PP, a la defensiva
El Gobierno no podr¨¢ enviar tropas a misiones en el extranjero sin autorizaci¨®n previa del Parlamento y sin la cobertura de la legalidad internacional, seg¨²n el texto de la nueva Ley de Defensa aprobada ayer en el Congreso y que pasa ahora a tramitaci¨®n en el Senado. El PP vot¨® en contra del conjunto de la ley, tras hacerlo contra la enmienda sobre la legalidad internacional y abstenerse en la relativa a la autorizaci¨®n del Congreso. Ello cre¨® cierta confusi¨®n sobre los motivos reales del rechazo del primer partido de la oposici¨®n. Pero qued¨® claro que en ambas cuestiones lo que determinaba su postura estaba m¨¢s en el pasado (la guerra de Irak) que en el futuro, lo contrario de la reciente recomendaci¨®n de Mariano Rajoy.
Las tropas no deben participar en operaciones militares en el exterior sin autorizaci¨®n del Congreso. Que se emplee una u otra f¨®rmula, en aras del consenso, puede aceptarse (con reparos), pero debe quedar claro que no lo puede decidir el Gobierno y que (con las excepciones l¨®gicas de leg¨ªtima defensa en caso de invasi¨®n del territorio) es preceptivo el pronunciamiento previo de la C¨¢mara. El PP no parece tenerlo claro, pero a¨²n hay tiempo para que se aclare antes de la votaci¨®n en el Senado. Su portavoz dijo ayer que cambiar¨¢n la ley en cuanto puedan. ?Significa que piensan sustituir la palabra "autorizaci¨®n" por "examen previo" o que tratar¨¢n de eliminar la intervenci¨®n previa del Congreso? No es veros¨ªmil que se atrevan a lo segundo.
La exigencia de un paraguas neto de legalidad internacional (autorizaci¨®n de la ONU o de la UE, acuerdo de la OTAN, etc¨¦tera) trata de eliminar ambig¨¹edades respecto al sentido de las intervenciones en el exterior. La discusi¨®n sobre conjunciones, amparadas y conformes con resoluciones de la ONU o, alternativamente, amparadas por o conformes con tales resoluciones, m¨¢s parece una forma de embrollar el asunto.
Es evidente que de lo que se trataba, para el PP, era de buscar f¨®rmulas que cubrieran o no entraran en contradicci¨®n con lo que hizo el Gobierno de Aznar en relaci¨®n con Irak. Pero que el principal partido de la oposici¨®n quede fuera del acuerdo sobre Defensa en aras de esa comez¨®n resulta absurdo. Y desde luego entra en contradicci¨®n con el anhelo de dejar de remar de espaldas expresado por Rajoy el pasado lunes, concretado el martes en la exhortaci¨®n a romper el aislamiento respecto a posibles aliados. La votaci¨®n de ayer demuestra hasta qu¨¦ punto el peso del pasado, la obsesi¨®n retrojustificativa, lastra al PP. El debate mantenido ayer termin¨® por dar la raz¨®n a Bono a la hora de negociar enmiendas con partidos de menor peso parlamentario, puesto que el PP iba a votar en contra de cualquier ley que no amparara retrospectivamente las decisiones tomadas por Aznar. Y de lo que se trata precisamente es de evitar que se repita lo ocurrido respecto a la guerra de Irak.
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