Absuelto el causante de un fuego que arras¨® 2.385 hect¨¢reas

Tirar una colilla encendida, en medio de un monte, en pleno mes de agosto, rodeado de pastos y rastrojos, y no cerciorarse de que el cigarrillo se apag¨® en el agua de un r¨ªo cercano, causando un incendio forestal que arras¨® mas de 2.300 hect¨¢reas de la sierra de Ot¨ªvar (Granada), no puede considerarse una conducta temeraria ni tampoco una imprudencia grave, y por tanto cabe absolver al autor de tales hechos, seg¨²n refleja una sentencia de la magistrada de lo Penal n¨²mero 1 de Motril, firmada el pasado 1 de julio y conocida ayer en relaci¨®n con el incendio ocurrido en 1999.

La absoluci¨®n de M.P. J., que en 1999 contaba con 36 a?os, y que fue detenido e ingresado en prisi¨®n incondicional sin fianza el 19 de agosto de 1999 acusado de provocar un incendio forestal en las Sierras de Ot¨ªvar, caus¨® ayer sorpresa e indignaci¨®n en la Junta de Andaluc¨ªa, que anunci¨® un recurso contra la sentencia.

La magistrada Adelina Entrena Carrillo considera probado en su sentencia que M. P. J. se encontraba el d¨ªa de autos con su familia en el paraje conocido como Junta de los r¨ªos, a donde hab¨ªa acudido a pasar un d¨ªa de campo. Y que una vez all¨ª se dirigi¨® al margen derecho del r¨ªo Nacimiento. All¨ª, "procedi¨® a encender un cigarrillo que posteriormente arroj¨® hacia la margen del r¨ªo que discurre por aquel lugar con tan mala fortuna que no llego a apagarse por no caer en el agua".

A?ade la juez en el relato de hechos probados que "aunque el acusado fue el causante del incendio no estuvo en su ¨¢nimo la intenci¨®n de prender fuego y consecuentemente su propagaci¨®n con los m¨²ltiples perjuicios ocasionados tanto materiales, como patrimoniales y los nefastos efectos ecol¨®gicos que se han producido (...) y aunque su conducta pueda ser calificada como imprudente en modo alguno dicha imprudencia puede calificarse como grave".

Para fundamentar su decisi¨®n de absolver al autor del incendio -en el que adem¨¢s de las hect¨¢reas calcinadas y la muerte de 26 animales de caza mayor y un reba?o de 100 cabras, se ocasionaron unos gastos de extinci¨®n de 310.648 euros y da?os por valor de 433.392 euros- la juez afirma que "la acci¨®n desarrollada por el acusado supone una flagrante falta de atenci¨®n y cuidado que debe ser calificada como de simple imprudencia o negligencia leve". Y contin¨²a: "No obstante lo cual, su conducta en base a los art¨ªculos invocados por la acusaci¨®n p¨²blica y particular debe considerarse at¨ªpica y sin respaldo legal".

La juez entiende que la actuaci¨®n de M. P. J. fue "una simple imprudencia leve que, por exigencias del principio de legalidad, tiene la consecuencia de no llevar aparejada ninguna clase de responsabilidad penal, pues s¨®lo cuando la imprudencia es grave se tipifica en cuanto al delito de incendio forestal, aparte de las hip¨®tesis dolosas".

El fiscal y la acusaci¨®n particular calificaron los hechos como constitutivos de un delito de incendio penados en el art¨ªculo 358 del C¨®digo Penal, y solicitaban dos a?os de prisi¨®n, y nueve y quince meses de multa respectivamente, as¨ª como las indemnizaciones por los gastos y da?os.

En su segundo fundamento de derecho, la juez sostiene que no se ha roto la presunci¨®n de inocencia por cuanto no hubo intenci¨®n de provocar el incendio a los efectos de culpabilidad.