?C¨®mo se investiga un incendio?
Un agente del Seprona de la Guardia Civil explica de las t¨¦cnicas para aclarar la causa y la autor¨ªa de un fuego
"Tienes que trabajar al rev¨¦s, rastreando las marcas que deja el fuego, hasta encontrar el punto de inicio". El que habla es un miembro del Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. El agente explica el m¨¦todo de investigaci¨®n de un incendio vestido de uniforme, en una sala con aspecto de comedor del cuartel de Benimaclet, en Valencia. Tiene 37 a?os y ha pasado 18 en el cuerpo, los ocho ¨²ltimos en el Seprona, al que accedi¨® tras realizar un curso de especializaci¨®n de dos meses.
Hasta el 21 de agosto, el servicio de la Guardia Civil hab¨ªa detenido a 21 sospechosos de provocar incendios en la Comunidad Valenciana, hab¨ªa recibido 103 denuncias y contabilizado 218 fuegos. De ellos, hab¨ªa identificado el origen de 159: 27 fueron intencionados; 71 se debieron a negligencias y 61 fueron fortuitos.
Localizar el lugar de inicio de un incendio es necesario para determinar su causa. Para rastrearlo, los agentes parten de algunas premisas b¨¢sicas: El fuego siempre avanza en el sentido del viento; la parte menos quemadas de los ¨¢rboles suele ser la "zona de salida" de las llamas, y la devastaci¨®n tiende a ser menor cu¨¢nto m¨¢s cerca se est¨¢ del punto de origen, "porque el fuego empieza sin fuerza, aunque m¨¢s lejos pueda tener llamas de 11 metros".
"Generalmente se encuentra", contin¨²a el agente, "se restringe una zona de dos metros" y entonces "empieza lo m¨¢s parecido a un estudio de arqueolog¨ªa: Marcas, tamizas y buscas capa por capa, mirando meticulosamente, con una lupa. Donde parece que no hay nada puede aparecer algo". En las pel¨ªculas es habitual que el criminal provoque un incendio para destruir las pruebas. En la realidad, asegura el agente, "nada se quema completamente, hasta desaparecer". "Si pones un papel en una mata, se quema, pero los restos del papel quemado se quedan all¨ª". Lo mismo ocurre con el filtro de un cigarro o con una pastilla incendiaria.
La valenciana es la cuarta autonom¨ªa en la que m¨¢s detenciones se han practicado a causa del fuego en 2005, por detr¨¢s de Andaluc¨ªa, Galicia y Castilla y Le¨®n, y el agente la describe como "tierra de fuego". ?Por qu¨¦? Primero, porque "tienes 25 d¨ªas de verano con poniente, aire caliente y muy seco". Segundo, porque se trata de "montes malos: son abruptos, escarpados, llenos de piedras y de barrancos, y es muy dif¨ªcil extinguir un incendio porque no tienes por donde atacarlos". Y, tercero, porque no hay ganader¨ªa: En Castilla-La Mancha, por ejemplo, "el ganado limpia el monte".
La mayor parte de los incendios tienen su origen en una negligencia. El miembro del Seprona afirma que en esos casos "es el propio causante el que da el aviso". "Intenta apagarlo, y, como no puede, llama para advertirlo".
Los provocados por pir¨®manos, normalmente, tampoco dan demasiados problemas. El m¨®vil puede ser la venta de madera, la desafecci¨®n de un coto de caza, la ampliaci¨®n de una zona de pasto (algo poco probable en el caso valenciano), una venganza entre vecinos y puede ser tambi¨¦n por inter¨¦s urban¨ªstico. Un asunto complicado. "A veces hemos llegado a la conclusi¨®n de que era por intereses urban¨ªsticos, pero es muy dif¨ªcil de demostrar. Y el que lo hace va con pies de plomo".
El agente del Seprona pone el ejemplo de un caso resuelto. Ocurri¨® hace unos a?os al sur de la provincia de Valencia. "Hubo una serie de incendios en la que siempre la manera de iniciarse era la misma: Un peri¨®dico enrollado al lado de una senda que ten¨ªa muy cerca un camino. Se met¨ªa 10 o 12 metros por la senda, bosque adentro, met¨ªa el papel debajo de una mata, le pegaba fuego y se iba. A veces encontr¨¢bamos el trozo de peri¨®dico enrollado y a veces encontr¨¢bamos los restos de que hab¨ªa habido un peri¨®dico enrollado. Siempre el mismo, la misma cabecera. Hasta que un d¨ªa cometi¨® un error y pudimos identificarlo".
"Del primer al ¨²ltimo incendio", contin¨²a el agente, "pas¨® casi un a?o, y provoc¨® entre 10 o 12, no muy grandes, entre una y cinco hect¨¢reas. Aunque ¨¦l buscaba zonas para que fueran grandes". "Lo cogimos porque lo vieron. Coincidi¨®".
El responsable se dedicaba a la extinci¨®n de incendios, pero no era ning¨²n pir¨®mano sino un trabajador eventual. "Eso pasa en toda Espa?a. Pasaba. Y era una cosa que siempre se investigaba cuando hab¨ªa muchos incendios en una zona. Ahora ya no porque normalmente quienes apagan los incendios son los bomberos, y son profesionales, y cuando menos trabajo y menos riesgo tengan, mejor".
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