Un operador menos p¨²blico

Hace s¨®lo tres a?os, el Estado era propietario del 55,5% de France T¨¦l¨¦com. Hoy posee el 33,1% de la sociedad de telecomunicaciones, por debajo del 33,33% que, oficialmente, constituye la minor¨ªa de bloqueo. Seg¨²n el director financiero de la empresa, Michel Combes, "en la pr¨¢ctica el porcentaje en manos del Estado sigue siendo suficiente para bloquear cualquier decisi¨®n contraria a los intereses estrat¨¦gicos y econ¨®micos de Francia".

Si el Gobierno de Par¨ªs ha renunciado a participar en la ampliaci¨®n de capital de la operadora es porque est¨¢ endeudado hasta las cejas

Si France T¨¦l¨¦com se desestataliza se debe a la necesidad de efectivo, de dinero l¨ªquido, para hacer frente al pago de los 6.400 millones de euros que hay que abonar para materializar la adquisici¨®n del operador de telefon¨ªa m¨®vil espa?ol Amena.

La compra hay que situarla dentro de una estrategia de France T¨¦l¨¦com compartida por otros operadores y que consiste en ser capaz, en todos los pa¨ªses en que se ha implantado, de ofrecer conjuntamente servicios de telefon¨ªa fija, m¨®vil e Internet, tal y como hace en Polonia, Gran Breta?a y, obviamente, en Francia. Adem¨¢s, la compra corresponde tambi¨¦n a una nueva fase de expansi¨®n una vez pasada la crisis ligada a la explosi¨®n de la burbuja Internet, nueva fase que EE UU conoce desde 2004 y que en Europa, a lo largo de 2005, ha empujado al alem¨¢n Deutsche Telekom ha hacerse con el austriaco Telering por un montante de 1.600 millones, al brit¨¢nico Vodafone a adquirir las partes minoritarias de sus filiales en Rumania y Rep¨²blica Checa, a la espa?ola Telef¨®nica a quedarse con el checo Cesky Telekom, a un desembolso de 1.200 millones por parte del holand¨¦s KPN a la hora de volver a controlar el mercado nacional ampar¨¢ndose de Telfort. Y si miramos de nuevo a Francia, nos encontramos con que Neuf T¨¦l¨¦com y Cegetel se han fusionado.

La p¨¦rdida de peso de los contratos de telefon¨ªa fija y la irrupci¨®n de las comunicaciones a trav¨¦s del ordenador hacen que haya sectores de actividad en los que el margen de crecimiento s¨®lo se halla en la adquisici¨®n de las partes de mercado que controlan los rivales, y de ah¨ª la nueva oleada de adquisiciones y fusiones.

Para France T¨¦l¨¦com, la reciente ampliaci¨®n de capital ha significado, pues, que el Estado perdiese un 1,8% de su propiedad en el gigante telef¨®nico, lo que equivale a unos 3.000 millones de euros. Si el Gobierno ha renunciado a participar en la operaci¨®n es porque est¨¢ endeudado hasta las cejas, incapaz de cumplir con los requisitos de seguridad econ¨®mica que ¨¦l mismo se autoimpuso a trav¨¦s de Bruselas y con un d¨¦ficit p¨²blico que comienza a acercarse peligrosamente al 70%.

Ese mismo Estado, para poder mantener su tren de vida, acaba de emprender una operaci¨®n de privatizaci¨®n de su red de autopistas, acosado tambi¨¦n por urgencias de liquidez.

Otro aspecto a tomar en consideraci¨®n es el hecho de que France T¨¦l¨¦com es una sociedad que pertenece a esos sectores considerados "estrat¨¦gicos" y que no se desea que pasen a manos extranjeras. El Ejecutivo, que est¨¢ preparando una transposici¨®n de la directiva europea sobre las OPA a la legislaci¨®n francesa para poder proteger determinadas sociedades del apetito de gigantes alemanes, asi¨¢ticos o anglosajones, estima tambi¨¦n que hay dominios en que la actividad tiene que ver "con el orden p¨²blico, la seguridad nacional y los intereses de la pol¨ªtica de defensa".

"Patriotismo econ¨®mico"

Las telecomunicaciones quedan incluidas en ese paquete. Y Francia, que en 2000 no puso el menor reparo a que los fondos de pensi¨®n americanos se apoderasen de Gemplus, ha descubierto luego con estupor que esa empresa, l¨ªder mundial de la fabricaci¨®n de tarjetas con chip incorporado, ahora ten¨ªa como principal administrador un personaje estrechamente vinculado a la CIA.

Para evitar sorpresas semejantes es por lo que se intenta modificar la ley y tambi¨¦n lo que justifica que el primer ministro, Dominique de Villepin, haya teorizado sobre la necesidad de un renovado "patriotismo econ¨®mico". Al mismo tiempo, facilitando el repartir dividendos libres de impuestos y transformados en acciones entre los trabajadores de las empresas, Villepin busca reforzar el n¨²cleo duro accionarial de las empresas francesas y dar pie a la eclosi¨®n de unos fondos de inversiones franceses capaces de ayudar a la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno.