Londres quiere deportar a siete argelinos sospechosos

El ministro brit¨¢nico del Interior, Charles Clarke, orden¨® ayer la detenci¨®n y deportaci¨®n de siete argelinos a los que considera una amenaza para la seguridad nacional. Seis de ellos fueron detenidos en Londres y el s¨¦ptimo en Manchester. Los siete forman parte de un grupo de ocho argelinos procesados en abril pasado bajo la acusaci¨®n de preparar un atentado en enero de 2003. Cuatro de ellos fueron declarados no culpables y la polic¨ªa retir¨® los cargos contra los otros cuatro por falta de pruebas.

Ahora han vuelto a ser detenidos siete de ellos, pero no para ser procesados, sino para ser deportados a Argelia, uno de los pa¨ªses con los que el Reino Unido ha cerrado acuerdos bilaterales para deportar a sus nacionales sospechosos de tener alguna relaci¨®n con el terrorismo que no pueden ser llevados ante un juez. El Gobierno brit¨¢nico asegura que esos pa¨ªses han dado garant¨ªas de que ninguno de los deportados ser¨¢ sometido a malos tratos, pero el historial m¨¢s bien poco respetuoso de los derechos humanos en alguno de ellos, entre los que desde luego est¨¢ Argelia, ha provocado la protesta de grupos defensores de los derechos civiles.

Seg¨²n el Home Office, las detenciones de ayer se han llevado a cabo invocando la ley de inmigraci¨®n de 1971 que permite la detenci¨®n y deportaci¨®n de extranjeros que suponen una amenaza para la seguridad nacional. Los detenidos tienen derecho a apelar la decisi¨®n del Gobierno de expulsarles. Se espera que la batalla jur¨ªdica sea clarificadora y larga.

Tras los atentados

La detenci¨®n de los siete argelinos ha coincidido con la entrada en los Comunes del paquete de nuevas medidas antiterroristas anunciadas antes de las vacaciones de verano y consecuencia de los atentados vividos por Londres el 7 y el 21 de julio. Entre esas medidas figura la capacidad de deportar a los extranjeros que hagan apolog¨ªa del terrorismo, un proyecto que ha provocado gran pol¨¦mica, porque en opini¨®n de muchos cr¨ªticos puede llegar a suponer un recorte del derecho de libertad de expresi¨®n.

Pero la propuesta m¨¢s pol¨¦mica es la de extender de las actuales dos semanas hasta un m¨¢ximo de tres meses la detenci¨®n preventiva de sospechosos de terrorismo. Aunque la oposici¨®n acepta que dos semanas puede ser un periodo corto dada la complejidad de las tramas terroristas y los sofisticados medios con los que operan, el plazo de tres meses ha sido calificado de "internamiento sin juicio" por las organizaciones civiles. Los liberales-dem¨®cratas se oponen abiertamente y los conservadores creen que tres meses es demasiado, por lo que la ley podr¨ªa quedar bloqueada en la C¨¢mara de los Lores -donde los laboristas est¨¢n en minor¨ªa- si el Gobierno no llega antes a un acuerdo con los tories.