En estado
A ver c¨®mo lo explico para que se entienda. Ayer se celebr¨® un debate en las Cortes Valencianas que, incluso para quienes llevamos m¨¢s de un cuarto de siglo viviendo esta democracia, con enfrentamientos parlamentarios a menudo violentos, resulta demasiado. No lo digo por el resultado: 0-0, sin ninguna duda, los equipos no daban para m¨¢s. Lo digo por el tono de las intervenciones. Realmente aquello parec¨ªa una pelea de barrio: expresiones soeces, chuler¨ªas para que las aplauda la clac, continuos descensos al plano personal y, siempre, absoluta falta de argumentos. Lo peor de todo fue la insoportable duraci¨®n de un discurso que no ten¨ªa nada que decir. Es una pena que los c¨¢maras de TV nunca hayan enfocado su propio grader¨ªo, una especie de reservado en el que ven sin ser vistos, como las mujeres en las casas musulmanas. Si lo hubieran hecho, con unas im¨¢genes habr¨ªa bastado: quien no dormitaba, estaba charlando animadamente con el compa?ero/a o leyendo la prensa; desde luego, nadie tomaba notas porque los apuntes coinciden en todo con el manual.
Tan aburrido estaba yo que me dio por preguntarle a una funcionaria de la casa: -Oiga, ?esto siempre es as¨ª? A lo que ella me contest¨®: -No, casi siempre resulta poco interesante, ahora es que est¨¢ en estado. No debi¨® de decir eso, claro, sino el estado, pero yo lo entend¨ª as¨ª. Y desde ese momento empec¨¦ a comprender. O sea que la Comunidad Valenciana est¨¢ en estado. Vaya notici¨®n. Y menudo mal rollo, por cierto. All¨ª estaban las dos familias de la desdichada adolescente, la del padre y la de la madre. Y como suele suceder, discut¨ªan a gritos, aunque al principio se felicitaban de haberse puesto de acuerdo el d¨ªa del bautismo con no s¨¦ qu¨¦ estatuto. El patriarca de la rama materna exculpaba a la chica y parec¨ªa cargarle el muerto a un tal Carod que, para m¨¢s inri, era amigote de algunos de la otra rama. Por lo dem¨¢s todo eran alabanzas hiperb¨®licas de la ni?a, la cual, naturalmente, se parec¨ªa en todo a su madre y nada, pero nada, a su padre: as¨ª resulta que era m¨¢s guapa, m¨¢s alta y m¨¢s lista que cualquiera de su clase. Para empezar, est¨¢ nadando en la abundancia y las otras diecis¨¦is chicas del curso la envidian. Adem¨¢s viste primorosamente y a¨²n va a mejorar su vestuario con unos modelitos que se llaman mundo ilusi¨®n o algo por el estilo. Finalmente, va a aprender un segundo idioma, lo que constituye de paso una buena noticia para la Facultad de Filolog¨ªa, esa cueva de catalanistas. En resumen: que es una desgracia que ese canalla nos la haya dejado en estado.
Ya estaba yo casi convencido, cuando intervino el patriarca de la familia paterna y me dej¨® perplejo. Primero y m¨¢s importante: el culpable del desaguisado parece ser otro, aunque no me qued¨® claro si se trataba de un vivales que le levant¨® toda la pasta a la cr¨ªa y se larg¨® a Madrid o de un tal Fabra. Por lo que se dec¨ªa en los corrillos period¨ªsticos me inclino por aqu¨¦l, pues este otro resulta decididamente tosco como para camelar a nadie. Adem¨¢s, el jefe bigotudo del vivales acaba de decir que el tal Carod est¨¢ propiciando un cambio de estado y ya se sabe que excusatio non petita... El segundo patriarca no se limitaba a especular sobre el estado de la moza. Carg¨® las tintas se?alando que est¨¢ en paro, que es pobre y que va a tener que vivir debajo de un puente, o sea que el treinta por ciento de territorio protegido del que hablaba el otro se refer¨ªa a eso. M¨¢s o menos lo mismo que dijeron otros familiares que, sorprendentemente, van por libre a pesar de pertenecer tambi¨¦n a esta rama de la familia.
Menos mal que, como se dec¨ªa en tiempos, la familia que reza unida permanece unida. ?Saben en qu¨¦ estaban todos de acuerdo?: en que a la chica le van a facilitar una versi¨®n valenciana de los peri¨®dicos en Internet. ?Pues vaya logro!: que yo sepa ya existe un programa inform¨¢tico de la propia Generalitat Valenciana para este menester, as¨ª que me da la impresi¨®n de que una vez m¨¢s se contentan con humo. Es como decir: ya que se ha quedado en estado y el futuro pinta negro, le vamos a comprar una videoconsola para que se distraiga un poco, la pobre. Y eso fue todo. Felices, cada uno agarr¨® sus cosas -que guardan en taquillas, como en la mili- y se fueron a celebrarlo con unas ca?as. Criaturas.
?ngel L¨®pez Garc¨ªa-Molins es catedr¨¢tico de Teor¨ªa de los Lenguajes de la Universitat de Val¨¨ncia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- VI Legislatura Comunidad Valenciana
- Debates parlamentarios auton¨®micos
- Plenos parlamentarios auton¨®micos
- Francisco Camps
- Generalitat Valenciana
- Comunidades aut¨®nomas
- Gobierno auton¨®mico
- Parlamentos auton¨®micos
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Comunidad Valenciana
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Parlamento
- Espa?a
- Administraci¨®n p¨²blica
- PPCV
- PP
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica