De la guerra de las Malvinas a un retablo de las desdichas

La jornada del martes del festival donostiarra introdujo de lleno a los numerosos espectadores y comentaristas en el terreno de la depresi¨®n. Iluminados por el fuego, del argentino Trist¨¢n Bauer, y Stesti (Algo como la felicidad), del checo Bohdan Sl¨¢ma, convirtieron la pantalla en el reino del exorcismo. Colectivo en el caso argentino e individual, en el checo.

Iluminados por el fuego enfrenta al espectador con las miserias de la guerra. Podr¨ªa adscribirse al g¨¦nero b¨¦lico pero el conflicto que muestra tiene unas caracter¨ªsticas especiales que le desmarca de lo establecido: Bauer ofrece su mirada sobre la guerra de las Malvinas a trav¨¦s de los recuerdos de uno de los j¨®venes argentinos que fueron obligados por la dictadura militar a combatir en tan inh¨®spito lugar. Con un tono pr¨®ximo al documental (Bauer se ha curtido en dicho g¨¦nero) y un notable br¨ªo en las numerosas secuencias b¨¦licas, se adentra en lo que podr¨ªa llamarse "la demagogia de los hechos": mandos militares arengando a la tropa con un infame patrioterismo, soldados desconcertados, estupefactos, algo de material de archivo de las favorables concentraciones populares para sonrojo de la ciudadan¨ªa, incompetencia, hambre, fr¨ªo, muerte y desolaci¨®n. Es, pues, el relato de una hist¨®rica derrota anunciada que honra a quien eligi¨® tan agrio tema.

Es cierto que el cine cuenta entre sus obras maestras con varios filmes antibelicistas, pero Iluminados por el fuego, sin alcanzar la maestr¨ªa, es algo m¨¢s. La pantalla en este caso es el espejo de una decisi¨®n in¨²til y gratuita que cost¨® varios cientos de muertes y suicidios entre quienes no tuvieron la menor oportunidad de rechazarla o discutirla.

Abatimiento

En Stesti (Algo como la felicidad) se reduce el campo de acci¨®n de los sentimientos y conceptos pero se mantiene una atm¨®sfera depresiva similar. Ya no se habla de la Patria, el Honor o la Victoria, ni hay discursos est¨²pidos, pero ninguno de los personajes que se asoman a la pantalla levanta cabeza. Bohdan Sl¨¢ma nos recuerda 24 veces por segundo las desdichas de los desheredados de la industrializaci¨®n.

Algo como la felicidad es una pel¨ªcula compacta, bien estructurada e interpretada y sin concesiones a la benevolencia. El filme es un gran retablo del infortunio humano en el que nunca se vislumbra el final del t¨²nel. Madres solteras, maridos borrachos, indigentes, macarras... una retah¨ªla de desgraciados, reales como la vida misma, sin duda, presentados con tal densidad demogr¨¢fica que la posible solidaridad de quienes los contemplan se ve empa?ada por el abatimiento.