Filosof¨ªa inmadura
De un tiempo a esta parte, la Sala Rekalde de Bilbao viene programando exposiciones de inane calidad art¨ªstica. Al parecer, esto no importa a sus gestores, atentos como est¨¢n en cederles un espacio p¨²blico a artistas nuevos, emergentes, nunca vistos, sean for¨¢neos o locales. Quieren atribuirse el m¨¦rito de "descubrir" a artistas (fabricaci¨®n de falsos genios, made in Rekalde). Creen hallarse dentro de la vanguardia de las vanguardias. No es dif¨ªcil imaginarlos sinti¨¦ndose como iniciadores de la estirpe de lo f¨¢cil y de lo poco. Para colmo de delirios, hasta se arrogar¨¢n la facultad de haber instaurado la dictadura de lo nuevo, tenga o no tenga valor alguno lo impuesto.
Toda esa filosof¨ªa inmadura de los gestores tiene los pies de gelatina. No resiste un an¨¢lisis serio. Parten del error de considerar anticuados y de otras generaciones alejadas de su mundo a quienes saben m¨¢s que ellos. De ah¨ª que, apunt¨¢ndose a lo ¨²ltimo, piensen que queda subsumido todo lo anterior. Como puede deducirse, su simpleza hist¨®rico-culturalista no conoce l¨ªmites mayores. Luego viene la retah¨ªla de fomentar en los nuevos artistas la ley del m¨ªnimo esfuerzo, al tiempo de alentarles a aparecer en los lugares importantes. ?Qu¨¦ importa el conocimiento adquirido a trav¨¦s del esfuerzo! Importa conseguir del modo que sea un espurio e insolvente curr¨ªculo. Nadie va a fijarse c¨®mo lo adquirieron. Por tanto, no ha lugar para la creaci¨®n de un camino; hay una compulsiva prisa por anticiparse al tiempo. No m¨¢s acaban de empezar y se les pone en posici¨®n de haber llegado. Esa es justamente la manera m¨¢s eficaz de quemarles muy pronto.
En la muestra actual de la Sala Rekalde exponen dos artistas. Como primera exposici¨®n individual, figura la de Nerea Pozo (Bilbao, 1983), y Azucena Vieites (Hernani, 1967) presenta su primera exposici¨®n monogr¨¢fica. Seg¨²n lo visto, el bagaje pl¨¢stico exhibido no va m¨¢s all¨¢ de ser un inicio. Probablemente ser¨ªa dif¨ªcil que les admitieran exponer por el momento en alguna galer¨ªa de arte bilba¨ªna, donostiarra, vitoriana o de a¨²n m¨¢s lejos. Les falta forjarse en los procesos naturales de la creaci¨®n art¨ªstica.
El esfuerzo y el tiempo son generadores de sabidur¨ªa, porque ese binomio crea la duda, y la duda es la preparaci¨®n ideal del conocimiento. Cuantas m¨¢s dudas, m¨¢s sabidur¨ªa. Por si fuera poco, dejen de creer que por haber expuesto en ese lugar ya han llegado. Nada m¨¢s lejos de la verdad, ya que la programaci¨®n de los gestores de la Sala Rekalde est¨¢ ¨²ltimamente bajo la sospecha de la mayor de las ineptitudes. ?Por qu¨¦ el no saber, o el saber poco, llevar¨¢ consigo tanta osad¨ªa y absurda petulancia?
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