Tras la liberaci¨®n de las rehenes israel¨ªes, las familias de los presos palestinos esperan su turno
Cientos de personas se concentran para recibir a los reclusos entre la alegr¨ªa y la preocupaci¨®n por la situaci¨®n de las prisiones bajo mando de un ministro ultra. El desprestigio de la Autoridad Nacional Palestina del presidente Abbas queda de manifiesto
Se supone que, para Nihaya Kanaan, hoy es un d¨ªa feliz, pero su cara dice lo contrario. Su hermana, Jalida Jarrar, diputada y miembro destacado del Frente Popular para la Liberaci¨®n de Palestina (FPLP), est¨¢ en la lista de 90 presos que Israel se dispon¨ªa en la noche del domingo a excarcelar, tras haber entregado Ham¨¢s a tres rehenes israel¨ªes. El canje ya ha comenzado, Israel ha recuperado a tres j¨®venes mujeres y todo est¨¢ preparado para que la Cruz Roja Internacional transporte en autobuses a Jarrar y a otros 75 presos a la plaza de la localidad cisjordana de Beitunia, donde los esperan cientos de personas.
Kanaan podr¨¢, pues, abrazar de nuevo a su hermana tras casi un a?o en detenci¨®n administrativa, una herramienta de la justicia militar ¡ªcriticada por las organizaciones de derechos humanos y agencias de la ONU¡ª por la que Israel mantiene a miles de palestinos sin cargos ni vista judicial, incluso durante a?os. Pero las c¨¢rceles israel¨ªes se han convertido en un infierno desde el 7 octubre de 2023, cuando el ataque de Ham¨¢s gener¨® un sentimiento de venganza hacia los palestinos y con el ultraderechista Itamar Ben Gvir al frente del Ministerio de Seguridad Nacional, del que dependen los presidios. As¨ª que, m¨¢s que alegre, Kanaan est¨¢ preocupada.
¡°Mi hermana lleva los ¨²ltimos cuatro meses en confinamiento solitario, en una celda de 2,5 metros por 1,5 metros¡±, se?ala con una bandera palestina en una mano y una pancarta con el rostro de su hermana en la otra. Es de lo poco que sabe de ella por su abogado, a trav¨¦s del cual Jarrar escribi¨® una carta en la que describ¨ªa su situaci¨®n e hizo p¨²blica: ¡°Me muero cada d¨ªa [¡] La celda parece una caja min¨²scula. Paso la mayor¨ªa del tiempo junto a un peque?o vano que me permite respirar. Espero que pasen las horas mientras me ahogo en la celda con la espera de encontrar mol¨¦culas de ox¨ªgeno para respirar y sobrevivir¡±.
Decenas de presos han muerto entre rejas desde octubre de 2023. El ¨²ltimo, este s¨¢bado, Mohamed Jaber, de 22 a?os, que llevaba 14 meses en detenci¨®n administrativa, seg¨²n la Comisi¨®n de Asuntos de los Detenidos y Presos Palestinos.
La prestigiosa ONG israel¨ª de derechos humanos B¡¯tselem public¨® en agosto un informe en el que conclu¨ªa, a partir de 55 testimonios, que Israel viene aplicando desde octubre de 2023 una ¡°pol¨ªtica institucional y sistem¨¢tica enfocada en el abuso y tortura de todos los presos¡±, con la vista gorda del Tribunal Supremo y la Fiscal¨ªa General.
Jarrar, explica su hermana, ha pasado cinco a?os en total en prisi¨®n, entre entradas y salidas, desde 2015. Israel define al FPLP como organizaci¨®n terrorista y proh¨ªbe sus actividades. En 2021, estaba entre rejas cuando falleci¨® una de sus hijas, Suha, de un ataque al coraz¨®n con 30 a?os. Cientos de personas asistieron al entierro en Ramala. Tambi¨¦n ha conocido en prisi¨®n la muerte de su madre y de un sobrino. Por eso, lo primero que har¨¢n juntas, ¡°si est¨¢ lo suficientemente bien de salud¡±, es acompa?arla a visitar la tumba de su hija, explica.
¡°Desde que empezaron los rumores de que habr¨ªa un pacto hasta que, solo hoy mismo, nos confirmaron que mi hermana est¨¢ en la lista, ha sido extremadamente dif¨ªcil toda esta incertidumbre¡±, lamenta¡±. ¡°A¨²n hoy no estoy segura de que vaya a salir, hasta que no la vea y toque yo misma. Me voy a quedar aqu¨ª esperando para asegurarme de que de verdad sucede¡±.
La espera, en medio del fr¨ªo, no ha hecho m¨¢s que empezar. Hay poca gente, apenas unos cientos de personas. Muchas cosas juegan en contra de la convocatoria. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) no ha organizado una recepci¨®n oficial, que podr¨ªa volverse en su contra en uno de sus momentos ¡ªsi cabe¡ª de mayor desprestigio interno. Los propios vecinos han puesto barreras para cerrar el paso al tr¨¢fico y aun as¨ª pasan constantemente camiones, que interrumpen la concentraci¨®n.
Colaboraci¨®n con Israel
Todo en el acto muestra el ¨ªnfimo prestigio de la ANP, sobre todo por su colaboraci¨®n de seguridad con Israel y su perfil bajo durante la guerra de Gaza. M¨¢s a¨²n en un d¨ªa en el que la interpretaci¨®n general es que es el uso de la fuerza (la toma de rehenes por Ham¨¢s) el que est¨¢ trayendo de vuelta a los presos. Los escasos congregados ondean banderas de Ham¨¢s, sobre todo, del Frente Democr¨¢tico para la Liberaci¨®n de Palestina e incluso del partido-milicia liban¨¦s Hezbol¨¢ o de Yemen, cuya milicia hut¨ª ha lanzado misiles y drones contra Israel hasta este mismo s¨¢bado.
De Al Fatah, el partido del presidente de la ANP, Mahmud Abbas, casi ninguna. El portavoz de Al Fatah, Abdel Fattah Dawla, que ha acudido al lugar, resta importancia al fen¨®meno: ¡°En la reuni¨®n del comit¨¦ de Fuerzas Naciones e Isl¨¢micas Palestinas acordamos solo ondear la bandera palestina. Luego hay gente aparte que es libre para ondear la que quiera. No significa nada¡±.
A esto se suman las informaciones que llegan a trav¨¦s de los tel¨¦fonos m¨®viles de que colonos ultranacionalistas jud¨ªos opuestos al alto el fuego en Gaza est¨¢n apedreando coches a su paso por la zona y han quemado casas y veh¨ªculos de palestinos como venganza colectiva. Algunas familias de presos tienen miedo y prefieren esperarlos en casa. Tampoco ayuda el recuerdo del primer canje de rehenes por presos, en noviembre de 2023, en el que los soldados israel¨ªes lanzaron gases lacrim¨®genos en esa misma rotonda para frenar las celebraciones
Tampoco ahora est¨¢n permitidas. A Mohamed Amer (cuya hija Yen¨ªn se dispone a recobrar la libertad) se lo record¨® por tel¨¦fono esta misma tarde un oficial del Shin Bet, los servicios de inteligencia en Israel y Palestina. ¡°Me dijo: ¡®no quiero ver ni una bandera de Ham¨¢s ni una celebraci¨®n. Como alces una sola bandera, entramos en la casa¡±, en la localidad de Dura, en el sur de Cisjordania, cuenta cerca de una hoguera que ha encendido un grupo de j¨®venes para calentarse.
Yen¨ªn tiene 23 a?os y lleva 14 meses en prisi¨®n, todos en detenci¨®n administrativa. En el listado del servicio de prisiones aparece como miembro de Ham¨¢s encarcelada por ¡°apoyar el terrorismo¡±.
Su padre, ganadero y con otros seis hijos en libertad, cuenta que, cuando Yen¨ªn entr¨® en prisi¨®n, guard¨® un cordero ¡ª¡°entonces era peque?o, ahora m¨¢s grande¡±, aclara¡ª para sacrificarlo cuando saliese. M¨¢s all¨¢ de la celebraci¨®n, le servir¨¢ para poner fin a lo que define como los 14 meses de ¡°hambre, fr¨ªo, miedo y humillaci¨®n¡± que lleva sufriendo su hija en las c¨¢rceles bajo mando de Ben Gvir, seg¨²n lo que ha escuchado de otros presos.
Mohamed es, a la vez, padre y palestino. Como lo primero, siente la ¡°alegr¨ªa de saber¡± que su hija ser¨¢ de nuevo libre en unas horas. Como lo segundo, ¡°orgullo nacional¡±. ¡°Es muy dif¨ªcil romper a nuestro pueblo¡±, a?ade.
En su discurso, pr¨®ximo a Ham¨¢s, distingue entre la negociaci¨®n derrotista de la ANP ¡ª¡°en la que el pueblo palestino siempre pierde¡±¡ª y la que ha hecho ahora Ham¨¢s con Israel para lograr el fin de los bombardeos en Gaza y la excarcelaci¨®n de un n¨²mero de presos a¨²n por definir, pero que superar¨¢ el millar. ¡°La destrucci¨®n [en Gaza] es solo destrucci¨®n. Las victorias baratas son f¨¢ciles, las dif¨ªciles tienen un precio. No me malentiendas: no hay d¨ªa en el que no haya pensado en cu¨¢nto deseaba la liberaci¨®n de mi hija, pero tambi¨¦n entend¨ªa que su encarcelamiento era el precio de la libertad y la dignidad¡±.
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