La brecha entre EE UU y Europa se mantiene

COMO SE HA COMPROBADO en la reciente Asamblea de la ONU, las visiones duales sobre el mundo ya no existen: cada zona, cada sociedad est¨¢ atravesada por profundas contradicciones. Por ello, los conceptos de conflicto / alianza de civilizaciones quiz¨¢ no son los m¨¢s adecuados para explicar lo que ocurre. Cada civilizaci¨®n est¨¢ trufada de las dem¨¢s en un continuo mestizaje: el Norte dentro del Sur y el Sur dentro del Norte.

Ello se ha verificado otra vez m¨¢s con las consecuencias del hurac¨¢n Katrina en las costas de Luisiana. Ha servido para profundizar en la imagen de una Administraci¨®n republicana tremendamente ineficaz, pero tambi¨¦n para desvelar otra imagen de EE UU: la de una sociedad dual en la que no s¨®lo existen la nueva econom¨ªa y las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n, sino tambi¨¦n una parte de la ciudadan¨ªa que todav¨ªa permanece en la revoluci¨®n industrial y que intenta salir de la pobreza y la discriminaci¨®n racial. Hace pocas semanas, la Oficina del Censo proporcionaba datos sorprendentes sobre la extensi¨®n de la pobreza en Estados Unidos: s¨®lo en el a?o 2004 se han incorporado al ej¨¦rcito de pobres 1,1 millones de personas. Y ello en un ciclo largo de crecimiento econ¨®mico.

Cada civilizaci¨®n est¨¢ trufada de las dem¨¢s en un continuo mestizaje: el Norte en el Sur y el Sur dentro del Norte. Por ello, los conceptos de alianza / conflicto de civilizaciones no son los m¨¢s oportunos para el an¨¢lisis

Antes del desastre del hurac¨¢n, y como todos los a?os desde hace cuatro, dos fundaciones, la German Marshall (Estados Unidos) y la Compagnia di Sao Paolo (Italia), con la colaboraci¨®n de otras dos, una portuguesa y otra la Fundaci¨®n BBVA, publicaban el estudio Trasatlantic Trend,que trata de conocer el mapa de actitudes y la doble visi¨®n que sobre las relaciones internacionales tienen los ciudadanos de EE UU y Europa. El estudio est¨¢ basado en un sondeo con 11.000 respuestas, elaborado en Estados Unidos y 10 pa¨ªses europeos, incluida Turqu¨ªa.

La primera conclusi¨®n a la que puede llegarse es que, medio a?o despu¨¦s de que Bush iniciase una campa?a para acercarse a Europa, las opiniones de los europeos hacia EE UU no han cambiado: las relaciones no han mejorado, aunque tampoco ha crecido el antiamericanismo. Mientras que el 72% de los europeos desaprueba el modo en que el presidente Bush gestiona la pol¨ªtica internacional, el 59% considera poco o nada deseable que EE UU ejerza un fuerte liderazgo en los asuntos internacionales. "Se observa que, a pesar de los importantes esfuerzos por mejorar las relaciones, existe a¨²n una brecha en c¨®mo nos vemos mutuamente y en c¨®mo vemos el mundo", concluye Craig Kennedy, presidente de la German Marshall. Si se desagregan estas tendencias, se observa que los pa¨ªses europeos m¨¢s cr¨ªticos con EE UU son Espa?a, Francia, Alemania y Turqu¨ªa, y Espa?a, el pa¨ªs con sentimientos m¨¢s desfavorables hacia la superpotencia.

Otro cap¨ªtulo muy oportuno del estudio es la visi¨®n que los ciudadanos europeos mantienen hacia la UE tras el no a la Constituci¨®n en los referendos de Francia y Holanda: la mayor¨ªa de los encuestados (60%) entiende que la UE ha de disponer de un puesto permanente ¨²nico en el Consejo de Seguridad de la ONU, incluso si ¨¦ste reemplazara los lugares que ahora ocupan el Reino Unido y Francia; s¨®lo en Gran Breta?a predomina el desacuerdo (el 55% se opone). Los europeos en su conjunto contin¨²an expresando sentimientos muy favorables hacia la UE, aunque en algunos pa¨ªses, como Italia y Alemania, se observa una cierta disminuci¨®n en la valoraci¨®n. La posibilidad de verse afectado personalmente por una crisis econ¨®mica o por la inmigraci¨®n, dos asuntos de relevancia en los debates sobre el tratado constitucional, no incide de modo significativo en los sentimientos hacia la UE.

En cambio, disminuye el apoyo a la adhesi¨®n de Turqu¨ªa a la UE, a los pocos meses del inicio de las negociaciones, siendo Espa?a uno de los pa¨ªses en los que porcentualmente m¨¢s aumentan los renuentes. Recu¨¦rdese que el presidente turco es, junto a Zapatero, el coautor de la propuesta de la Alianza de Civilizaciones que se ha discutido en la ONU.