El loco coraz¨®n de David Ca?ada
El espa?ol acaba en el hospital por un problema cardiaco y el alem¨¢n Haussler gana en Alcobendas
Pablo Lastras, Penkas, nadie lo duda, tiene un coraz¨®n muy grande, enorme, una v¨ªscera que todos los d¨ªas le lleva por el camino de la amargura, de la fatiga, de la soledad. De la justa ira. Que le obliga a terminar etapas como la de ayer, la que sali¨® de su pueblo, San Mart¨ªn de Valdeiglesias, la que atraves¨® por tortuosas carreteras, estrechas, asfalto rugoso, sus tierras de entrenamiento, jadeante, derrotado. Un d¨ªa m¨¢s. "Hay corredores que s¨®lo salen para impedirme ganar", dijo. "Aunque ello les cueste a ellos tambi¨¦n la victoria". Lo dec¨ªa ayer refiri¨¦ndose a un jovencito alem¨¢n llamado Linus Gerdemann, con el que se pic¨® hasta calentarse, ataques y contraataques de uno contra otro, hasta perder su legendaria frialdad de cazador, donde pongo el ojo pongo la bala. La bala la clav¨® otro alem¨¢n, Heinrich Haussler, pipiolo de pelo platino, 21 a?os, quien se aprovech¨® de tanto marcaje, de tanto desprop¨®sito, para darle al Gerolsteiner su etapa el ¨²nico d¨ªa en el que el pelot¨®n dio permiso a la fuga.
David Ca?ada, aragon¨¦s nervioso, tiene un coraz¨®n loco como tantos otros ciclistas lo tienen, como lo tiene Stuart O'Grady, como lo ten¨ªa Franco Bittossi, cuore mato amado por los italianos, una v¨ªscera que a veces se le acelera en veloz taquicardia, tan r¨¢pida e incontrolable que le late y le late a m¨¢s de 240 pulsaciones por minuto. A Ca?ada, de 30 a?os, que corri¨® en el ONCE, en el Mapei, que corre en el Saunier Duval, le diagnosticaron hace a?os el s¨ªndrome de Wolff-Parkinson-White, una afecci¨®n que intent¨® curar en Italia someti¨¦ndose a una ablaci¨®n de la v¨ªa secundaria -un electrodo introducido por la ingle alcanza el coraz¨®n, donde tras un mapeo localiza la v¨ªa equivocada y la quema mediante radiofrecuencia-, la que provocaba el cortocircuito entre aur¨ªcula y ventr¨ªculo y la aceleraci¨®n. Fue una intervenci¨®n sin ¨¦xito. El electrofisi¨®logo que lo intent¨® le dijo que no le hab¨ªa sido posible, porque la v¨ªa era tan peque?a que no la encontraba. Por eso, David Ca?ada no se preocup¨® apenas hace un par de semanas cuando el coraz¨®n se le dispar¨® camino de Lloret de Mar, y ni siquiera se preocup¨® ayer al principio. Sin embargo, pasada casi una hora desde que se le pusiera a m¨¢s de 200, y viendo que no remit¨ªa el ataque, Ca?ada se baj¨® de la bici, llam¨® al m¨¦dico, se mont¨® en el coche del equipo. All¨ª fue a peor. Sufri¨® una fibrilaci¨®n auricular. Una situaci¨®n preocupante que solucion¨® el doctor Mikel Mart¨ªnez traslad¨¢ndolo en ambulancia al hospital de La Paz, donde le estabilizaron. En los pr¨®ximos d¨ªas, en Bilbao, se le intentar¨¢ de nuevo quemar la v¨ªa que le provoca los s¨ªntomas y el s¨ªndrome de preexcitaci¨®n. Su carrera de ciclista no deber¨ªa verse afectada.
Ma?ana termina la Vuelta. La cuarta victoria de Heras quedar¨¢ confirmada hoy en una contrarreloj en la que parte con 4m 30s sobre el segundo.
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