La tormenta retrasa la reconstrucci¨®n y el retorno de la poblaci¨®n a Nueva Orleans
El Ej¨¦rcito de EE UU trata de tapar con sacos de arena las brechas abiertas en los diques
"La pesadilla contin¨²a". El alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, describ¨ªa as¨ª el ¨¢nimo de los habitantes de la ciudad tras el paso del hurac¨¢n Rita, que provoc¨® el desbordamiento de uno de los canales de la ciudad y volvi¨® a inundar varios de los barrios m¨¢s castigados por el Katrina hace un mes. El Ej¨¦rcito se preparaba ayer para tapar con sacos de arena las brechas abiertas en un dique y detener el avance de las aguas. Aunque el Rita se alejaba hacia el norte, las aguas del lago Pontchartrain sub¨ªan de nivel y amenazaban con desbordar m¨¢s canales.
La lluvia segu¨ªa cayendo a mediod¨ªa de ayer sobre una ciudad desierta y devastada. El Cuerpo de Ingenieros del Ej¨¦rcito, encargado de la reparaci¨®n de los diques, asegur¨® que la mayor¨ªa de las barreras hab¨ªan aguantado bien la embestida del Rita y que lo peor hab¨ªa pasado. "La marea ha subido m¨¢s de lo que esper¨¢bamos", declar¨® Dan Hitchings, del Cuerpo de Ingenieros del Ej¨¦rcito. "Esta ma?ana a¨²n hab¨ªa agua desbord¨¢ndose".
Si el viento amainaba y la lluvia bajaba de intensidad, el Ej¨¦rcito ten¨ªa previsto usar helic¨®pteros para lanzar hasta cinco toneladas de sacos de arena sobre la enorme brecha abierta en el lado este del Canal Industrial. Varios camiones cargados de gravilla se dirig¨ªan hacia el extremo oeste, tambi¨¦n desbordado. Los ingenieros se dispon¨ªan tambi¨¦n a poner de nuevo en funcionamiento las bombas utilizadas durante las ¨²ltimas semanas para drenar el agua vertida sobre la ciudad por el Katrina.
La principal preocupaci¨®n de las autoridades era que las aguas del lago Pontchartrain, que se encontraban tres metros por encima de su nivel habitual, siguieran subiendo. "Esperemos que la marea baje y podamos comenzar a trabajar", dijo Hitchings. Los meteor¨®logos advert¨ªan del peligro de que el Rita, convertido en tormenta tropical, se estanque sobre la zona y siga descargando lluvia sobre durante varios d¨ªas.
Como ya ocurriera el pasado 29 de agosto con el Katrina, la peor parte del Rita se la llev¨® el barrio del Ninth Ward (Distrito Noveno), habitado mayoritariamente por gente de escasos recursos y de raza negra. El agua alcanzaba ayer los dos metros de altura en algunas zonas y llegaba a cubrir el primer piso de muchas casas. De un autob¨²s escolar de color amarillo abandonado en la calle sobresal¨ªa s¨®lo el techo.
Tambi¨¦n la parroquia (condado) de St. Bernard qued¨® inundada como consecuencia del desbordamiento del Canal Industrial. En declaraciones a The New York Times, su presidente, Henry Junior Rodr¨ªguez, denunci¨® que el Cuerpo de Ingenieros del Ej¨¦rcito no hab¨ªa reparado bien las brechas abiertas por el Katrina. "Vamos a tardar dos semanas en sacar el agua", dijo Rodr¨ªguez. Tanto el Ninth Ward como la parroquia de St. Bernard apenas hab¨ªan comenzado a recuperarse del Katrina a principios de esta semana, cuando sus calles quedaron por fin secas.
El Rita ha interrumpido bruscamente la reconstrucci¨®n de Nueva Orleans. Su medio mill¨®n de habitantes, esparcidos pr¨¢cticamente por todos los Estados del pa¨ªs, tendr¨¢n que seguir esperando a que los servicios b¨¢sicos vuelvan a funcionar para regresar a sus casas. Ante la llegada del Rita, el alcalde tuvo que suspender el plan de retorno gradual de 180.000 personas a las zonas de la ciudad menos da?adas por el Katrina. Ayer se desconoc¨ªa cu¨¢ndo podr¨¢ reanudarse el regreso.
Trabajar bajo el agua
Las nuevas inundaciones tambi¨¦n han obligado a retrasar la b¨²squeda de cad¨¢veres de v¨ªctimas del Katrina. "Nuestro trabajo va a ser ahora mucho m¨¢s dif¨ªcil", declar¨® Richard Dier, supervisor de las labores de rescate. "No tengo gente para trabajar bajo el agua".
Al oeste de Nueva Orleans, en la zona m¨¢s castigada por el Rita, la mayor¨ªa de la poblaci¨®n pas¨® la tormenta lejos de sus casas. Con la lecci¨®n del Katrina bien aprendida, unos 500.000 residentes del litoral huyeron hacia el norte en busca de protecci¨®n. Poblaciones como Lake Charles y Lafayette, con 100.000 habitantes cada una, eran ayer ciudades fantasma. La zona est¨¢ habitada mayoritariamente por descendientes de colonos franceses que fueron expulsados de Nueva Escocia (Canad¨¢) a finales del siglo XVIII y se establecieron en el sureste de Luisiana.
La gobernadora de Luisiana, Kathleen Blanco, orden¨® el despliegue de 4.000 miembros de la Guardia Nacional para participar en las labores de rescate. "Este Estado no ha soportado jam¨¢s tanta tensi¨®n", dijo. M¨¢s de medio mill¨®n de hogares estaban anoche sin luz en Luisiana, la mitad como consecuencia del Katrina y la otra mitad por culpa del Rita.
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