La herencia de 'La M¨¢quina'
Un joven Celta, l¨ªder con un f¨²tbol similar al de los a?os de Mazinho y Mostovoi
Muchas cosas han cambiado en el Celta desde que purg¨® sus pecados en Segunda. La edad media del equipo que el domingo se zamp¨® al Sevilla en cincuenta segundos no sobrepasa los 25 a?os, lejos de la treintena que desafiaba la carrera de los protagonistas del descenso. No es la ¨²nica diferencia. El reci¨¦n ascendido club de Bala¨ªdos se declara heredero de La M¨¢quina que asombr¨® en el cambio de d¨¦cada. Ha recuperado la pasi¨®n por la pelota, despu¨¦s de explorar un conservadurismo que le aup¨® primero a la Liga de Campeones y le conden¨® despu¨¦s a una tumba de la que pocos salen al primer intento. Lo logr¨® el Celta, que de paso enjug¨® sus deudas y arm¨® un equipo cortado por patrones de calidad y juventud que exhibe con orgullo el liderato de la Liga.
La victoria en el Bernab¨¦u y los doce puntos que han conducido al Celta al liderato han desatado dos corrientes de opini¨®n en la plantilla. Por un lado est¨¢n los reci¨¦n llegados, catorce en total, que apuestan por disfrutar del liderato y marcarse grandes metas. Por el otro, los supervivientes del descenso, que pasean la dolorosa cicatriz del fracaso de 2004 y restan los puntos para la permanencia. Son minor¨ªa, porque si el descenso fue una cat¨¢strofe emocional, tambi¨¦n result¨® una soluci¨®n econ¨®mica, que permiti¨® al Celta liberarse de una plantilla cuyos sueldos le desangraban. El resto lo puso una deuda renegociada con los bancos y un ascenso que tuvo que certificar dos veces.
De la necesidad de renovaci¨®n que ten¨ªa la plantilla habla el azaroso destino de jugadores como Juanfran, Cavallero, Jesuli, Milosevic, C¨¢ceres, Velasco, Luccin o Mostovoi. La cohorte de canteranos que acompa?¨® a Canobbio y Gustavo L¨®pez en el regreso a Primera ha sido sustituida por catorce nuevos futbolistas; j¨®venes en su mayor¨ªa, de perfil t¨¦cnico en su totalidad y de inversi¨®n limitada. Salvo Baiano y Canobbio -fichado tras un a?o de cesi¨®n-, el resto son cedidos, libres de contrato o firmados por debajo del mill¨®n de euros.
Con unos cinco millones gastados, el Celta ha armado un equipo que ha desempolvado elogios que no se o¨ªan desde los mejores a?os de Mazinho y Mostovoi. "Hemos hecho un f¨²tbol de ensue?o, extraordinario, maravilloso", glosaba el entrenador, Fernando V¨¢zquez, del primer tiempo del partido con el Sevilla. El t¨¦cnico gallego, que no se libr¨® de las cr¨ªticas de la afici¨®n durante el purgatorio de Segunda, ha armado en pocas semanas un equipo sorprendentemente cohesionado, dado el caudal de caras nuevas. M¨¢s de la mitad del equipo titular del domingo era de reci¨¦n llegados, y otros dos, los suplentes Lequi y De Ridder, jugaron sus primeros minutos con la camiseta celeste.
El resto se llama gol y lo pone Fernando Baiano, un brasile?o de 26 a?os que se codea con Eto'o y Ronaldo en la tabla de anotadores. Contratado tras una singular pugna con el Deportivo de A Coru?a, el delantero, que contribuy¨® el curso pasado a la salvaci¨®n del M¨¢laga con sus goles, ha puesto lo que el Celta necesitaba desde Lubo Penev. Marc¨® en su estreno, brill¨® en Chamart¨ªn, hizo doblete en el Madrigal y contra el Sevilla tard¨® un minuto en poner a su equipo por delante. Hasta la fecha, ¨¦l es el responsable de que el fulgor de este renovado Celta no se quede en fuegos de artificio.
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