Templin, muy lejos del entusiasmo

En la noche m¨¢s grandiosa en la historia del municipio de Templin (17.800 habitantes) resultaba dif¨ªcil encontrar a alguien celebrando los resultados. La posibilidad de que Alemania fuera gobernada por primera vez por una canciller proveniente de la parte ex-comunista dibuj¨® cierto entusiasmo en los seguidores m¨¢s leales del pueblo donde creci¨® Angela Merkel. Pero una muestra de desilusi¨®n se extendi¨® tras conocerse la imposibilidad de los democristianos de lograr una victoria rotunda.

Algunos buscaban motivos que explicasen por qu¨¦ sus l¨ªderes conservadores, que hace unas semanas parec¨ªan tener asegurada la victoria, terminaron en las ¨²ltimas dos semanas valorando como una buena posibilidad una "gran coalici¨®n" con sus rivales socialdem¨®cratas del SPD. "Ella se equivoc¨® al decir la verdad sobre la intenci¨®n de subir los impuestos sobre las ventas", dijo Brigitte Zimdars, una oficinista que miraba los resultados por televisi¨®n en un restaurante al pie del muro medieval de Templin. "Fue demasiado honesta".

Algunos encuestadores dijeron que, a pesar de su origen, los democristianos de Merkel han obtenido s¨®lo una tercera parte de los votos del antiguo territorio comunista, detr¨¢s del SPD y del Partido de la Izquierda.

Para Beata, ingeniera, Merkel ha perdido votos en el Este despu¨¦s de que el l¨ªder democristiano en Baviera, Edmund Stoiber, ofendiera la inteligencia de los alemanes orientales. Harald Langfellner, de 52 a?os, agreg¨® que el Partido de la Izquierda con su 8,7% de los votos, ha corro¨ªdo el apoyo de los partidos establecidos.

"Espero que hayan nuevas elecciones", dijo, temiendo la posibilidad de que un empate forzara a los conservadores a formar equipo de gobierno con los socialdem¨®cratas, con la intervenci¨®n de Gerhard Schr?der.

Pintoresco y aseado, a 80 kil¨®metros de Berl¨ªn y profundamente renovado con el dinero del Oeste durante los 16 a?os posteriores a la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, Templin se mira como un ganador de la unificaci¨®n alemana.

Pero esta ciudad, donde Merkel vivi¨® desde los tres a?os (cuando su padre movi¨® a la familia desde Alemania Occidental para ejercer de pastor), hasta que ingres¨® en la universidad, ejemplifica muchos de los problemas t¨ªpicos de la regi¨®n. Uno de cada cuatro habitantes de Templin est¨¢ desempleado, un indicador a¨²n m¨¢s grave que el promedio del Este (18,5% de paro), contra el 9,7% en el Oeste. La CDU sac¨® apenas un 25% en el Este de Alemania.

Con apenas vida nocturna, las calles del centro de la ciudad parec¨ªan desiertas al caer la noche, a pesar de que los lugare?os coincid¨ªan en que la candidatura de Merkel hab¨ªa descongelado el inter¨¦s en las elecciones. As¨ª se not¨® en el centro Waldschule, la escuela de ladrillo donde se educ¨® Merkel y recinto electoral durante la jornada del domingo.

Aun as¨ª, unos 12 hombres presentes por la noche en el bar Bierpumpe, se olvidaron de los resultados electorales y sintonizaron el canal del f¨²tbol. "Todos los pol¨ªticos dicen que el paro debe bajar, pero ninguno de ellos dice exactamente c¨®mo", se quej¨® Michael Klein, propietario de un bar.