Alma, coraz¨®n y vida
Cantar con el coraz¨®n y con la cabeza: ¨¦se es el misterio. Con el coraz¨®n canta Falete, porque tiene una voz redonda y potent¨ªsima que le sigue adonde quiere, y ¨¦l pone siempre lo mejor de s¨ª mismo en el empe?o. Con la cabeza porque su canto es riguroso, est¨¢ estrictamente pensado y cada tema es una obra de perfecci¨®n indiscutible. Como ninguno de los dos elementos prevalece sobre el otro, de ah¨ª que la obra de Falete nos suene a trabajo bien hecho e inspirado y vital.
Aunque en esta ocasi¨®n cometi¨® algunos excesos en los que yo aconsejar¨ªa a Falete que evite caer. El manejo del mant¨®n, por ejemplo, que un par de veces movi¨® descontroladamente para arrancar el aplauso del p¨²blico. Que Falete no necesita de esos artificios para arrancar aplausos a un p¨²blico en permanente trance de aplauso, como ocurri¨® el jueves por la noche en el metro de Madrid. Le aplaudieron constantemente, con motivo y sin motivo, porque a veces dificultaban la buena audici¨®n de la concurrencia.
Falete
Voz: Falete. Guitarras: Ricardo Rivera Riqui y Javier Patino. Percusiones: Paquito Gonz¨¢lez y Pedro Nieto. Coros y palmas: Inma La Carbonera y V¨ªctor Carrasco. Baile y palmas: Juan Amaya. Piano: Borja ?vora. Metro, estaci¨®n Nuevos Ministerios, Madrid. 15 de septiembre.
Digo que no siempre eran necesarios los aplausos porque Falete cant¨® soberbiamente, tirando la voz llena con fuerza y decisi¨®n. Sobre todo en los tonos altos, que prevalecieron en cualquier momento sobre los bajos. Supongo que en aquel ambiente bullanguero ten¨ªa que ser as¨ª, porque de otra manera apenas le hubi¨¦ramos o¨ªdo. Pero en fin, Falete llenaba su voz y la soltaba a una audiencia en todo momento arrebatada.
El cantante hizo una buena selecci¨®n de su repertorio. Payaso, Teatro, Amar duele, entre otras, fueron una vez m¨¢s la base de un ¨¦xito que estaba cantado. "Nadie va a irse de aqu¨ª sin saber qui¨¦n es Falete", dijo ¨¦l mismo con decisi¨®n al comenzar, y ciertamente fue as¨ª gracias a su capacidad de entrega y a su perspicacia para ganarse al p¨²blico.
Hizo tambi¨¦n versiones personales de otras obras. Por ejemplo, Ay pena, penita, pena, que fue excepcional de voz y sentimiento. Carcelero, carcelero o La salvaora tambi¨¦n ocuparon lugar destacado en este cap¨ªtulo de actuaci¨®n.
Falete, que no siente ning¨²n pudor para interpretar con gran aparato gestual sus n¨²meros, los mima, los representa en pleno teatro y se queda tronchado, igual que un cuerpo sin alma. Pero en seguida revive para iniciar otro tema, con ¨ªmpetus renovados y sin que nada parezca afectarle en su comportamiento.
Babelia
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