Dos modelos de derecha compiten por dirigir el futuro de Polonia
La Plataforma C¨ªvica ofrece una reforma fiscal similar a la de Merkel
Reducida casi a pavesa la socialdemocracia polaca, las distintas sensibilidades de la derecha compiten para dirigir el cambio que se inaugurar¨¢ tras las generales del pr¨®ximo domingo. El tramo final de campa?a de la Plataforma C¨ªvica (PO, liberal) y Ley y Justicia (PiS, conservador) se ha convertido en una carrera a empellones que ha puesto de manifiesto las grandes diferencias que separan a los futuros socios.
Las dos formaciones proceden de la constelaci¨®n del sindicato Solidaridad y sus dirigentes acumulan ya 16 a?os de experiencia en fusiones, peleas, esperanzas y desencantos. A veces, juntos en la misma sigla; otras, compitiendo agriamente por el mismo espacio. Tanto PO como PiS se crearon en 2001 huyendo del naufragio de la entonces gubernamental Acci¨®n Electoral de la Solidaridad, y ambos lograron mantenerse a flote.
El PO, neoliberal y proeuropeo, aunque reticente a la Constituci¨®n, tiene como referentes a Donald Tusk, que opta a la presidencia en las elecciones del 9 de octubre, y a Jan Rokita, que aspira al puesto de primer ministro tras las generales del domingo. El PiS es m¨¢s nacionalista e intervencionista en econom¨ªa y ha tejido su bandera en la lucha contra la corrupci¨®n. Sus l¨ªderes son los hermanos gemelos Kaczynski -Lech opta a la presidencia, Jaroslaw quiere ser primer ministro-, a quien s¨®lo los m¨¢s avezados logran distinguir.
Uno de sus j¨®venes colaboradores explica su truco en la sede de campa?a, en medio del trasiego: "Lech tiene un peque?o lunar junto a la nariz y lleva anillo porque est¨¢ casado".
"Est¨¢ claro que si PO y PiS gobiernan juntos ser¨¢ un Ejecutivo muy poco estable", asegura en su despacho de la Universidad de Varsovia, Jadwiga Staniszis, experta en el complejo universo que hunde sus ra¨ªces en la antigua Solidaridad. "Espero que uno tenga la presidencia y el otro dirija el Gobierno solo; si se reparten el Gobierno, enseguida se pelear¨¢n".
Los dos partidos abrieron la campa?a con un pacto de no agresi¨®n e incluso con un plan para no pisarse en los comicios al Senado, que tambi¨¦n se renueva el domingo. Pero las encuestas han acentuado la rivalidad al recalcar el desplome socialdem¨®crata y situar a ambos claramente en cabeza, muy igualados. De repente, los aliados han dejado de hablar de los pecados de la izquierda y han empezado a tirarse los platos a la cabeza en una guerra abierta que durar¨¢ hasta el ¨²ltimo momento: la campa?a se cerrar¨¢ ma?ana, previsiblemente con un debate entre Tusk y Kaczynski.
Puntos de discordia
Los puntos de discordia se han ido multiplicando, pero uno de los m¨¢s sangrantes es la orientaci¨®n econ¨®mica del nuevo Gobierno. La propuesta estrella del PO es la flat tax, el tramo ¨²nico de impuestos que ya se aplica en otros pa¨ªses del este de Europa y que entr¨® en la reciente campa?a alemana como arma de doble filo para ?ngela Merkel.
El PO quiere aplicar un impuesto del 15% a la renta, las empresas y el IVA. A todos por igual, con independencia de los ingresos de cada uno. La resistencia al proyecto la lideran sus socios del PiS, que presentan el plan como un intento de que "los pobres financien a los ricos". La antipat¨ªa mutua entre la derecha liberal y la conservadora la evidencia el mismo Kaczynski con una frase: "Estamos condenados a entendernos".
El PO parec¨ªa llamado a imponerse con claridad, pero las ¨²ltimas encuestas han recortado las diferencias y alguna incluso sit¨²a por delante al PiS. El capitalismo social de este partido le ayuda a ganar votos de todos los sectores que temen reformas econ¨®micas liberales: en la izquierda, los votantes del socialdem¨®crata SLD en descomposici¨®n y los de Autodefensa, el inclasificable grupo de Andrz¨¦j Lepper, con fuerte presencia agraria.
En la derecha, una vez apartados los ex comunistas, los sectores ultracat¨®licos del entorno de Radio Mar¨ªa han iniciado una cruzada antiliberal que quiere impedir el triunfo de PO. Impulsada por el padre Rydzyk, el alma de la radio, est¨¢ en marcha una campa?a soterrada contra el PO que puede llevar al voto ¨²til hacia el PiS en detrimento de la Liga de Familias Polacas (LPR), un partido extremista que obliga a los candidatos a sellar lealtad a las siglas con juramentos a la Virgen Mar¨ªa y la Sant¨ªsima Trinidad. Este partido logr¨® el 15% en las elecciones europeas del a?o pasado, pero s¨®lo vot¨® el 20% del electorado.
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