Jap¨®n ve la luz al final del t¨²nel
Apoyados en la fuerza del comercio exterior, los indicadores econ¨®micos apuntan hacia el fin de la deflaci¨®n
La ansiada recuperaci¨®n econ¨®mica de Jap¨®n marcha por buen camino. Apoyados en la fuerza del comercio exterior, los indicadores de la segunda potencia econ¨®mica apuntan hacia el fin de la deflaci¨®n en que se hundi¨® en 1998 tras prolongarse la crisis desatada por el estallido de la burbuja inmobiliaria. La mejora del consumo interno y la inversi¨®n en maquinaria y equipos del sector industrial han impulsado el crecimiento econ¨®mico interanual hasta un 3,3%, cuando las previsiones del Gobierno lo situaban en el 1,1%. El Banco de Jap¨®n tambi¨¦n ha dado muestras de que se acerca la hora -posiblemente a principios del pr¨®ximo a?o- de poner fin a la actual pol¨ªtica monetaria superexpansiva.
El mercado exterior de Jap¨®n est¨¢ maduro y el crecimiento econ¨®mico depender¨¢ en adelante, sobre todo, del consumo interno
El Ministerio de Finanzas inform¨® de que las reservas aumentaron durante el mes de agosto en 8.390 millones de d¨®lares, lo que supuso una cifra r¨¦cord de 847.770 millones de d¨®lares, la cantidad m¨¢s alta acumulada desde diciembre pasado. Hace ya 71 meses consecutivos que Jap¨®n es el primer pa¨ªs del mundo en reservas de divisas.
Los empresarios japoneses, adem¨¢s, comienzan a recoger los frutos de las fuertes inversiones que desde la d¨¦cada pasada realizan en China.
A estos buenos indicadores se suma la subida de la Bolsa, que tras la contundente victoria de Junichiro Koizumi en las elecciones generales del pasado d¨ªa 11, alcanz¨® valores m¨¢ximos en cuatro a?os. El ¨ªndice Nikkei ronda los 13.000 puntos, casi un 10% de subida en lo que va de a?o, el nivel que ten¨ªa en junio de 2001, pero, a diferencia de la d¨¦bil y fugaz recuperaci¨®n de los a?os 2000 y 2001, ahora las grandes corporaciones est¨¢n apoyadas en s¨®lidos beneficios.
Este comportamiento del Nikkei impulsa la confianza no s¨®lo de los inversores japoneses, sino tambi¨¦n de los extranjeros, lo que puede traducirse en una positiva revalorizaci¨®n del yen. En la era de la globalizaci¨®n, los pa¨ªses requieren capital for¨¢neo para apoyar su mercado de valores, lo que permite a las compa?¨ªas el acceso al capital en lugar de tener que recurrir a los bancos, pese al escaso valor del dinero en Jap¨®n, donde los intereses permanecen desde 2001 en el 0,10%, tras el descenso experimentado ese a?o despu¨¦s de permanecer durante casi toda la d¨¦cada pasada en el 0,50%.
Kawumasa Iwata, vicegobernador del Banco de Jap¨®n, declar¨® durante una reuni¨®n del Gabinete de Koizumi, celebrada tras la victoria electoral, que el banco prev¨¦ poner fin "muy pronto" a la enorme liquidez inyectada hasta ahora en el mercado. Iwata indic¨® que, en t¨¦rminos generales, la econom¨ªa ha superado el oscuro t¨²nel de la deflaci¨®n, pero que s¨®lo se aplicar¨¢ una pol¨ªtica monetaria restrictiva cuando la deflaci¨®n se haya erradicado de todos los sectores.
En la actualidad, el ¨ªndice de precios se mantiene estable, -0,2% en julio, pese al descenso experimentado en la electricidad y el tel¨¦fono, si bien estas reducciones obedecen a las desregulaciones de esos dos sectores. Los expertos consideran que hacia finales de a?o los precios habr¨¢n reabsorbido las desregulaciones y podr¨ªan comenzar a remontar, pero se?alan que para no poner en peligro la recuperaci¨®n econ¨®mica es mejor no precipitar el cambio de la pol¨ªtica monetaria hasta que se supere la barrera psicol¨®gica del 1% de inflaci¨®n.
La reforma del sector bancario, aunque no ha sido completa, permite mirar al futuro con cierto optimismo. La banca, que ha jugado un papel central en el estancamiento de la econom¨ªa japonesa debido al peso de los impagados, goza ahora de una salud aceptable en comparaci¨®n al calamitoso estado que presentaba en la d¨¦cada pasada.
Despejada la inc¨®gnita de la solidez de la recuperaci¨®n, Tokio puede dejar de preocuparse por las exportaciones y favorecer la firmeza del yen, lo que se traducir¨¢ en un aumento de la capacidad de compra de los japoneses. "Nuestro mercado exterior es maduro y el Gobierno debe mirar sobre todo al mercado interior para impulsar la econom¨ªa. Nuestro crecimiento depender¨¢ en adelante sobre todo del consumo interno", afirma Sawako Takeuchi, candidata por Jap¨®n a la secretar¨ªa general de la OCDE (Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico), que se elegir¨¢ en diciembre entre los 30 pa¨ªses miembros.
Koizumi centr¨® toda su campa?a electoral en la reforma de los servicios postales, que considera la puerta que abre la econom¨ªa japonesa a los retos del siglo XXI. Con 380.000 empleados -120.000 de ellos a tiempo parcial- y unos fondos superiores a los 2,5 billones de euros, el primer ministro ve en Correos un importante camino para reducir el gasto p¨²blico, uno de los pilares de su pol¨ªtica desde que lleg¨® al poder en 2001. Adem¨¢s, la privatizaci¨®n de la Caja Postal dar¨ªa transparencia a esa enorme masa de dinero, que ser¨ªa utilizada de forma m¨¢s productiva, en lugar de dedicarse sobre todo a la financiaci¨®n de obras p¨²blicas innecesarias, con las que se llenan las arcas del gobernante Partido Liberal Democr¨¢tico a trav¨¦s de las adjudicaciones de obras, lo que a su vez mantiene el caciquismo.
La victoria electoral permitir¨¢ a Koizumi dedicarse sin obst¨¢culos a esta reforma, pero hay otras, como la fiscal y la del sistema de pensiones, que son igualmente prioritarias. "El actual modelo es insostenible porque Jap¨®n ya no crece como en la d¨¦cada de los ochenta y porque la hacienda p¨²blica est¨¢ casi en quiebra", afirma Kazuei Tokado, catedr¨¢tico de la Universidad tokiota de Kanda. La deuda acumulada de 5,9 billones de euros supera el 150% del PIB, por lo que cada d¨ªa son m¨¢s las voces que se?alan que no hay m¨¢s remedio que atajarla.
Seg¨²n Tokado, igualmente es urgente la reforma del sistema de la Seguridad Social, de manera que se gane la credibilidad de la poblaci¨®n para que vuelvan a pagar los millones de japoneses que han dejado de cumplir sus obligaciones -a partir de los 20 a?os hay una contribuci¨®n m¨ªnima obligatoria de 13.000 yenes (100 euros) mensuales- y se garanticen las necesidades m¨ªnimas a una de las poblaciones m¨¢s longevas del mundo.
Con una presi¨®n fiscal (impuestos m¨¢s Seguridad Social) del 38% -igual a la de Estados Unidos, frente al 55% de Alemania-, la mayor¨ªa de los expertos sostiene que no existe otra salida para la econom¨ªa japonesa que la subida de impuestos directa o indirecta a trav¨¦s del IVA (impuesto sobre el valor a?adido), que en Jap¨®n es s¨®lo del 5%.
De momento, Koizumi rechaza tajantemente la subida de impuestos ante el temor a que ponga en peligro la recuperaci¨®n econ¨®mica, pero los analistas replican que lo que el Gobierno debe hacer es dar seguridad a su poblaci¨®n para que relaje sus h¨¢bitos de ahorro y consuma. La crisis econ¨®mica redujo el ahorro de los japoneses desde un 15% de su salario en 1990 al 5% actual, pero a¨²n les queda mucho por gastar en comparaci¨®n con la media de ahorro del resto de los ciudadanos de los pa¨ªses anglosajones -EE UU, Canad¨¢, Australia y Nueva Zelanda-, situada en torno al 1%.
Las japonesas dejan sus empleos para buscar otros mejor remunerados
La mayor¨ªa de los analistas coincide en que Jap¨®n ha dejado definitivamente atr¨¢s la profunda crisis econ¨®mica que azota el pa¨ªs desde hace 15 a?os, pese a que el desempleo aument¨® en julio el 0,2%, para situarse en el 4,4%. Los expertos ven en este aumento "un ajuste" motivado por las perspectivas de mejora que han llevado a muchos trabajadores, sobre todo mujeres, a buscar mejores empleos con sueldos m¨¢s altos. Seg¨²n el Ministerio de Comunicaciones y Asuntos internos, es el primer aumento del desempleo desde febrero pasado. En total se registraron en julio 2,89 millones de parados.
El Gobierno japon¨¦s reconoce que la mujer cobra una media del 30% menos que el hombre por desempe?ar las mismas tareas, pero cada d¨ªa son m¨¢s las que se aventuran a dejar sus empleos mal pagados para buscarse otras salidas m¨¢s beneficiosas. Adem¨¢s, aumenta el n¨²mero de mujeres que prefiere una mayor independencia econ¨®mica del marido y opta por el pleno empleo en lugar de conformarse con sueldos inferiores al mill¨®n anual de yenes (un euro tiene 130 yenes), que permite al matrimonio beneficiarse de una declaraci¨®n de impuestos conjunta.
Seg¨²n el Ministerio de Trabajo, Salud y Bienestar social, el empleo femenino se encuentra en plena efervescencia con un creciente n¨²mero de mujeres que entran en el mercado laboral. El ministerio asegura que el ¨ªndice de cobertura entre ofertantes y demandantes de empleo fue en julio de 0,97, la cifra m¨¢s alta desde 1992, cuando se situ¨® en 0,99.
La consejera del Gobierno y candidata a la secretar¨ªa general de la OCDE, Sawako Takeuchi, sostiene que, puesto que la expansi¨®n de la econom¨ªa japonesa se apoyar¨¢ en el sector interior, es fundamental impulsar el consumo para lo que se precisa mejorar los sueldos de las mujeres. En este sentido, defiende que la reforma fiscal que el Gobierno tiene en ciernes debe comenzar por la supresi¨®n de las reducciones que se aplican a la declaraci¨®n conjunta.
Los datos de julio indican que hay 37,58 millones de japoneses empleados y 26,72 millones de japonesas, si bien casi la mitad de ellas trabajan a tiempo parcial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.