"Participa en la idea criminal y concierta con la c¨¦lula de Hamburgo"
La sentencia que condena a la direcci¨®n de Al Qaeda en Espa?a con penas muy inferiores a las solicitadas por el ministerio fiscal tiene 447 folios. Lo que sigue es un extracto del fallo judicial en la parte correspondiente a la justificaci¨®n de la decisi¨®n adoptada:
- Conspiraci¨®n para delinquir. "Existir¨¢ conspiraci¨®n para delinquir cuando, adem¨¢s de tratarse de uno de los delitos recogidos como numerus clausus en el C¨®digo Penal, concurran en el acusado los anteriores requisitos, positivos y negativos, independientemente de la actividad de los otros coacusados que participasen con aqu¨¦l en tal conspiraci¨®n, los cuales si proceden a la iniciaci¨®n ejecutiva material del delito, supondr¨ªa ya, en t¨¦rminos de la TS2? S 17 Jul 2001, "... la presencia de coautores o part¨ªcipes de un delito intentado o consumado". Y esto es lo que acaece en la actividad del acusado Barakat Yarkas (Abu Dahdah) en los t¨¦rminos recogidos en la narraci¨®n f¨¢ctica y valorados en el fundamento de derecho correspondiente, por cuanto, si bien es cierto que no ha resultado probado la realizaci¨®n por parte de tal acusado de actos ejecutivos -anteriores o coet¨¢neos- en el atentado del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de la ciudad de Nueva York, prevaleciendo pues su derecho a la presunci¨®n de inocencia, no es menos cierto que, del an¨¢lisis de la prueba practicada en el plenario y analizada en el citado fundamento de derecho, s¨ª inferimos racionalmente, conforme a la l¨®gica y normas de experiencia y ci?¨¦ndonos a la doctrina constitucional y jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre la prueba indiciaria ya analizada ut supra, su participaci¨®n en la ideaci¨®n criminal y concierto con los miembros de la denominada "c¨¦lula de Hamburgo" en tal brutal atentado, como se examinar¨¢ a continuaci¨®n".
El tribunal considera que Abu Dahdah, jefe de Al Qaeda en Espa?a, no intervino directamente en los atentados del 11-S
- Participaci¨®n en 2.973 asesinatos. "El Ministerio P¨²blico atribu¨ªa tanto a Barakat como a los procesados Ghasoub Al Abrash Galyoun y Driss Chebli la autor¨ªa en los 2.973 asesinatos de naturaleza terrorista que tuvieron lugar en los Estados Unidos de Am¨¦rica el d¨ªa 11 de septiembre m¨¢s triste que pueda recordar la mente humana; pero la carencia de pruebas que sustenten la intervenci¨®n de los tres referidos en tan execrables asesinatos, bien sea a t¨ªtulo de autores materiales o autores por inducci¨®n o por cooperaci¨®n necesaria, bien sea en concepto de c¨®mplices o encubridores, es absoluta; y en definitiva s¨®lo result¨® acreditada la conspiraci¨®n de Barakat Yarkas (Abu Dahdah) con el terrorista suicida Mohamed El Emir Atta y con los otros dos miembros del comando ejecutor, que constitu¨ªan la c¨¦lula de Hamburgo, a los que hemos llamado Ramzi y Said, el concierto alcanzado por todos ellos para la ejecuci¨®n de terribles hechos, y la resoluci¨®n un¨¢nime de llevarlos a cabo, de los que necesariamente derivar¨ªan muertes de seres indefensos. Pero aqu¨ª qued¨® Barakat Yarkas. Su participaci¨®n en el pactum scaeleris o concierto previo y en la resolutio firme o decisi¨®n seria de ejecuci¨®n, ingredientes de la conspiraci¨®n, aparece de forma clara, pero sin llegar a intervenir en actos materiales preparatorios de ning¨²n tipo. Su actividad queda ubicada en una fase del iter criminis anterior a la ejecuci¨®n, situ¨¢ndose entre la ideaci¨®n impune y las formas imperfectas de ejecuci¨®n".
- Consumar el atentado. "Los otros tres miembros del comando ejecutor consumaron el atroz acontecimiento, pero en dicha consumaci¨®n Barakat no tuvo parte alguna, y por eso tan s¨®lo es responsable criminalmente de conspiraci¨®n, y no de los dos mil novecientas setenta y tres muertes como interesa el Ministerio P¨²blico. As¨ª, supongamos que por avatares del destino: muerte natural de los autores, desistimiento voluntario del proyectado ataque, etc., no hubiera ocurrido la cat¨¢strofe que sucedi¨®. Imad Eddin seguir¨ªa siendo responsable de la conspiraci¨®n, mientras que en los miembros del comando se dar¨ªa la extinci¨®n de su responsabilidad penal en la conspiraci¨®n por muerte, o la impunidad por el desistimiento, impunidad que ser¨ªa consecuencia jur¨ªdica derivada de la l¨®gica aplicaci¨®n a la conspiraci¨®n de la regulaci¨®n relativa a las formas imperfectas de ejecuci¨®n, pues si esa consecuencia se admite cuando ya se ha iniciado la ejecuci¨®n del delito, con mayor raz¨®n ha de ser reconocida cuando dicha ejecuci¨®n no ha comenzado".
- El v¨ªdeo de Nueva York. "Lo cierto y verdad es que toda esta historia de las cintas de Ghasoub Al Abrash, que tanta expectaci¨®n alcanz¨® en las sesiones de juicio oral, se mont¨® sobre suposiciones y conjeturas, sin base en base f¨¢ctica alguna o indicio, por endeble que fuere. Adem¨¢s, ciertos datos puestos de relieve en el plenario por el inspector de la UCIE con carnet profesional 14.620, como elemento de sospecha, cual es la frase que se dice proferida por Al Abrash y grabada en las cintas del tenor literal "estas cintas no ir¨¢n a Siria a no ser que me detengan aqu¨ª, en los Estados Unidos", ni se ha o¨ªdo en juicio, ni el Tribunal ha logrado localizarlas a lo largo de todas las cintas, por pura curiosidad, con auxilio de int¨¦rprete. Y como colof¨®n de todo lo expuesto, la p¨¦sima calidad de grabaci¨®n de las tan repetidas cintas, que causan hasta malestar f¨ªsico a cualquiera que las visione porque provocan cierto mareo, no pueden constituir material id¨®neo que sirviese a la red terrorista Al Qaeda para seleccionar objetivos, cuando por unos pocos euros (o d¨®lares) se podr¨ªa haber obtener en cualquier establecimiento comercial cintas de v¨ªdeos que reflejan im¨¢genes n¨ªtidas y de muy superior calidad al ser realizadas por profesionales de los edificios emblem¨¢ticos atacados, como demostr¨® de forma palmar¨ªa la defensa del procesado Al Abrash Ghayoun en el tr¨¢mite de la prueba documental. Por lo dem¨¢s, y a mayor abundamiento, parece il¨®gico -y hasta absurdo- solicitar la condena de Al Abrash como autor de dos mil novecientos setenta y tres asesinatos y no solicitar la misma condena para el acusado Al Saqqa, quien, seg¨²n la acusaci¨®n del Ministerio Fiscal, fue el que recibi¨® las famosas cintas de v¨ªdeo para, a su vez, entreg¨¢rselas a Bahaiah. No soporta el m¨¢s elemental juicio cr¨ªtico".
- Tenencia il¨ªcita de armas. "Por lo que respecta al acusado Luis Jos¨¦ Gal¨¢n Gonz¨¢lez procede condenarle por un delito de tenencia il¨ªcita de armas del art. 564.1.1? y 2? del C¨®digo Penal en atenci¨®n a lo expuesto en el apartado en que valor¨¢bamos la prueba contra ¨¦l existente (vid. fundamento de derecho 3.3.11). En efecto, el delito de tenencia il¨ªcita de armas del art. 564.1. CP [C¨®digo Penal] se trata de una infracci¨®n que se consuma por la simple detentaci¨®n de un arma de fuego careciendo de la correspondiente licencia, independientemente de que se haga uso o no de ella, siendo necesario que para que el arma de fuego se integre en el componente objetivo del tipo de tenencia il¨ªcita de armas, ha de hallarse en condiciones de funcionamiento, esto es, ser apta para el disparo del proyectil; la demostraci¨®n de la idoneidad tiene que estar acreditada de manera fehaciente, inequ¨ªvoca e incuestionable (por todas, vid. TS2? S Mar 2004). Sobre esta base jurisprudencial, se estima la aplicaci¨®n debida del art. 564.1. CP en lo referido a las armas pose¨ªdas por Gal¨¢n Gonz¨¢lez, descubiertas en la diligencia de invasi¨®n domiciliaria que se practic¨® en las presentes actuaciones, reconociendo el acusado su propiedad en los t¨¦rminos ya examinados".
- La condena al periodista Taysir Alony. "Los hechos delictivos perpetrados por Taysir Alony se circunscriben de manera principal a haber auxiliado a Mustaf¨¢ y Mohamed sabiendo que ambos eran miembros de Al Qaeda, y precisamente por esa circunstancia, a trav¨¦s de los cuales accede a Bin Laden. El procesado trat¨® de justificar su relaci¨®n con los que hemos denominado Mustafa o Mustaf¨¢ y Mohamed por ser fuentes de informaci¨®n sobre las actividades de Al Qaeda, sus sat¨¦lites y el mundo radical isl¨¢mico, afirmando que el llamado Mustafa hizo de mediador con el Gobierno talib¨¢n de Afganist¨¢n para que le permitieran abrir una delegaci¨®n de la televisi¨®n para la que trabajaba, Al Yazira".
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