer una reforma grande y suficiente. Es doloroso ver el poder de las fuerzas que se oponen.
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