Un acierto

La remodelaci¨®n del Photomuseum de Zarautz resulta todo un acierto. En sus primeros a?os de actividad tuvo adjudicada una peque?a parte del edificio Villa Manuela, que ahora ocupa por completo. La escasez del pasado parece haber quedado atr¨¢s. Suelos de m¨¢rmol blanco acompa?an ahora amplias salas de exhibici¨®n donde tienen cabida todo tipo de formato de im¨¢genes. Las paredes est¨¢n iluminadas con focos de intensidad regulable. Los accesos mecanizados eliminan barreras a los minusv¨¢lidos. Su red de c¨¢maras de vigilancia, algo obligado donde el valor de la obra expuesta es considerable, previene contra posibles depredadores. Poco falta para su presentaci¨®n en sociedad. El excelente resultado es premio bien merecido a los esfuerzos de quienes fueron pioneros en esta iniciativa fotogr¨¢fica que no siempre contaron con los apoyos ni los ¨¢nimos necesarios para su importante traves¨ªa: Ram¨®n Serras y Leopoldo Zugaza.

Con esta decisi¨®n Zarautz y su Argazki Euskal Museoa, se incorporan con luz propia al circuito de museos de visita obligatoria en el Pa¨ªs Vasco y en Espa?a entera. Digo luz por que est¨¢ en ella el origen de la fotograf¨ªa y propia por ser la ¨²nica instituci¨®n dedicada exclusivamente a la fotograf¨ªa, una disciplina art¨ªstica en plena ebullici¨®n. Los contenidos que guardan sus fondos se distribuyen en cuatro plantas, cinco si contamos el lugar donde est¨¢n la biblioteca y los servicios administrativos.

Es recomendable hacer la visita de arriba abajo. En la cuarta planta encontramos el espacio dedicado a la exposici¨®n temporal (la inaugural llega desde Alemania y tiempo habr¨¢ de comentarla). Bajando, llegan las salas dedicadas a la tecnolog¨ªa fotogr¨¢fica con c¨¢maras desde el daguerrotipo hasta nuestros d¨ªas. A este instrumental le acompa?an distintas im¨¢genes realizadas de una u otra manera. Otro piso se dedica a una serie de im¨¢genes fotogr¨¢ficas que recrean los grandes g¨¦neros de la disciplina tratados por autores de reconocido prestigio local, nacional e internacional. La planta baja est¨¢ dispuesta para conferencias, pase de v¨ªdeos y para mostrar otros fondos del museo. Como no pod¨ªa ser menos, en la recepci¨®n se encuentra una peque?a tienda para publicaciones del museo, bibliograf¨ªa especializada y otras obras.

Un nuevo museo para tiempos nuevos. Para este oto?o, anuncia el Primer Congreso de Historia de la Fotograf¨ªa con matices investigadores, una nueva actividad que viene a sumarse a la expositiva y did¨¢ctica. Por cierto, una did¨¢ctica digna de ser emulada por otros museos en su especialidad, para evitar posibles confusiones sobre estilos, t¨¦cnicas y concepto, algo frecuente entre muchos de los numerosos visitantes de ch¨¢rter.