Rosa Montero desentra?a los secretos de su nueva novela

En el mundo de Leola, las mujeres buenas rezaban, pero ella presum¨ªa de saber escribir. El personaje inventado en mitad del siglo XII por Rosa Montero en la Historia del Rey Transparente (Alfaguara) es el centro de esta historia de aventuras con ingredientes fant¨¢sticos que la escritora present¨® ayer en el Teatro Espa?ol de Madrid acompa?ada de la actriz Pastora Vega,que ley¨® fragmentos de la obra.

Rosa Montero no ha querido hacer una novela hist¨®rica. "Las novelas hist¨®ricas que a m¨ª me gustan no quer¨ªan recrear mundos de ¨¦pocas concretas, sino contar c¨®mo es el mundo y punto", asegura la novelista. En Historia del Rey Transparente hay reinas tan atrayentes como mal¨¦ficas, herreros sabios, p¨®cimas alucin¨®genas, torneos de caballeros andantes con damas que suspiran por ellos, pero sobre todo hay una obsesi¨®n que es una constante en toda la obra de la autora: la b¨²squeda de una identidad. "Mi personaje es una mujer que se hace pasar por hombre y que al final recupera su aspecto de mujer. La identidad, c¨®mo somos ante la mirada de los dem¨¢s, el ser capaces de encontrar nuestro lugar en el mundo, algo que a veces te mueres sin saberlo, es algo que est¨¢ presente en todos mis libros".

La escritora cree que vivimos en una "amalgama de deseos prestados". Por eso, aprender a vivir como uno mismo desea es para ella una cosa dificil¨ªsima. Los personajes de su nueva novela han sido dif¨ªciles de dominar. "Han adquirido una autonom¨ªa enorme, como el caso de Duoda, la duquesa blanca, una mujer fascinante que se fue comiendo partes de la novela y que me cost¨® mucho echar".

Montero ha tratado de que el lector realice un viaje emocional y sensorial a la Edad Media: "He tratado de plasmar c¨®mo ol¨ªa, su sabor, c¨®mo viv¨ªa la gente, qu¨¦ pensaban". Todo en un lugar cuyo centro es la Provenza francesa, pero que tambi¨¦n se extiende al noreste espa?ol y al norte de Italia en un tiempo que para la autora fue de ruptura. "El verdadero Renacimiento se produjo en el siglo XII; lo que somos hoy empez¨® entonces, la conciencia individual, la noci¨®n del derecho frente a la arbitrariedad".

Pero era un mundo donde resultaba imposible deshacerse del peso agobiante de la religi¨®n, por supuesto. "Un ateo era inconcebible en aquella ¨¦poca. Fue cuando surgieron los c¨¢taros, que resultaban asombrosos en su modernidad. Pensaban que no exist¨ªa el infierno y que ¨¦ste era un invento de la Iglesia para atemorizar a los fieles, rechazaban los diezmos a la Iglesia y la violencia en nombre de Dios; por eso fueron perseguidos y exterminados".

Rosa Montero cont¨® c¨®mo concibi¨® este libro que, seg¨²n ella, le ha costado siete a?os de trabajo y que es producto directo de su fascinaci¨®n por la historia. Pastora Vega ley¨® varios pasajes de la obra entrelazados con las an¨¦cdotas de Montero, y el contratenor Jos¨¦ Hern¨¢ndez Pastor transport¨® al p¨²blico, con una canci¨®n medieval inglesa, a los sonidos de aquellas ¨¦pocas remotas.